Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La declaración de Aldama: “el nexo” del caso Ábalos apunta más arriba aún sin pruebas
De despacho a habitaciones por 1.100 euros: los ‘coliving’ se escapan de la regulación
Opinión - ¿Misiles para qué? Por José Enrique de Ayala

“Ciudadanos y el PP no se han leído la Ley de Derechos Históricos, y si lo han hecho demuestran nula comprensión lectora”

José Luis Soro en su despacho del Gobierno de Aragón

Óscar F. Civieta

Zaragoza —

José Luis Soro (Zaragoza, 1966) es el presidente de Chunta Aragonesista (CHA) y, desde julio de 2015 –cuando optaron por formar parte del Ejecutivo autonómico–, consejero de Vertebración del Territorio y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón. Una decisión, la de entrar en el Gobierno, que considera acertada y que, dice, “ha permitido que mucha gente descubriera qué es esto de CHA”.

Se muestra orgulloso del trabajo realizado, aunque asegura que nunca estará satisfecho, porque aspira a que “Aragón sea el mejor país del mundo”. Sobre la polémica por la Ley de actualización de los derechos históricos de Aragón, afirma con rotundidad que se trata, “lisa y llanamente, de cumplir la ley”. Y lo deja claro: “No es una ley ni nacionalista ni independentista”.

¿Cómo valora esta legislatura como consejero de Vertebración del Territorio y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón?

Era todo un reto ser el primer consejero aragonesista, el primer militante de CHA que formara parte del Gobierno. Estoy muy satisfecho de la experiencia, porque estás en política para mejorar la calidad de vida de la gente y eso no se consigue desde la oposición.

Estoy satisfecho, por ejemplo, de la lucha contra la despoblación, que es algo que llevamos en el ADN de CHA, de las políticas sociales de vivienda o de la ilusión colectiva que hemos conseguido en torno a Canfranc. Siempre querrías hacer más cosas, pero tres años es muy poco tiempo para transformar Aragón. Aunque estamos seguros de que sin CHA en el Gobierno, Aragón estaría mucho peor de lo que está.

Y algo importante es la obsesión por la coordinación y la colaboración. Teníamos clarísimo que esa coordinación era importante entre todas las administraciones, internamente en el Gobierno, con la sociedad civil e incluso con el Gobierno central.

¿Está contento con la colaboración con el Gobierno de España?

Es evidente que políticamente con el PP estamos en las antípodas. Es difícil desarrollar políticas de izquierdas con las reglas liberales, pero hemos conseguido un nivel de lealtad aceptable, aunque hemos recibido muchas palabas y muy pocos hechos.

A ver si la cosa cambia y vemos más hechos en materia de inversiones en infraestructuras, en el Cantábrico-Mediterráneo, en el Canfranc, en vivienda..., en esto hay una cuestión determinante para ver si el nuevo ministro hace las cosas de otra manera, que es la opción de que se retiren los recursos de inconstitucionalidad que se pusieron frente al decreto ley y la ley de vivienda. Aprobamos un decreto ley y una ley muy avanzada y vanguardista para proteger de verdad el derecho a la vivienda digna y el PP lo recurrió.

Se ha avanzado mucho en Canfranc, ¿creía de verdad que se podía llegar tan lejos?

Tener la posibilidad de recuperar Canfranc para todos los aragoneses y no aprovecharla, habría sido imperdonable. Asumíamos un enorme riesgo político, porque generar la esperanza y la ilusión colectiva que hemos generado en algo que es un símbolo para Aragón, el auténtico icono laico, iniciar los trámites para hacerlo era un riesgo, pero por Canfranc valía la pena.

Nadie se había creído de verdad que podíamos cambiar Canfranc, y lo que hemos hecho es cambiar radicalmente el enfoque. Canfranc se había visto como una oportunidad de especulación y no, es un acto de amor, es un ejercicio de recuperación de un lugar único que nos pertenece a todos. La clave del éxito ha sido el amor y la cercanía, el calor humano que tiene el proyecto.

Hasta ahora se habían contratado a grandes despachos de arquitectos, aquí lo hemos hecho con gente de la casa. Todos los que estamos en este proyecto nos sentimos unos privilegiados. Y, sobre todo, saber que ya es imparable, que no hay vuelta atrás: hay una licitación pública que tiene unos plazos y tenemos la financiación cerrada. En tres o cuatro años Canfranc volverá a estar llena de historias, de vida, de gente. Solo por esto merece la pena el esfuerzo que hemos hecho.

Se ha hecho una directriz sobre despoblación, ¿se pasará por fin de las palabras a los hechos también en este tema?

No hay varitas mágicas, con la directriz no basta, pero es necesario diseñar estrategias. Por ejemplo, en las cuencas mineras se recibió mucho dinero para buscar alternativas al carbón y ahí están los resultados: no se ha conseguido porque no hubo planificación. La estrategia es clave y lo hemos aprendido de Escocia, que es un caso de éxito. Pero también hemos aprendido que es una carrera de fondo, allí se han visto resultados después de cinco décadas de trabajo.

Ahora es trabajo de todo el mundo, de todos los departamentos, de todas las administraciones locales, es necesario un nuevo sistema de financiación autonómica. Por eso me parece una irresponsabilidad que el nuevo Gobierno socialista haya renunciado a impulsarlo.

Del departamento dependen el Observatorio de Dinamización Demográfica y Poblacional, que ya se ha constituido; el Fondo de Cohesión Territorial, o el Índice Sintético de Desarrollo Territorial, que es con una cifra expresar el nivel de desarrollo territorial de municipios y comarcas y espero que se publique en el mes de julio.

¿Cree que se ha errado en anteriores medidas, que se apostó demasiado, por ejemplo, por la instalación de grandes empresas?

Todo vale, pero no basta con crear empleo. Ahora la gente, en muchos casos, no vive donde trabaja. Hay que crear condiciones de vida que hagan que la suma de todos los factores (educación, sanidad, transporte, cultura, ocio…) te hagan feliz viviendo en un pueblo. Crear empleo no garantiza que la gente se quede a vivir en un lugar. Y tenemos que empezar a hablar de repoblación y no tanto de despoblación, no podemos estar todo el día quejándonos.

¿Haga ahora una valoración de lo que va de legislatura como presidente de Chunta Aragonesista?

Para un aragonesista que está convencido del inmenso potencial de Aragón todo te parece poco. Nunca estaré satisfecho porque aspiro a que Aragón sea el mejor país del mundo. Me gustaría que se hubiera avanzado mucho más en algunas cosas, pero es que no partíamos de cero, sino de una legislatura muy dura del PP en la que había desguazado el Estado del Bienestar, había tratado de enterrar el autogobierno. Al principio hubo que centrar los esfuerzos en recuperar y construir lo que la derecha centralista había destruido.

Hemos puesto las bases para un desarrollo de Aragón en clave socialista, hay una agenda social en marcha que no se agotará, por eso es clave que siga habiendo un gobierno de izquierdas en Aragón.

¿Qué significa para CHA que salga adelante una ley como la actualización de los derechos históricos?

Es un auténtico hito para el aragonesismo y para Aragón. Esta ley es, lisa y llanamente, cumplir la ley. Es algo que algunos no entienden porque no se han molestado en leerla. La Constitución reconoce el derecho de los territorios a actualizar sus derechos históricos, no dice cuáles son esos territorios forales, no dice que sean Navarra y País Vasco, y el Estatuto de Autonomía de Aragón reconoce, desde el año 82, el derecho del pueblo aragonés a actualizar sus derechos históricos. Estamos ejecutando la disposición adicional primera de la Constitución y la disposición adicional tercera del Estatuto.

Lo que se hace es reconocer que Aragón, por su historia, tiene una posición singular en el conjunto del Estado y, sobre todo, que tiene derecho a acceder al más alto grado de autogobierno en materia institucional, competencial o financiera.

Es una ley que piensa más en futuro que en pasado, una ley social que parte de la concepción del autogobierno como instrumento para construir el Estado del Bienestar. Las comunidades autónomas somos las garantes de esos derechos sociales, por eso es tan importante defender el autogobierno con uñas y dientes, cada centímetro que se retrocede en esto, se retrocede un metro en derechos sociales.

Es una ley orgullosa de nuestro pasado, que no rompe nada, sino que crea mucho y da los instrumentos para hacer un Aragón mejor en beneficio de la gente que vive aquí.

¿Cree que quien la crítica se queda muy en la superficie, en eso de que se reconoce a Aragón como “nacionalidad histórica”?

Quien la critica no se la ha leído. Específicamente Ciudadanos, pero también el PP, no se han leído la ley. Y si lo han hecho demuestran una nula capacidad de comprensión lectora. Esta no es una ley independentista ni es una ley nacionalista; obviamente tiene el sello de CHA, porque la presenta CHA. Están llenos de prejuicios, sino hubiera sido por los prejuicios que tiene la derecha, perfectamente podían haber entrado en el consenso de esta ley.

Dice Ciudadanos que la ley es inconstitucional

Hay un artículo en el Estatuto, que Ciudadanos no ha llegado hasta ahí porque está muy al final, que es la disposición adicional tercera y dice que la aceptación del régimen de autonomía del Estatuto no supone la renuncia del pueblo aragonés a los derechos históricos que le pudieran corresponder en virtud de su historia, y que pudieran actualizarse en el marco de la Constitución y del Estatuto de Autonomía, eso es lo que se ha hecho.

Aragón es nacionalidad histórica, pero no porque lo diga yo o lo diga CHA, es que lo dice una ley estatal, porque el Estatuto de Autonomía se aprueba en las Cortes generales. Parece que Ciudadanos pretende que esa disposición adicional tercera no tenga contenido, pero sí lo tiene. Aparte de que Ciudadanos no tiene suficientes diputados para recurrir la ley, ni saben leer ni saben contar. Supongo que estarán buscando cómplices.

¿Ha tenido que hacer CHA mucho encaje de bolillos para mantener su línea argumental e ideológica estando dentro de un Gobierno del PSOE?

Yo creo mucho en las minorías y en la suma. El mestizaje en general en la vida es bueno. Estar en un gobierno en minoría y en coalición supone estar en una negociación constante, pero no en un conflicto constante. Y eso pasa por la lealtad entre los socios. El diputado y la diputada de CHA en las Cortes defienden el trabajo del Departamento de Vertebración, pero también el del resto de departamentos, porque también es su Gobierno. CHA ha sido coherente con lo que es, con el espíritu de su fundación y con sus objetivos políticos.

Pero sí ha habido críticas por ese acercamiento al PSOE y alejamiento de unas ideas más de izquierdas propias de CHA

Este es un Gobierno que ha hecho políticas de izquierdas. Vinimos para estar en un gobierno de izquierdas y con sensibilidad aragonesista y se ha cumplido. Las políticas desarrolladas en sanidad, educación, vivienda, derechos sociales, son de izquierdas. Y con la dificultad de desarrollarlas con las reglas del juego liberales, la obsesión con el déficit, el techo de gasto, todo lo que nos impone el liberalismo imperante complica mucho las cosas.

¿Le gustaría volver a ser consejero?

Esto suena a frase hecha, pero te aseguro que es verdad: estoy absolutamente realizado en lo político, un aragonesista no puede llegar a más que a ser consejero del Gobierno de su país. Para mí ha sido lo máximo que podría llegar a ser, y encima presidente de CHA. En mi ámbito personal me siento absolutamente realizado y tengo pocas aspiraciones personales.

Pero sí me preocupa mucho que en mayo de 2019 no haya una mayoría de izquierdas, que la suma entre PSOE, Podemos y CHA no sea suficiente, y abramos las puertas a experimentos, al PP o a Ciudadanos en el Gobierno de Aragón. Me preocupa mucho menos cuál es el resultado de CHA, que la suma global.

El trabajo que se está haciendo desde su consejería, ¿cree que en la calle se percibe como labor de CHA o se enmarca en el plano general de un Gobierno del PSOE?

Creo que sí. Yo que vengo a trabajar en autobús y paso tiempo en la calle, y siempre soy el de la CHA. Entrar en el Gobierno ha permitido que mucha gente descubriera qué es esto de CHA. Había clichés y prejuicios y hemos demostrado que somos gente responsable, seria y con capacidad para llegar a acuerdos. Aunque asumo que el hecho de que el trabajo del departamento esté bien valorado no se traduce en votos.

¿Se plantea CHA entrar en alguna confluencia?

El objetivo es entrar en confluencia después de las elecciones. Queremos formar parte de gobiernos transformadores y de izquierdas, tanto en el Gobierno de Aragón como en los ayuntamientos y comarcas. Pero entendemos que tenemos la obligación de preservar el proyecto político de CHA. En 2015, la situación era complicada para nosotros y decidimos acertadamente, con el orgullo chuntero de querer mantener lo que somos, concurrir con nuestras siglas.

Somos depositarios del aragonesismo socialista y no queremos desaparecer disueltos en proyectos políticos que son muy diferentes a nosotros, que son proyectos de obediencia a Madrid, que no son autónomos ni tienen capacidad de decisión en Aragón.

Etiquetas
stats