La vivienda en Aragón continúa sometida a un crecimiento estabilizado, pero que sigue sin paliar algunos de los problemas que amenazan con hacerse endémicos. Los alquileres siguen siendo elevados y las miles de viviendas vacías no suponen una solución. Según varios estudios, la situación es halagüeña, pero asociaciones e incluso instituciones denuncian un panorama “muy mejorable”, con los propietarios que no habitan sus viviendas y tampoco les dan un uso.
El informe del portal Miaragon.es referido al primer trimestre de 2019, presenta el dato de que entre enero y marzo se realizaron 3.455 operaciones de compraventa de viviendas en la comunidad autónoma, un 10,35 % más que en el último trimestre de 2018 y solo un 2,37 % más que en el mismo periodo del año anterior. La vivienda nueva crece un 28,38 % y decae la venta de inmuebles usados, con una tasa interanual negativa del 1,86 %.
Zaragoza es, de las tres capitales de provincia, la que ha registrado un crecimiento menor, con un 10,35 % más respecto al trimestre anterior, frente al 12 % de Huesca y al 19,75 % de Teruel. Los pisos cuestan más, pero las variaciones son escasas entre un periodo y otro. Asimismo, el hecho de que las ventas sigan siendo lentas se achaca a unos precios al alza, sobre todo en la capital aragonesa.
El importe medio de la vivienda no llega a los 99.000 euros y los tipos fijos le están ganando la partida a los variables. La cuota media mensual de la hipoteca es de 457,64 euros, a menudo por encima del 25 % del total del sueldo del propietario. Las previsiones para 2019 apuntan a una estabilización del sector inmobiliario en cuanto a precios y demanda, según el quinto Estudio Casaktua, bautizado “La demanda de vivienda en España. 2019, ¿el año de la estabilización del sector?”, que refleja en un contexto general que los españoles que tienen previsto mudarse a corto o medio plazo no encuentran nada que se adapte a sus necesidades (46 %) o que puedan asumir económicamente (44 %).
Según el informe del portal inmobiliario, los precios han crecido ocho puntos en el último año, lo que se refleja en el hecho de que el 58 % de los que se trasladan a régimen de arrendamiento reconoce que es uno de los principales hándicaps, frente al 37% de los que optan por comprar. El 47 % afirma que no se cambia de residencia por una cuestión económica. Esta barrera se ha incrementado nueve puntos en el último año. De cara al futuro, el 88 % del total de los encuestados cree que el coste del alquiler y de la compra seguirá incrementándose.
El precio de la vivienda sube un 2 %
En Aragón, el precio de la vivienda en alquiler ha subido en lo que va de año en torno a un 2 % y se sitúa en 6,68 euros el metro cuadrado al mes, según el Índice Inmobiliario Fotocasa. La media española es de unos ocho euros y medio. Zaragoza es la provincia más cara, pero Huesca la que ha sufrido un incremento más acusado en lo que va de 2019. Aragón ocupa el noveno puesto de entre las autonomías con el precio de la vivienda menos asumible para alquiler. El máximo histórico se alcanzó en junio de 2008, con 10,85 euros/m² al mes. Desde entonces ha acumulado un descenso de cerca del 40 %.
Entidades sociales como Cáritas impulsan un programa denominado de Personas Sin Hogar, que solo en Huesca atendió en 2018 a unas 840 personas se han beneficiado de sus recursos, y alrededor de 880 han asistido al Centro de Día Fogaril, una cifra que supone un incremento del 7 % respecto de 2017. En el proyecto de viviendas de acogida se han alojado 16 personas en cuatro viviendas, entre ellas tres familias con cinco menores.
La ciudad de Huesca cuenta con 5.120 posibles viviendas vacías, según el censo realizado por el Ayuntamiento de Huesca a través de la Concejalía de Vivienda en la anterior legislatura. El objetivo de este proyecto, que se ha desarrollado en dos fases, es que “en un futuro se puedan realizar acciones para incentivar a los propietarios a que saquen sus viviendas al mercado para satisfacer la demanda existente y posibilitar que bajen los precios de alquiler”, explicó en su día el entonces concejal del área, Fernando Justes.
En 496 de las viviendas no hay nadie empadronado y cuentan con consumo cero; 617 no tienen empadronados y tienen un consumo inferior a 15 metros cúbicos al año; en 1.461 hay personas empadronadas aunque con consumo cero; y 2.642 tienen personas empadronadas y un consumo menor de 15 metros cúbicos al año. Además, los bancos tienen en propiedad otras 95 viviendas.