Aragón Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Israel no da respiro a la población de Gaza mientras se dilatan las negociaciones
Los salarios más altos aportarán una “cuota de solidaridad” para pensiones
Opinión - Por el WhatsApp muere el pez. Por Isaac Rosa

82º aniversario del voto femenino. Clara Campoamor y las mujeres del S.XX

Corría el 19 de noviembre de 1933 cuando se produjo un hito en la historia de la democracia española, fueron las primeras elecciones legislativas en las que las mujeres pudimos votar.

Había sido dos años antes cuando Clara Campoamor defendió el voto femenino en las Cortes Generales, con este fragmento del discurso como una de sus partes fundamentales: ¿Y es en nombre de esa personalidad, que con vuestra repulsa reconocéis y declaráis, por lo que cerráis las puertas a la mujer en materia electoral? ¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo.”

Cuando nos encontramos a puertas de unas elecciones generales se hace prioritario recordar que, cualquier modelo de un estado democrático que se precie llamarse así, debe ser todo un modelo de igualdad entre su ciudadanía. Las mujeres y el reconocimiento de la igualdad entre nosotras y los hombres portan el nombre de República. Un recorrido breve en un período más breve de tiempo, como es el siglo XX y el primer tercio del siglo XXI, es suficiente para aseverar que no todos los modelos de Estado son iguales y nos tratan como tal a la ciudadanía ante la ley y las políticas que las desarrollan.

“República, república siempre, la forma de gobierno más conforme con la evolución natural de los pueblos». Así respondió Clara Campoamor a un medio de comunicación cuando le preguntó sobre el modelo de Estado en el Ateneo de Madrid. Corría el año 1931.

La República es femenina e igualitaria y la historia así lo demuestra. Recorramos estos últimos cien años de historia.

Principios del S.XX: Los movimientos feministas y asociaciones de mujeres exigían desde principios de siglo la instauración de un régimen democrático en el que las políticas económicas, sociales y legales dieran pasos a una sociedad más igualitaria entre mujeres y hombres. Como no podía ser de otra manera, a raíz de la instauración de la II República y de la aprobación de la Constitución de 1931 fue cuando sucedieron este tipo de avances en la igualdad: se aprobó el sufragio femenino y las mujeres pudieron votar en 1933; se implantó el matrimonio civil y la aprobación del divorcio en 1932. Sanciones legales en la igualdad al acceso en puestos oficiales. Descenso en un 20 % del analfabetismo de las mujeres.

Fueron las mujeres feministas y republicanas las que pusieron voz a los genocidios provocados por el nazismo y lo que ocurría en los campos de concentración.

Federica Montseny, política y anarcosindicalista, ministra de Sanidad y Asistencia Social por un corto periodo de tiempo, planteó el primer proyecto de Ley del Aborto en España.

La Guerra Civil y el nuevo Estado impuesto tras la victoria de las fuerzas franquistas el 1 de abril de 1939 eliminaron a golpe de fusilamiento todo lo logrado hasta ahora.

Ayer, hoy y mañana. Finales del XX y principios del XXI. La modernidad España a finales del siglo XX y principios del XXI se recogen los siguientes avances en derechos y cobertura legal a las mujeres.

  • - La brecha salarial entre hombres y mujeres sigue ampliándose, situándose en el 19,3%.
  • - La Reforma de Ley del Aborto, y su nunca despenalización por ningún ejecutivo desde la muerte del dictador.
  • - 1383 mujeres asesinadas por hombres y casi un 25 % de recorte en prevención, educación y actuación para mujeres víctimas de terrorismo machista.
  • - ….y seguid completando el listado hasta el infinito y más allá.

Sí, ¡claro que eran otros tiempos! Para nuestra desgracia “lo eran”. Y, evidentemente, se entiende a quién promulga que “no se quiera remover el pasado” sobre todo cuando éste da lecciones al presente y además lleva nombre de mujer.

¿Qué tal si pensamos un poco en ello antes de depositar el voto en las urnas el próximo 20-D? Es obligación recuperar ese pasado para conquistar el futuro y la revolución será feminista o no será. O perderemos las de siempre.

Corría el 19 de noviembre de 1933 cuando se produjo un hito en la historia de la democracia española, fueron las primeras elecciones legislativas en las que las mujeres pudimos votar.

Había sido dos años antes cuando Clara Campoamor defendió el voto femenino en las Cortes Generales, con este fragmento del discurso como una de sus partes fundamentales: ¿Y es en nombre de esa personalidad, que con vuestra repulsa reconocéis y declaráis, por lo que cerráis las puertas a la mujer en materia electoral? ¿Es que tenéis derecho a hacer eso? No; tenéis el derecho que os ha dado la ley, la ley que hicisteis vosotros, pero no tenéis el derecho natural fundamental, que se basa en el respeto a todo ser humano, y lo que hacéis es detentar un poder; dejad que la mujer se manifieste y veréis como ese poder no podéis seguir detentándolo.”