El jefe de Carreteras de Asturias admite su responsabilidad en la muerte de dos operarios tras un alud en San Isidro

El jefe del Servicio de Conservación y Explotación de Carreteras del Principado de Asturias ha reconocido este viernes su responsabilidad en el accidente que tuvo lugar, en enero de 2021, en el Puerto de San Isidro en el que dos operarios fallecieron al quedar atrapados por un alud de nieve.

Sin embargo, su admisión de los hechos no ha impedido la celebración del juicio que tuvo lugar esta mañana ante la magistrada del Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo ante las discrepancias en la cuantificación de la pena por estos hechos.

Los delitos imputados

Así, mientas el acusado aceptaba el relato de hechos y la solicitud de condena de dos años de cárcel interesada por la Fiscalía, mostró su discrepancia con las de las acusaciones, tanto particular como popular, que elevaban su solicitud a siete años de prisión.

Ambas acusaciones reclaman cuatro años de cárcel por homicidio por imprudencia grave y otros tres por un delito contra los derechos de los trabajadores, además de la inhabilitación profesional durante seis años del responsable del Servicio de Conservación y Explotación de Carreteras.

Suspensión de la condena

El acusado había asumido su responsabilidad y había aceptado el escrito de calificación de la Sección de Seguridad y Salud en el Trabajo del Ministerio Fiscal, un acuerdo al que no se sumaron la acusación particular ejercida por la familia de una de las víctimas y la popular ejercida por el sindicato CSI.

La Fiscalía no se opone a que se le conceda la suspensión de la ejecución de la pena privativa de libertad condicionada al pago de una multa de seis meses con una cuota diaria de 10 euros (1.800 euros).

El accidente mortal

El accidente de produjo el 1 de enero de 2021 y ocasionó la muerte de dos operarios de una máquina quitanieves que quedaron atrapados por un alud en el puerto de San Isidro.

El Ministerio Fiscal considera que el responsable es autor de un delito contra la vida y la salud de los trabajadores en concurso con dos delitos de homicidio por imprudencia grave, al entender que no se valoró suficientemente el riesgo de aludes pese a que éste era “muy elevado”.

Condiciones desfavorables

El día en que se produjo la alud que sepultó a los dos trabajadores, C.F.O. y V.G.G., existían unas condiciones climáticas desfavorables por un temporal que había dejado una copiosa nevada en las montañas, lo que dio lugar a la intervención de los equipos de limpieza de carreteras.

El Servicio de Conservación y Explotación de Carreteras de la Dirección General de Infraestructuras Viarias y Portuarias de la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial activó los equipos de limpieza en distintas vías y a los dos trabajadores se les encargó a las 7:40 horas la limpieza de la AS-112 con una máquina quitanieves.

El riesgo de aludes

Dos horas más tarde, a las 09.40 horas, se decidió declarar el puerto cerrado ante los riesgos de aludes y la imposibilidad de circular con seguridad por la carretera, si bien la máquina siguió trabajando para facilitar a varios vehículos el descenso del puerto.

Horas más tarde y después de que se produjeran varios desprendimientos de nieve que les obligaron a seguir interviniendo ante la presencia de vehículos en la vía, los operarios tuvieron que salir del vehículo para desatascar la chimenea de nieve, momento en el que se produjo “un enorme alud”.

C.F.O fue encontrado sepultado por la nieve horas más tarde el mismo día del accidente en un lugar próximo adonde inicialmente estaba la máquina quitanieves, mientras que el cuerpo de V.G.G. fue localizado el 30 de enero, también sepultado por la nieve, ladera abajo por donde se precipitó la máquina quitanieves.