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Una ruta recupera la Línea del Cinca, la imponente defensa republicana que no pudo frenar el avance franquista

Autoridades locales y provinciales visitaron la ruta de la Línea del Cinca.

ElDiarioAragón

Huesca —

El patrimonio y la memoria histórica son más accesibles entre Monzón y Selgua, en la zona oriental de la provincia de Huesca, tras la recuperación de restos de fortificaciones y trincheras en una ruta turística. Diputación de Huesca y Ayuntamiento de Monzón han impulsado esta recuperación de la Línea del Cinca, la principal obra defensiva que construyó el bando republicano en Aragón durante la Guerra Civil.

Los restos de la que fuera una de las etapas más decisivas y duras de la historia “deben servir para la memoria, el recuerdo y, sobre todo, que no caiga en el olvido de las generaciones de jóvenes la mucha gente que luchó por las libertades, la democracia, lo que consideran en aquel momento fundamental”, señaló Miguel Gracia, presidente de la institución provincial. Asimismo, insistió en que, más allá de su vertiente turística, esta actuación “tiene una importancia simbólica, es un acto de justicia histórica”.

El recorrido que propone esta ruta ya abierta al público comienza en las cañoneras del Castillo de Monzón y continúa por los márgenes del río Cinca, donde destacan por su estado de conservación los elementos en la localidad de Selgua; trincheras, nidos de ametralladoras, polvorines o refugios localizados en las inmediaciones del barranco de La Clamor y en el cerro de San Salvador, donde también se ubica la ermita del mismo nombre en la que se pueden ver todavía las huellas del conflicto en los relieves de sus paredes y que pone punto final a la ruta.

En estas trincheras se ve cómo la vida de los soldados fue muy dura debido a las condiciones que debieron de soportar, ya que a los ataques del enemigo se añadían las inclemencias del tiempo. La Línea del Cinca de la que forman parte se extendía desde las inmediaciones del Pirineo y las obras se empezaron a construir al principio de la contienda.

En 1937 se habían construido más de siete kilómetros de trincheras, trece kilómetros de caminos cubiertos, centenares de nidos de ametralladoras acompañados por asentamientos artilleros y refugios para las tropas con capacidad para 4.000 soldados. A pesar de los esfuerzos del bando republicano, la Línea del Cinca no fue obstáculo para el avance del ejército nacional en su ofensiva en Aragón en marzo de 1938 y buena parte de las fortificaciones, algunas ahora recuperadas, acabaron siendo destruidas.

Para dar a conocer este recorrido memorialístico, el Ayuntamiento de Monzón ya ha organizado visitas un domingo cada mes, los primeros serán el 28 de enero, el 18 de febrero y el 4 de marzo y estará guiada por especialistas del Griegc, el grupo de investigación y estudio de espacios de la Guerra Civil quienes también son los autores del estudio de donde parten las actuaciones realizadas.

Esta actuación es una de las más significativas del programa de memoria histórica de la Diputación de Huesca que ha desarrollado durante el pasado año con un presupuesto de 70.000 euros que se durante el presente año se incrementará hasta llegar a los 100.000 euros.

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