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El fiscal pide seis años de cárcel a Francis Franco por embestir con su todoterreno a un coche de la Guardia Civil

Francis Franco, en el Juzgado de Calamocha (Teruel) en marzo de 2016.

Elisa Alegre Saura

Teruel —

Francisco Franco Martínez Bordiú, el nieto mayor del dictador, se sentará en el banquillo el próximo enero en Teruel en un juicio en el que el Fiscal pide para él cuatro años de prisión por atentado a la autoridad y otro más por un delito contra la seguridad vial y otro por daños. El ministerio público reclama que pague una indemnización y multas por las lesiones causadas a un agente de la Guardia Civil y los daños a un coche de la Benemérita.

Tras la larga instrucción realizada en el Juzgado de Instrucción de Calamocha (Teruel), el caso se juzgará en en Teruel entre el 22 y el 24 de enero del próximo año.

Franco será juzgado junto al que era uno de sus empleados, para quien el Fiscal pide la misma pena por atentado a la autoridad. Durante la instrucción se han acumulado pruebas de que era Francis Franco quien conducía el todoterreno que arremetió contra un coche patrulla de la Guardia Civil.

El episodio tuvo lugar el 30 de abril de 2012 cuando una patrulla descubrió a un coche que circulaba por una carretera de Calamocha pasadas las 7:30 de la mañana con las luces apagadas. Los agentes sospecharon de que se trataba de cazadores furtivos.

En las calificaciones previas, la Fiscalía considera probado que Franco conducía el coche con su empleado como copiloto, y que ambos se dieron a la fuga a gran velocidad al ver a los agentes, sin respetar las señales de tráfico, comenzando así una persecución por caminos y pistas forestales.

Finalmente la Guardia Civil consiguió dar el alto al vehículo en un camino entre las poblaciones de Collados y Lagueruela momento en el que, según se recoge en la instrucción, el copiloto Nicolae exhibió un arma larga. En ese momento, Francis Franco maniobró hacia atrás y colisionó con el vehículo de la Guardia Civil arrastrándolo varios metros, lo que provocó lesiones a un agente. Este guardia civil está personado en el caso como acusación y pide para el nieto del fundador también cuatro años de prisión.

Tras el golpe el todoterreno se dio nuevamente a la fuga por caminos forestales y se perdió la pista hasta que el coche fue localizado después por una patrulla de la Guardia Civil en la localidad de Bea, abandonado y sin las llaves.

Las defensas de ambos acusados piden la libre absolución, y en el caso de la de Francis Franco, alegan que se encontraba en Madrid ese día, y que se le relaciona con el caso porque el vehículo implicado era propiedad de una sociedad “de la esfera empresarial” de la familia Martínez Bordiú. En el texto presentado por el abogado de Franco ante la apertura de juicio oral denuncia también “carencias del traslado” de la documentación del caso desde el Juzgado de Calamocha al Juzgado de lo Penal en Teruel.

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