A Arturo Aliaga no le frenan ni los problemas de salud que padece ni los consejos de su familia y mucho menos las críticas de un sector del Partido Aragonés (PAR).
El presidente aragonesista y vicepresidente del Gobierno de Aragón confirmó ayer lo que se intuía desde que el domingo aseguró en unas declaraciones a Heraldo de Aragón que él todavía no se veía paseando a sus nietos y a sus perros por la calle. Aliaga no da su brazo a torcer y optará a la reelección al frente de los aragonesistas, cargo que ocupa desde hace seis años, en el XV Congreso de la formación que se celebrará los próximos días 23 y 24 de octubre en Zaragoza.
Aliaga, que cumplirá 66 años el próximo día del Pilar, tenía de plazo hasta el próximo sábado 9 para hacer pública su candidatura, pero se adelantó ayer convocando a la prensa a las 11 de la mañana en la terraza del Acuario de Zaragoza. Rodeado de una veintena de cargos orgánicos e institucionales del partido, confirmó su candidatura cuando apenas habían transcurrido tres minutos del acto. “Me siento con fuerzas. Estoy preparado para dar la batalla”, despejó con rotundidad las especulaciones. Una vez desvelada la principal incógnita, se dejó llevar y con su habitual sinceridad admitió que la decisión no le hacía mucha gracia a su familia. “No están muy contentos”, reconoció. “Me supone mucho esfuerzo personal, pero no puedo defraudar a mucha gente”, prosiguió.
También aprovechó su comparecencia ante la prensa para hacer un llamamiento a la unidad, palabras que dirigió, aunque sin nombrarlo específicamente, al sector crítico, que en las últimas semanas ha incrementado notablemente su presión contra el líder aragonesista hasta el punto de que ha amenazado con llevar a los tribunales la súbita incorporación en el partido, fuera de plazo según los críticos, de más de 300 nuevos afiliados que presumiblemente serían afines a la dirección actual. Aunque la tensión es máxima, es altamente improbable que los críticos presenten un candidato alternativo a Aliaga, quien dejó claro ayer que si se presenta, es para ganar de forma contundente. No habló de porcentajes, aunque avanzó que si su candidatura obtiene apenas el “51%, dimitiré al día siguiente”.
Lambán respira tranquilo
La candidatura de Aliaga y su casi segura reelección seguramente habrá sido recibida con alivio por el propio presidente, el socialista Javier Lambán, quien en las últimas semanas ha elogiado en múltiples ocasiones a su vicepresidente, dando a entender su apuesta por la continuidad del dirigente aragonesista como garantía de estabilidad en el cuatripartito en los dos años que faltan de legislatura. “El PAR seguirá trabajando para hacer un Aragón grande, con plenitud de empleo y donde la gente pueda ser feliz”, concluyó Aliaga, quien a principios de año fue intervenido en el hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde le fue extraído un tumor de la vejiga.