Aragón es la comunidad autónoma que más ha recortado en cooperación al desarrollo. La partida recogida en los presupuestos de 2024 es un 76% inferior a la de hace un año, a pesar de haber aumentado su gasto total. De los 42 proyectos de cooperación fuera de España que se realizaron en 2022, este año solo se han podido llevar a cabo diez, dos de ellos “infradotados”, según explica Estrelicia Izquierdo, Secretaria técnica de la Federación Aragonesa de Solidaridad (FAS), que califica el recorte como “muy duro para el sector”.
Una de las ONG que ha visto como desaparecía la financiación para su proyecto es la aragonesa Huaquipura, que trabajaba en Ecuador con comunidades indígenas para ayudarles a garantizar su acceso al agua frente al “abuso” que hacen las empresas florícolas en la zona. Según explica Carolina Menéndez, trabajadora de la ONG Huaquipura, llevan 35 años realizando proyectos en Ecuador y colaborando con entidades locales y la falta de financiación por parte del Gobierno de Aragón puede suponer “que nuestro trabajo en Ecuador termine”.
El trabajo de la ONG Proclade en Haití también puede verse afectado por estos recortes, ya que el proyecto que tenían en este país se ha quedado también fuera de los que han obtenido financiación por parte del Gobierno de Aragón. Francisco Carril, el director de esta organización, explica que su objetivo es llegar a zonas “donde no hay apenas intervención de otras entidades de cooperación internacional ni locales” y que la interrupción del proyecto supone tanto la pérdida del personal cualificado que cesara ahora como la influencia en las personas que van a dejar se verse beneficiadas.
El proyecto comenzó en 2019 y se trata de construir infraestructuras para mejorar los sistemas de riego y que así puedan mejorar la alimentación de las familias al poder regar sus propios cultivos, “se complementaba con entrega de semillas y otros materiales para poder hacer cultivos domésticos. Es una zona sometida a ataques muy violentos por bandas armadas, el acceso no es fácil, la mayoría no tienen acceso por carretera, muchos tienen que desplazarse a caballo, les cuesta mucho tener una alimentación asegurada. Además, Haití presenta ahora mismo una deforestación del 98% sobre su masa forestal, están sometidos a las inclemencias climatológicas de una manera brutal. Todos los proyectos que estábamos haciendo de agricultura estaban pensados para paliar esto, estos efectos medioambientales con la plantación de árboles que al final parapetan un poco huracanes y tifones en viviendas y cultivos”, añade Carril.
Esta iniciativa, que estaba dotada con 150.000 euros, es a largo plazo. “La idea es estar entre 10, 12 o 15 años en el territorio. Habíamos planteado un proceso de riego para 18 comunidades rurales enfocado a mujeres y en una zona que está sufriendo especialmente los procesos del cambio climático, que tienen muchos problemas de alimentación, con una tasa de mortalidad muy elevada para los niños, y no ha sido posible”, expone Carril.
Los fondos más bajos desde el año 2000
En 2022, el monto total de las subvenciones ascendió a 5,1 millones de euros. En la convocatoria para 2024, esa cantidad ha bajado de manera acusada hasta los 868.000 euros. “Estos recortes no solo vulneran los compromisos internacionales y nacionales de cooperación, sino que también ponen en jaque una política pública esencial para enfrentar crisis humanitarias a nivel global”, sostienen desde la FAS. Este drástico descenso afecta directamente a más de 485.000 personas beneficiarias de proyectos humanitarios y de derechos humanos impulsados por diversas ONG aragonesas.
2010 fue el año en el que se destinó un presupuesto mayor a cooperación al desarrollo en Aragón, superando los 11 millones. En 2024 esta cifra es de 2.021.947,25 €, un 82% menos de presupuesto en 14 años, según datos del Informe de la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONG para el Desarrollo. Esto supone que la inversión por habitante en Aragón está por debajo de los dos euros al año. Izquierdo explica que el impacto del recorte del Gobierno de Aragón, unido al del Ayuntamiento de Zaragoza, supone que los fondos públicos destinados a cooperación sean los más bajos desde el año 2000.
El Ayuntamiento de Zaragoza, regido por el PP desde 2019, empezó este proceso en la pasada legislatura. Según expone Izquierdo, el recorte ha sido del 69%, pero más progresivo, “no ha sido todo este año como en el caso del Gobierno de Aragón o del Ayuntamiento de Huesca”, este último también en manos del PP, pero gobernando en minoría, por lo que necesita a Vox para aprobar los presupuestos.
Menéndez explica que la ONG Huaquipura también se ha visto gravemente afectada por los recortes del Ayuntamiento, aunque han sido “más progresivos”. Esta organización, totalmente aragonesa, se sostiene gracias a las subvenciones del Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y la Diputación de Zaragoza, esta última es la única que ha aumentado su partida, aunque la capacidad económica es muy inferior al Gobierno de Aragón, que “siempre ha sido de los principales financiadores y esta situación puede que implique cierres. En 2022 nos aprobaron tres proyectos con un total de 307.000, uno en Ecuador, otro en Costa de Marfil y otro en España y este año tenemos solo 15.000 euros para España”.
Esta “tendencia generalizada al recorte” preocupa también a Carril, que lamenta que solo se mire “lo que ocurre en nuestras fronteras sin ser conscientes de que parte de las problemáticas de estos países son por nuestra causa. Desentendernos sin más de toda la gente que realmente podríamos estar ayudando nos deja sin aliento porque las entidades sociales como la nuestra necesita el apoyo de la administración pública, si no es imposible, no tenemos estos recursos”.
Menéndez comenta también que está bajada en la financiación ha cambiado también el modo de relacionarse de las propias organizaciones, que en convocatorias anteriores creaban sinergias y se presentaban proyectos en consorcio para trabajar juntas un mismo territorio o problemática: “Hemos pasado de crear consorcios para que el impacto de los proyectos sea mayor a que ahora pasemos a competir por los pocos fondos que hay para poder vivir y continuar apoyando el trabajo”.
Influencia de Vox
Si bien en años anteriores el aumento de la AOD no era directamente proporcional al aumento del presupuesto total, sí que se conservaba una tendencia positiva (a pesar de la ligera caída porcentual del periodo 2022-2023). Esta reducción se debe principalmente a un cambio de gobierno en la comunidad en 2023 formado por una coalición entre PP y Vox, cuyo pacto de investidura contemplaba la reducción del presupuesto destinado a cooperación internacional.
A pesar del compromiso que adquirió el PP, que ahora gobierna en solitario, en 2018 cuando se firmó el Pacto Aragonés por la Cooperación para el Desarrollo, el gobierno autonómico ha reducido el presupuesto en cooperación argumentando que se trata de una competencia estatal, no autonómica. Este pacto, que suscribieron todos los grupos que formaban parte del Parlamento Aragonés en 2018, incluido el PP, establecía el compromiso de aumentar la partida de cooperación hasta el 0,2% durante la actual legislatura.
Además, el PP sí que incluía en su programa electoral la cooperación al desarrollo. Reafirmaba en el punto 256 su compromiso con el pacto, también se comprometía a crear una nueva ley de cooperación que “recoja el compromiso de seguir avanzando, junto a las ONG aragonesas, en el trabajo decidido para poner fin a la pobreza y reducir las desigualdades en todas sus formas y lugares”. Sin embargo, “están incumpliendo estos compromisos que han adquirido y van a contracorriente de la sociedad”, comenta Izquierdo. Según el último barómetro del CIS, el 70% de la población apoya que España ayude a los países más desfavorecidos, un respaldo que ha quedado demostrado en las numerosas manifestaciones de apoyo a crisis internacionales como las de Ucrania y Palestina.
Según los datos del Informe realizado por la Red de Coordinadoras Autonómicas de ONG para el Desarrollo, en 2024, la media destinada a cooperación por las CCAA se sitúa en un 0,12%, una cifra que supone una caída respecto al año pasado (0,13%) y que da la voz de alerta ante la tendencia generalizada de recortes. Una tendencia contrasta directamente con lo establecido por la Ley de Cooperación estatal aprobada el año pasado y que sitúa ese porcentaje en un 0,7%. Esa misma línea ha seguido Aragón, con la mayor caída porcentual y que reduce a mínimos, 0,02%, el compromiso del gobierno aragonés con la AOD.
Si no tenemos apoyo a esta gente nadie la va a ver, pasan a ser invisibles para el mundo entero
Izquierdo explica que los proyectos de cooperación no son procesos puntuales, se alargan en el tiempo “hasta que han arraigado y se pueden ver los frutos de una manera sólida. Si cortas la financiación de esos proyectos y se tienen que parar el efecto es fuerte, también sobre lo que se había empezado a hacer porque no puedes seguir desarrollando ese proyecto”.
Carril lamenta también que, si organizaciones como la suya no trabajan en estos territorios, “nadie llega”: “Estamos trabajando con los más olvidados entre los olvidados, si no tenemos apoyo a esta gente nadie la va a ver, pasan a ser invisibles para el mundo entero. Creo que la administración pública debería trabajar codo con codo tratando de apostar por dar luz a la gente más vulnerable”.
De cara al año que viene y a los nuevos presupuestos, que todavía no se han presentado, Izquierdo no se muestra optimista. A pesar de la salida de Vox del Gobierno de Aragón, el PP de Azcón sigue necesitando al partido de extrema derecha para aprobar los presupuestos. “No hay mucha esperanza después de un recorte tan brutal y además se siguen necesitando los votos de Vox, que ha exigido que no se den fondos a cooperación al desarrollo desde el gobierno autonómico”.