Las enfermedades mentales se han disparado en Aragón en los últimos ocho años, coincidiendo con la crisis económica. Según indican los datos de la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria del INE (Instituto Nacional de Estadística), los días de hospitalización de pacientes que padecen trastornos mentales en la Comunidad ha pasado de mantenerse por debajo de los 90.000 en los años previos a la crisis a situarse claramente por encima de esa cifra a partir de 2008.
Ese año alcanzó un registro de 119.400 días de hospitalización que solo se vio superado por los 120.851 de 2013, una marca que llegó tras el mínimo de 78.156 de 2012. 2008 marca una división entre las cifras de los años previos, cuando oscilaron entre 75.320 y 86.517. A partir de entonces, y con los dos picos señalados, la horquilla se elevó a una franja de entre 91.171 en 2011 y 96.226 en 2009.
Más de la mitad de esas estancias hospitalarias, por encima de las 50.000 desde hace una década, corresponden a psicosis de carácter orgánico. La mayoría de ellas, 34.468 sobre un total de 57.711 el año pasado, tienen como causa los trastornos esquizofrénicos, una patología cuyos efectos van en aumento mientras se reduce el de otras enfermedades mentales como la demencia senil –bajó de 2.000 días de hospitalización por primera vez el año pasado, tras haber superado varias veces los 5.000- o las causadas por el abuso del alcohol o la droga, que se encuentran en los niveles más bajos de la serie con 3.200 en su conjunto.
Más ingresos sin relación con el consumo de tóxicos
También se mantienen en niveles elevados los ingresos hospitalarios provocados por trastornos neuróticos de la personalidad y los de carácter no psicótico sin relación con el consumo de sustancias tóxicas, que llevan varios años por encima de los 15.000, cuando antes de la crisis se situaban en torno a los 13.000.
Por edades, el grueso de las altas hospitalarias provocadas por trastornos mentales se concentran en la franja de los 35 a los 54 años, las únicas que superan los 250 casos.
Especialistas en salud mental y organizaciones que trabajan en ese campo llevan años advirtiendo de un aumento de la prevalencia de las patologías de este tipo. De hecho, la OMS (Organización Mundial de la Salud) pronostica que la depresión será en 2030 la principal causa de discapacidad.
“La crisis es un factor que favorece su aparición”
Algunos estudios, como el Informe Sepas, efectuado sobre pacientes de Atención Primaria, sugieren que la crisis económica está teniendo graves efectos en este ámbito de la salud pública. “Los trabajos publicados antes de la crisis financiera del año 2008 sugieren que las dificultades económicas contribuyen a una peor salud mental”, señalan sus autores, que destacan el aumento que entre 2006 y 2010 registraron los trastornos del estado de ánimo (19 %), los de ansiedad (8 %) y los causados por el abuso del alcohol (5 %).
Ana López, gerente de Asapme (Asociación Aragonesa Pro Salud Mental), coincide en el diagnóstico: “Saber cuál es el motivo es la pregunta del millón”, señala, “ya que las enfermedades mentales tienen causas múltiples”. “No se puede generalizar –añade-. Pero la crisis es un factor más” que favorece su aparición, básicamente porque genera factores ambientales desestabilizadores, como la precariedad y la sensación de vulnerabilidad, que pueden desencadenar su aparición.
“Cualquier situación económica, ambiental o de otro tipo que provoque desestabilización puede favorecer su comienzo”, resume. “La crisis es un factor más que puede tener estos efectos”, añade.