Primero de mayo: 38.000 personas llevan más de un año sin trabajar en Aragón, el 56,3 % mujeres
¿Se ha salido de la crisis? Las cifras indican que no. Al menos, no para todos. ¿Hay motivos para salir a la calle este Primero de mayo? Las mismas cifras apuntan a que unos cuantos. eldiario.es repasa algunos de los datos más importantes relacionados con el sector del empleo en Aragón en este medio en el último año. La conclusión es que queda mucho por recorrer.
En el Día Internacional de los Trabajadores, las organizaciones sindicales vuelven a llamar a la movilización: “Más derechos, más igualdad y más cohesión: primero las personas”, es el lema escogido por CCOO y UGT, que han hecho una convocatoria conjunta, en cuya presentación coincidían en afirmar que la escapada de la crisis solo se ha dado en términos macroeconómicos, pero que no era palpable entre los trabajadores. Y daban un dato esclarecedor: 38.000 personas llevan más de un año sin trabajo en Aragón, el 56,3 % mujeres.
10,5 % de tasa de paro en Aragón
Los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), la correspondiente al primer trimestre de 2019, establecen la tasa de paro en la comunidad en el 10,5 % (era del 11,6 % en el mismo periodo del año pasado).
Esto implica que hay 577.200 personas ocupadas, lo que supone un incremento del empleo del 2,9 % en tasa anual. El desempleo se disminuyó en 5.700 personas en comparación con el primer trimestre de 2018 (7,8 %).
Brecha salarial
Las notorias diferencias entre hombres y mujeres a la hora de analizar los datos del empleo siguen siendo uno de los asuntos más alarmantes: volviendo a la EPA antedicha, en Aragón hay 319.400 hombres trabajando (11.800 más que hace un año, un incremento del 3,8 %). Son 293.200 las mujeres ocupadas, ergo, un crecimiento del 1 % anual –muy inferior al de los hombres–.
Se refería a ello el secretario general de UGT Aragón, Daniel Alastuey, al afirmar que hay cierto “agotamiento” de la incorporación de la mujer en el mercado laboral durante la crisis y ahora están siendo “peor tratadas”.
Según los datos del Instituto Aragonés de Estadística, la brecha salarial en Aragón es del 25 %. En 2017, los ingresos medios de una mujer en la comunidad fueron de 15.457 euros (5.312 menos que los hombres). Y eso que la situación ha mejorado, aunque no en la medida oportuna: las mujeres cobran 897 euros más que en 2012.
El 81 % de los contratos firmado en 2018 fueron temporales
La temporalidad es otro elemento crucial de distorsión de las cifras de empleo. En 2018, en Aragón, el 80,97 % de los contratos que se firmaron fueron eventuales por circunstancias de la producción y los de obra y servicio: 65.533 de los 640.332 contratos (un 1,87 % más que en 2017).
El dato se extrae del informe sobre la contratación laboral en Aragón presentado el pasado mes de marzo por CCOO. Juan Carlos Cantín, responsable de empleo del sindicato, señalaba en aquel momento que el mercado laboral aragonés continuaba soportando las consecuencias de la reforma laboral de 2012, que ha supuesto “un empeoramiento de las condiciones laborales y abusar de la contratación temporal. El Gobierno no ha cambiado ni lo sustancial de la reforma laboral, solo ha hecho maquillajes a través de decretos”.
En el mismo documento se muestra que el 43,42 % de los contratos realizados a mujeres fueron de jornada parcial: “Porque no encuentran mejores ofertas de trabajo o para compatibilizar los horarios con el cuidado de familiares o la realización de tareas en el hogar”, señaló el representante sindical.
En cuanto a los jóvenes, el volumen de contratación de menores de 25 años aumentó en un 5,25 % respecto a 2017 y mejoró la contratación indefinida (18,43 %), aunque son el último grupo en porcentaje de representatividad en la contratación estable. Por otro lado, en el grupo de 25 a 44 años la contratación disminuyó, ya que en 2018 se firmaron 6.783 contratos menos que en 2017.
Una década perdiendo poder adquisitivo
Un indicador clave que ahonda en ese corolario de que las penurias solo se han olvidado desde un punto de vista macroeconómico, es el del poder adquisitivo: la renta media de los aragoneses pasó entre 2007 y 2016 de 12.937 euros anuales a 13.912, según indicó la Encuesta de Condiciones de Vida del INE (Instituto Nacional de Estadística). Ese aumento, que ha incluido subidas y descensos a lo largo del periodo, alcanza el 7,53 %. Sin embargo, el IPC ha experimentado en ese periodo un alza del 11,2 %, lo que supone un descuadre de 3,7 puntos porcentuales.
Traducida a euros, la mejora de las rentas ha sido de 975 euros, cuando, para hacer frente al encarecimiento del coste de la vida, debería haber alcanzado los 1.445, lo que se traduce en una pérdida de poder adquisitivo de 470 euros.
Las rentas medias de los aragoneses fueron en ese año similares a las de 2009 (13.861 euros), cuando el PIB aragonés era 230 millones de euros menor que ahora. Ese dato es basilar para mostrar el injusto reparto de la recuperación que se está dando en la comunidad, donde las rentas solo se benefician de una mejora del 0,36 % cuando la actividad económica ha avanzado un 0,67 %.
En el “Informe sobre el mercado laboral” de UGT se da un elemento extremadamente significativo, que tiene que ver con los excelentes empresariales: la ganancia bruta de las empresas creció, en 2017, en 155 millones de euros, mientras la remuneración de los asalariados caía en 155. Para reflexionar.