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El consejo escolar de cada centro escogerá la jornada lectiva de los alumnos en Aragón

Se valorará la reducción de la carga de trabajo en casa.

Óscar F. Civieta

Zaragoza —

Aunque es un proyecto recién nacido, desde el Ejecutivo autonómico ya van deslizando algunas de las claves del proceso por el que los colegios de Infantil y Primaria podrán elegir su jornada lectiva. El Departamento de Educación está escuchando a los implicados para pergeñar el sistema más conveniente. Como se encargó de remarcar la consejera del ramo, Mayte Pérez, “se ha abierto un debate sobre tiempos escolares en el que vamos a escuchar a todas las partes”.

La idea es que sean los propios consejos escolares de cada centro los que elaboren un proyecto. En este se establecería el tipo de jornada lectiva, también el reparto de horas extraescolares y demás cuestiones y actividades a realizar mientras los niños estén en el centro escolar. Siempre, y esto también lo dejó claro Pérez, respetendo los servicios básicos y la gratuidad de los mismos.

Los consejos escolares de los centros en la Comunidad han de estar formados por el director, jefe de estudios, un representante de la Administración, un número estipulado por el claustro de profesores y padres de alumnos, alguien de administración y servicios y el secretario o administrador del centro.

Una vez que el consejo haya elaborado el proyecto, este deberá recibir el visto bueno del censo total de padres y madres de alumnos. Para ello se precisará un voto cualificado, aunque el porcentaje exacto todavía no se ha establecido.

El proyecto pasa al Gobierno de Aragón

Cuando el documento tenga la anuencia de los progenitores pasará a ser analizado por el Departamento de Educación. Se comprobará que cumple todos los requisitos establecidos y se valorarán, entre otras cosas, la mejora de la atención al alumno y que se minimice la carga de trabajo que los niños y niñas se llevan a casa. Por ejemplo, aseguran fuentes de la Consejería, estableciendo alguna hora para que los niños puedan hacer los deberes en el propio colegio. Una vez inquirido será el Ejecutivo autónomo el que dará un veredicto.

Aunque quieren hacer las cosas con calma, el propósito, apuntó Mayte Pérez, es que todo esté preparado para el próximo curso, siempre teniendo en cuenta que el proceso de matriculación comenzará, probablemente, en el mes de marzo de 2016.

Sindicatos y padres satisfechos con la medida

Tanto CSI-F como CGT, los dos sindicatos con mayor representación en la enseñanza aragonesa, han mostrado su satisfacción con la medida anunciada. Ambos coinciden en afirmar que es algo que llevaban años solicitando. Desde CGT, por añadidura, muestran su acuerdo con las premisas básicas expresadas por la Adiministración y esperan “que tanto la normativa que concrete este proceso, como la puesta en práctica cumplan estas líneas generales”.

Menos contundentes en su agrado se mostraron en la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar). Confían, dicen, en que los cambios “no se conviertan exclusivamente en comprimir el horario lectivo, ni en que el profesorado tenga las tardes libres, ni siquiera en que las familias tengan garantizada la apertura del centro para facilitarles su conciliación laboral y familiar”. Piden que esta “demandada autonomía” sirva para mejorar la “formación integral del alumnado, independientemente del modelo de jornada elegido”.

Ya anuncian que estarán vigilantes y que exigirán evaluaciones “que posibiliten los cambios necesarios si no se cumpliesen los objetivos y expectativas creados”.

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