Que viene el lobo… ¿o son perros asilvestrados?: ganaderos y Gobierno de Aragón discrepan sobre el origen de los últimos ataques a ovejas

Miguel Barluenga

17 de mayo de 2021 22:41 h

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Los últimos ataques registrados a ganado ovino en el término municipal de Sabiñánigo (Huesca) han vuelto a poner la presencia del lobo y de perros asilvestrados que campan a sus anchas por suelo aragonés en la primera línea. Frente a la inquietud de los afectados, el papel de las autoridades es el de delimitar la autoría de estas acciones. Y en oposición a la creencia popular, se producen más agresiones de cánidos que de lobos. En todo caso, los ganaderos buscan soluciones a un problema que consideran común.

En los últimos dos meses se han registrado ataques en la misma zona y a rebaños de ovino que se encontraban pastando en las inmediaciones de las localidades de Senegüé, Sorripas y Aurín, en el municipio de Sabiñánigo. El primero se produjo el 8 de marzo cerca de Aurín, con cuatro cabras muertas y varias heridas. El segundo fue el 29 de marzo con varias ovejas mordidas y muertas. Y el último por el momento tuvo lugar la noche del 29 al 30 de abril en un rebaño de 280 ovejas, con un balance de 13 muertas y 34 atacadas en la zona del cuello y piernas y heridas muy graves.

Varios de estos animales muertos se trasladaron al Centro de Recuperación Fauna Silvestre de la Alfranca para que fueran examinados y el Departamento de Agricultura del Gobierno de Aragón descartó que se tratase de ataques de lobo. Los perros asilvestrados son generalmente animales domésticos abandonados por sus propietarios y cuidadores que se han adaptado a la vida salvaje. Estos suelen vivir aislados y sobreviven alimentándose con despojos, si bien pueden atacar a animales domésticos e incluso resultar una amenaza para los humanos. También pueden producirse ataques de perros domésticos, una opción mucho menos común.

La Plataforma contra la Presencia del Lobo y el Oso en Aragón ha manifestado su “solidaridad y apoyo” a los ganaderos afectados por los recientes ataques y subraya que “el tipo de mordedura y las zonas con heridas bien se podría estar ataque de lobo”. Estas lesiones, “son muy similares a las efectuadas por el lobo en los Monegros”. A su juicio, “no se puede asegurar al cien por cien” que los ataques hayan sido producidos por perros.

Frente al criterio de la DGA, señalan que en los Monegros se han producido ataques que en unas ocasiones se han atribuido a perros y otras, a lobos. “Incluso después de producirse uno de los más sangrientos, con 30 ovejas muertas, ocurrido el 30 de abril de 2020 en Tardienta, el ganadero todavía está esperando que le comuniquen quién fue causante de la masacre”, añaden.

Piden, así, que “que se apoye y ayude a los ganaderos de la zona de los últimos ataques, que se busque al autor o autores de estas matanzas”. Asimismo, “si son perros, tienen que aparecer. Los perros asilvestrados no están protegidos y se pueden realizar batidas para controlarlos”. Esperan que el Gobierno de Aragón “deje de estar de perfil y se ponga al lado de las víctimas y de quien honradamente trabaja y mantiene el mundo rural”.

La presencia del lobo en suelo aragonés se limita, según los datos oficiales del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, a dos ejemplares: uno en los Monegros y otro en la Ribagorza, sin que se pueda descartar que haya más desde su llegada al territorio hace cuatro años. Además, no se tiene constancia de ataques de ambos desde hace más de un año, según fuentes de la consejería. Si bien el de Ribagorza no ha generado problemas, el de Monegros sí ha causado quebraderos de cabeza a los ganaderos, con una especial incidencia en 2017 y un total de 19 explotaciones afectadas.

Entre 2019 y 2020 solo se contabilizaron en todo el territorio aragonés 13 ataques a ganado: nueve del lobo, dos por cimarrones y dos de origen desconocido. La asociación Lobo Aragón reivindica la posibilidad de “coexistir” con esta especie. “A día de hoy tenemos los conocimientos, la tecnología, los recursos financieros y el soporte social suficientes para poner en marcha medidas preventivas eficaces que compatibilicen nuestras actividades económicas con la conservación de la biodiversidad, de toda la biodiversidad y en beneficio de todos”, aseguran.