Localizadas dos familias más de los siete asturianos fusilados en la fosa ourensana de Celanova en 1939
Casi un año después de la recuperación de los siete cuerpos de la fosa de Celanova, en Ourense, se han identificado dos nuevas familias de dos de los asturianos fusilados en 1939 por un pelotón de la Falange Bandera de Marruecos. Se trata de la biznieta de un hermano de Mariano Blanco y una sobrina de Baldomero Vigil-Escalera. Las dos se someterán a las pruebas de ADN que permitirán contrastar con los restos que reposan en el Instituto de Medicina Legal de Galicia.
Mariano Blanco González tenía 36 años cuando fue fusilado la mañana del 22 de septiembre de 1939 en el cementerio de San Breixo. Era secretario general del Sindicato Asturiano de Artes Gráficas y secretario de redacción del periódicos CNT. había participado en la Revolución de 1934, después se fue a Zaragoza y regresó a su tierra en 1936.
Según la documentación del consejo de guerra, Mariano fue “una persona imprescindible en la retaguardia roja, llegando a ser concejal municipal” en Gijón. Estuvo prisionero en el mar, en el navío Llodio. El 21 de octubre de 1937, desembarcó en Cedeira y fue trasladado a Camposancos.
Baldomero tenía 19 años cuando le dispararon. Fue militante de la CNT, en su expediente figura como pintor de oficio y trabajador de la Fábrica de Gas. En la caída de Gijón fue detenido en el buque Gaviota el 20 de octubre de 1937, y llevado a Camposancos.
Allí ambos fueron juzgados en julio de 1938 junto a Ángel Rimada Rodríguez, Manuel Miguélez Rodríguez, Eloy García González, Benito Reinares Hervias, Abelardo Suárez del Busto, Isolino Hermo Blanco, Benjamín Espinedo Álvarez y Bernardo Cabañas Pedrayes. Seis de ellos fueron condenados a muerte.
Mariano y Baldomero, junto a Ángel, Benito, Abelardo y Benjamín fueron trasladados a la prisión central de Celanova a finales de enero de 1939. Ocho meses después ellos dos fueron asesinados junto a otros cuatro (Marcelino, Alfonso, Guillermo y Belarmino). A Ángel, Benito y Benjamín se les conmutó la pena el 26 de setiembre, pero no recibieron la comunicación en Celanova hasta febrero de 1940.
Una búsqueda fructífera
La identificación de las familias de ambos ha sido posible gracias a una investigación de la Dirección General de Memoria Democrática del Gobierno de Asturias, con Begoña Collado Villa al frente, y a la mediación de la periodista de la Radiotelevisión Pública de Asturias, Patricia Martínez. Ya en enero se hacían eco, a petición del Comité de Memoria Histórica del Condado de Celanova , de la búsqueda de familiares.
Ochenta y tres años después han podido ponerse en contacto con los descendientes de Mariano Blanco González y Baldomero Vigil-Escalera Vallejo. En concreto, con Brenda, bisnieta de un hermano de Mariano, y con Pilar, una sobrina de Baldomero. Las dos ya han mostrado su disposición a someterse a pruebas de ADN y se han puesto en contacto con Fernando Serrulla, el antropólogo forense que forma parte del equipo que se encarga de los trabajos en torno a la tumba de los asturianos de Celanova.
Habrá que esperar a los resultados de esas pruebas para certificar la identificación de los restos, pero la búsqueda continúa. El Comité seguirá buscando a los familiares de los otros tres hombres cuyos restos fueron recuperados: Alfonso Moreno Gayol, Belarmino Álvarez García y Guillermo de Diego Álvarez.
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