Asturias aprueba la Ley de Ciencia con la que prevé llegar a 2030 con una inversión de 1.075 millones anuales en I+D+i

El presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, ha firmado este jueves la nueva Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación que fue aprobada ayer en el parlamento regional con un amplio consenso parlamentario.
El proyecto prevé llegar en 2030 a los 1.075 millones anuales destinados a I+D+i, tanto de financiación pública como privada, lo que supondría el 3 por ciento del PIB regional y algo más del 4 por ciento del presupuesto autonómico.La nueva norma obtuvo el respaldo de todos los grupos parlamentarios, a excepción de Vox, que se abstuvo.
La nueva Ley de Ciencia facilitará el crecimiento del sistema científico-tecnológico regional con una apuesta por el incremento de la financiación, el refuerzo de la colaboración entre el sector público y la iniciativa privada, la carrera investigadora como eje para atraer talento y el apoyo a la I+D+i de excelencia.
Colaboración público-privada
El Ejecutivo autonómico se marca como primeros objetivos blindar la inversión pública e incentivar la privada, así como ampliar de cinco a siete años los programas de ayudas y atracción de talento para converger con Europa.
Este nuevo horizonte permitirá trabajar con más previsión y otorgará mayor estabilidad a las convocatorias de investigación e innovación.
La norma fomentará también la colaboración público-privada, a través de la puesta en marcha de entornos controlados para pruebas y ensayos (sandboxes), y la compra pública innovadora.
Al mismo tiempo, facilitará la transferencia de conocimiento y la innovación empresarial, según ha informado hoy el Gobierno regional.
Un observatorio de la Innovación
Entre otros muchos puntos, la nueva ley contempla la creación del registro del Sistema Asturiano de Ciencia, Tecnología e Innovación (SACI), y la puesta en marcha de un Observatorio Asturiano de la Innovación y el fomento de unidades de excelencia investigadora.
La nueva legislación consta de un título preliminar, seis títulos, 69 artículos, tres disposiciones adicionales, una transitoria única y una final única. El objetivo final es trazar una hoja de ruta marcada por la calidad y competitividad del ecosistema científico y tecnológico asturiano que contribuya a impulsar una economía basada en el conocimiento y que genere desarrollo tecnológico, riqueza y empleo.
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