La Audiencia de Asturias acuerda que Cascos se ausente por razones de salud de su propio juicio de apropiación indebida

El juicio contra el exvicepresidente del Gobierno y expresidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, por un delito continuado de apropiación indebida, por el que afronta una petición de pena de las acusaciones de tres años y medio de cárcel, se ha reanudado este lunes en la Audiencia Provincial de Asturias sin su presencia.
Al inicio de la cuarta sesión del juicio, para la que había citados 18 testigos, el abogado defensor, Luis Tuero, pidió permiso al tribunal para que se dispensara a su representado de asistir a la jornada de hoy alegando que Álvarez-Cascos “se encontraba mal”.
La defensa ha aducido razones de salud del expolítico gijonés, de 77 años, y tras ser examinado por un médico forense, el tribunal ha autorizado “excepcionalmente” su ausencia para que acuda a revisión al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA).
El exvicepresidente del Gobierno y expresidente del Principado, de 77 años, había recibido la víspera diálisis peritoneal. Tras ser examinado por un médico forense en el propio edificio judicial se recomendó su traslado al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) para una revisión. El expolítico gijonés abandonó la Audiencia en un coche particular
El letrado ha explicado que el exministro de Fomento con el PP había recibido diálisis peritoneal ayer, domingo, y había pasado “mala noche, con fiebre, vómitos y mareos”.
Al parecer, el expresidente asturiano recibe diálisis desde hace un año y medio por un problema renal que padece desde hace tiempo.
Una asistencia al juicio “sin riesgo físico”
La defensa requería la valoración de un médico forense para que evaluara si Álvarez-Cascos podía continuar asistiendo a las sesiones “sin riesgo físico” para su salud.
La Fiscalía y el abogado de la acusación particular, Luis Llanes, no se opusieron a esta valoración y mostraron su conformidad a su solicitud “como una excepcionalidad”.
El presidente del tribunal, el magistrado Javier Domínguez Begega, ha acordado un receso para que un médico forense constatara su estado de salud “ante esta contingencia si se encuentra en malas condiciones” y, una vez examinado, se decidió su traslado al centro hospitalario.
En ese momento, Álvarez-Cascos abandonaba la sede de la Audiencia Provincial en un coche particular. Fuentes del HUCA han declinado facilitar cualquier tipo de información sobre su estado, ni tan siquiera si ha estado en Urgencias, amparados en la Ley de Protección de Datos.

La Audiencia Provincial de Asturias juzga, desde el pasado 7 de enero, al exvicepresidente del Gobierno durante la etapa de José María Aznar, como presunto autor de un delito continuado de apropiación indebida tras la querella interpuesta por la actual comisión directiva, encabezada por la presidenta de FAC y alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón.
Las facturas a Foro
La Fiscalía imputa al exdirigente forista el cobro de gastos personales por importe de 181.648 euros que facturó a FAC; una cuantía que el partido regionalista que Álvarez-Cascos fundó junto a antiguos dirigentes del PP asturiano eleva a 219.000 euros. Su abogado defensor, Luis Tuero, niega las acusaciones y pide su absolución.
Facturas de hoteles y restaurantes, tickets de comida a domicilio, billetes de AVE, entradas para él y para sus hijos para ver la Copa Davis, una cama completa o visillos son algunos de los gastos personales que fueron facturados al partido.
También se le acusa de cobrar a FAC el alquiler de una oficina situada en el Paseo de La Castellana de Madrid vinculada a la empresa de la tercera exmujer de Cascos, María Porto, y que según la Fiscalía fue un arrendamiento “ficticio hecho a escondidas” de la comisión directiva de Foro.
Las declaraciones de los testigos
Un total de 18 testigos, entre exdiputados, exalcaldesas y fundadores de Foro Asturias Ciudadanos (FAC), estaban citados a comparecer este lunes en la cuarta sesión del juicio y, al inicio de la sesión, la defensa renunció a once de ellos: Carmen Fernández, José Luis Magro, José Ramón Fanjul, Daniel Armas, Manuel Fano, Covadonga García de la Llana, Ignacio Onís, Albano Longo, Eduardo Estrada, Vanesa Fernández y Teresa Domínguez.
El primer testigo en declarar ha sido Antonio José González, quien fue conductor de Álvarez-Cascos durante cinco años y medio, entre 2012 y 2018.
En su declaración, ha asegurado que existía la sede de Foro Asturias en el Paseo de la Castellana, una oficina que según la comisión directiva actual de FAC era “ficticia” y que según el acusado y su entorno más próximo era “real”, como ha corroborado el chófer.
Los viajes a Madrid y los bocadillos de lomo
“La mayor parte de las veces íbamos y veníamos en el día a Madrid. Conocía el despacho de La Castellana, 91, porque allí iba a recogerle. También subí a la oficina a recoger documentación cuando se hacían campañas como las elecciones europeas de 2014”, ha afirmado.
El testigo ha recordado que la sede estaba en la planta novena y había un letrero en la puerta que ponía 'Cinqualium' y ha afirmado que en el despacho había un sofá de dos plazas que en un momento dado se podía abatir“. Este dato es importante ya que la tercera exmujer de Álvarez-Cascos, la galerista María Porto, llevaba la administración y gestión de la empresa que alquilaba a FAC estos locales durante la etapa del expolítico.
A lo largo de esos más de cinco años de trabajo con el expresidente, el conductor llegó a realizar aproximadamente un millón de kilómetros. Realizaban dos viajes a Madrid semanales y si él excedía la jornada laboral, le relevaba al volante Álvarez-Cascos. El vehículo estaba equipado para que el expresidente trabajara en su interior, ya que estaba provisto de cargadores para el ordenador y el móvil e incluso con un flexo.
Según su relato, “a veces se le preparaba un bocadillo, con pan comprado en Alimerka, y lomo. Y eso es lo que comía durante los viajes. Nunca nos sentamos en una mesa para comer”.

Canal: “Pasamos de ser desconocidos a ganar las elecciones”
Javier Canal Blanco, uno de los fundadores de FAC, ha respaldado la tesis principal de la defensa de que la comisión directiva conocía que Álvarez-Cascos había puesto como condición para regresar a la política activa el mantenimiento de su estatus económico.
“La única condición que nos puso Cascos es que siguiera con las mismas retribuciones que tenía. Y en cuatro meses pasamos de ser unos completos desconocidos a ganar las elecciones. Ese fue el resultado”, ha aseverado.
La forma de gestionar el partido a nivel económico era bastante peculiar. Según su testimonio, “funcionábamos de aquella manera; yo tenía firma electrónica, igual que Pelayo Roces (exdiputado de Foro) y Enrique Lanza (uno de los fundadores de FAC). A mí me llamaban de cuando en cuando para que pasase a firmar. Firmaba y se extendía el cheque. Luego ya se le dio firma a Charo Cabal (la contable) para no andar con este trasiego”.
Martínez: “En el partido sabíamos que esas oficinas eran de Cascos”
El expresidente del PP de Langreo y uno de los promotores de FAC, José Antonio Martínez Fernández, ha refrendado su versión y ha ratificado que “lo que pedía Cascos (mantener su nivel retributivo y viajar con frecuencia a Madrid para ver a sus hijos) no era una cosa desproporcionada y le dijimos que sí, porque lo que queríamos era que viniera”.
Él también conoció la sede de Madrid, primero la que tuvo en la calle Hilarión Eslava y después la del Paseo de la Castellana y a ésta última también acudió “alguna vez con Cascos y Martínez Oblanca (exdiputado). En el partido sabíamos que esas oficinas eran de Cascos”, ha corroborado.
Carmen Sela: “La mayoría de sedes eran de gente del partido”
La exdiputada y exresponsable de FAC en el concejo asturiano de Villaviciosa, Carmen Sela Fernández de Córdoba, ha declarado ante el tribunal que si bien desconoce si Álvarez-Cascos “pasaba gastos”, sí le había visto “sacar dinero y pagar”.
A su juicio, era conocido que en Madrid tenían una sede y a todos les parecía “muy bien, porque la mayoría de sedes era de gente del partido” y era un tema que se habló “dentro y fuera” de las comisiones directivas.
“Era algo transparente y nunca se ocultó. Nunca me dio qué pensar, la verdad. Se comentó en la comisión directiva, pero no se votó la sede de Madrid igual que no se votaron el resto de sedes”, ha reiterado la testigo.
Campo: “Traía a los hijos a las reuniones sectoriales”
José Ramón Campo, exdiputado de FAC por la circunscripción occidental asturiano y exconcejal en Pola de Allande, ha reconocido que él oyó hablar de la sede de Madrid “cientos de veces” y era un tema “muy polémico” y ha admitido que si bien en el partido había gente que “no quería dar el salto a Madrid”, lo que él desconocía era que la sede “era propiedad de Álvarez-Cascos”.
La polémica de la sede se abordaba especialmente en los pasillos: “Era un tema polémico no la sede en sí, sino lo que significaba ir a Madrid. Eso lo oía en el pasilleo de antes y después, pero el tema de las sedes siempre era polémico”.
El testigo ha manifestado que las condiciones que había impuesto Álvarez-Cascos para regresar a la política se cumplían, además de no rebajar sus retribuciones para mantener el mismo estatus el que pudiera conciliar la vida política con la familiar.
“Traía a los hijos a las reuniones sectoriales, por ejemplo, en Pravia. Iba con ellos a cuestas”, ha sostenido.

Domínguez: “Si buscas a un 'numero 1' no le vas a traer por mil euros”
La exsenadora Rosa Domínguez de Posada ha declarado en términos similares. Ha comentado que Álvarez-Cascos trabajaba “por todos, trabajaba continuamente”, las 24 horas del día y veía lógico que para regresar a la política pusiera condiciones.
“Cuando estás buscando a un número uno de la política, no le vas a traer desde Madrid por mil euros. Obviamente había que garantizarle el mismo sueldo y en eso se quedó”, ha expuesto ante el tribunal.
Más de 150.000 kilómetros al año en viajes
En la vista oral también ha declarado su otro conductor, Alfredo Navarrete, que trabajó bajo las órdenes de Álvarez-Cascos desde mayo de 2011 a junio de 2012, quien ha coincidido con el otro chófer que declaró previamente, que se realizaban en torno a 150.000 kilómetros al año.
Según su testimonio, iban a Madrid “dos y tres veces la semana”, iban hacia el mediodía para llegar a tiempo a recoger a los hijos del expresidente asturiano a la salida del colegio, sobre las cuatro y media de la tarde, luego los dejaban en casa de su madre alrededor de las ocho y media y de vuelta, en el mismo día a Asturias, adonde llegaban en torno a las doce y media de la noche o la una de la madrugada.
Tras la declaración de otros cuatro testigos, excargos de FAC, que han testificado en términos muy parecidos a los anteriores, ha concluido el juicio. Mañana, martes, habrá una nueva sesión a partir de las 10 de la mañana.
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