Indignación y rabia en Zaragoza ante la puesta en libertad de 'la manada'

Al grito de “Justicia machista, defensa feminista” o “ Yo sí te creo, hermana”, miles de personas se han concentrado a las 19:00 frente a la Audiencia de Zaragoza, obligando a cortar el tráfico del tranvía a esa altura del Coso. La convocatoria partía de la la Asamblea 8M y la Coordinadora de Organizaciones Feministas, pero indignación ambiental hubiera bastado para echar a la calle a una multitud a la que el cierzo se ha sumado en su protesta contra la decisión de la Audiencia de Navarra de dejar en libertad provisional a los miembros de 'la manada'.

Apenas una hora antes se había conocido la noticia de la excarcelación de los tres condenados presos en Pamplona, y durante la concentración se ha producido la salida de prisión de los dos reclusos en Alcalá Meco, tras pagar las correspondientes fianzas. Al tiempo que se producía este momento, un ensordecedor grito ha brotado de las gargantas de las y los concentrados en la céntrica vía zaragozana.

Las proclamas - “ista, ista, ista, Zaragoza es feminista” ha sido una de las más coreadas- se han silenciado para escuchar la lectura del manifiesto. “La misma justicia patriarcal que no vio violación alguna es la que ahora hace esto”, ha señalado en referencia a la sentencia que declaró a los integrantes de 'la manada' culpables de abusar sexualmente de una joven en los Sanfermines de 2016, no apreciando delito de agresión sexual. “Este es su mensaje: violarnos sale muy barato”, han denunciado.

La masiva concentración de esta tarde ha reforzado el mensaje de que “las mujeres estamos cada día más organizadas y no vamos a quedarnos calladas y sumisas bajo sus leyes e instituciones patriarcales”. “No nos vamos a callar, no nos vamos a rendir”, han proclamado las lectoras del manifiesto, que ha finalizado al grito de “¡Nosotras sí somos manada!”.

La concentración, que ha reunido a unas 5.000 personas, se ha convertido en una marcha que ha continuado hasta la plaza del Pilar, donde han vuelto a resonar los gritos de indignación y rabia.