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La lucha interna en Podemos Asturias se recrudece a un mes de la campaña del 28M

Podemos está sumido en una dura crisis interna en Asturias cuando faltan menos de dos meses para las elecciones del 28 de mayo y poco más de un mes para que arranque la campaña. La división entre el sector oficialista, que controla el aparato del partido, y la parte díscola, que ganó las primarias para la candidatura a las autonómicas, alcanzó este martes un punto de no retorno. La cabeza de lista para esas elecciones, Covadonga Tomé, denunció este martes que había sido expedientada por la dirección estatal. Podemos desmiente a su candidata y afirma que lo único que hay en marcha es una investigación por un comité externo a la dirección a raíz de una denuncia de acoso. El documento, al que ha tenido acceso elDiario.es, es un “preinforme” que constata situaciones de acoso pero no establece ninguna suspensión, expulsión o inhabilitación.

Todo saltó por los aires en la mañana del martes con la denuncia de Tomé a través de un hilo de Twitter con un vídeo en el que afirma explícitamente que acababa de recibir un “expediente de expulsión” en su correo. “En noviembre de 2022 gané un proceso de primarias frente a la candidata de Podemos estatal. Mientras Asturias estaba ardiendo por los cuatro costadas y yo la estaba recorriendo de oriente a occidente, alguien en algún despacho estaba escribiendo mi sentencia”, denunció. Tomé acompañó esas acusaciones de extrema gravedad con una crítica directa a la secretaria general, Ione Belarra: “Me siento tan triste como indignada y me sorprende que Ione Belarra defienda vehementemente las primarias en Sumar mientras desprecia los resultados de Asturies”.

Tomé limitó su denuncia a estos mensajes y un vídeo en el que da más detalles sobre esa acusación, pero desde Podemos niegan tajantemente que se haya iniciado un expediente de expulsión o que su candidata en esa región esté inhabilitada. El partido explica que tras una denuncia por un caso de acoso laboral, el comité de seguridad y salud laboral, independiente de la dirección de Podemos, inició una investigación “para asegurar la salud laboral de todos los/las trabajadores/as”. Ese comité, añaden, no es disciplinario, no tiene la capacidad de incoar expulsiones o inhabilitaciones; es un órgano como el que existe en otras instituciones o empresas dedicado a estudiar las denuncias que recibe, en este caso, por acoso.

Hace apenas tres meses, el 13 de enero de 2023, la secretaria de organización del partido allí, Alba González, publicó una carta en la que anunciaba su renuncia por razones de salud física y mental. En ese texto, denunciaba “calumnias, difamaciones y ataques injustificados por parte de personas afines a Daniel Ripa [ex secretario general del partido en Asturias] y Covadonga Tomé” y, añadía, “desgraciadamente, también por parte de ambos”.

El documento enviado a Tomé, al que ha tenido acceso este diario, es un “preinforme” de ese comité en el que, efectivamente, se analizan las denuncias emitidas públicamente primero por González, en esa carta abierta publicada en la prensa, y una respuesta, también a través de los medios de comunicación, publicada bajo alias, en la que se acusa a la propia González de insultos en reuniones privadas contra los firmantes, enfrentados, se entiende, a la dirección del partido. El documento contiene un resumen de antecedentes, diligencias practicadas y hechos constatados, con dos trabajadoras “afectadas”, entre las que se encuentra González, y cuatro denunciados entre los que están, además de Tomé, Xune Elipe, número dos de la lista a las elecciones, y otras dos personas del partido.

El informe constata una “campaña de desprestigio y desgaste mediante la difusión de bulos, información sesgada y filtraciones”, y rechaza que las acusaciones vertidas por los investigados se vean contrastadas por ninguna publicación en medios “salvo las difundidas por los propios investigados”. “Estas campañas, como se ha mencionado más arriba, son dirigidas y planificadas, existiendo coordinación entre todos los investigados”, dicta el informe del comité realizado a partir de “entrevistas”, “imágenes” y “declaraciones”. En el documento, no obstante, no aparece en ningún momento ninguna orden de actuación ni de remisión de las conclusiones a los órganos pertinentes para que actúen.

Tomé aseguró este lunes tras recibir el correo electrónico que desde su partido le han advertido con la expulsión. El pasado viernes fue Elipe, que aparece también en este documento, quien denunció “presiones” de la dirección nacional para “alterar la lista electoral de Podemos Asturies” en beneficio del sector oficialista. Elipe aseguró que representantes de la secretaría de organización estatal y del comité de seguridad y salud se habían desplazado a Asturias para intentar interrogarle de forma intimidatoria y obligarle así a dejar su candidatura. Aunque el candidato también ha denunciado haber sido expedientado, desde la dirección de Podemos Asturies lo desmienten y afirman que la situación es idéntica a la de Tomé.

Una candidata enfrentada a la dirección

La situación de división se remonta a diciembre de 2021, cuando Sofía Castañón, diputada en el Congreso y afín a la dirección estatal, ganó las primarias a la secretaría general de Podemos Asturies frente al entonces líder del partido allí, Daniel Ripa, crítico con Madrid. Aquellas primarias se desarrollaron en un ambiente bronco y enturbiadas con acusaciones cruzadas entre las dos candidaturas. La dirección nacional de Podemos llegó a intervenir las cuentas del partido en la región horas antes de que comenzase el proceso de primarias. Ripa acusó entonces a la candidatura de Castañón de estar detrás de la denuncia “falsa” que impulsó la intervención de las cuentas.

El relevo en la dirección regional del partido arrancó de ese modo en la peor de las circunstancias. En los meses siguientes, tanto Ripa como su secretario de Organización cuando estuvo al frente del partido, Andrés Fernández Vilanova, recibieron varias sanciones. Esa reincidencia llevó al comité de garantías del partido en Asturias a abrir expedientes sancionadores que a la postre les valieron la expulsión. En el caso de Ripa, según fuentes de Podemos Asturies, hubo una primera sanción por ignorar una “denuncia laboral” interpuesta por un trabajador del partido. La segunda sanción fue por “difamación abierta y pública” a través de medios de comunicación y redes sociales con “falsedades” en las que hablaba por ejemplo de expulsiones, dicen las mismas fuentes, que no se habían producido.

En el caso de Vilanova, se le impusieron sanciones por “conductas difamatorias” y “agresivas”, así como “difamación pública”. Vilanova fue suspendido de militancia durante un periodo determinado de meses y pese a ello, denuncia el partido, participó activamente en la campaña de primarias de Tomé y contactó en nombre de Podemos con distintos colectivos.

En esa situación de tensión, el pasado mes de noviembre, Covadonga Tomé se impuso en el proceso de primarias que celebró el partido para decidir las candidaturas a las autonómicas y municipales. Lo hizo por un amplio margen ante la candidatura que encabezaba la entonces secretaria de organización del partido, Alba González, afín a Castañón y a la dirección nacional del partido.

Participaron 2.817 inscritos. 1.565 votaron a Tomé frente a los 1.150 que votaron a González. Se registraron 102 votos en blanco y ninguno nulo. Además, quedó conformada la lista electoral morada para mayo, y los siguientes puestos los ocuparon Xune Elipe, Laura Tuero y Jorge Fernández, todos de la candidatura de la ganadora. El quinto y sexto puesto fueron, por los respaldos obtenidos, para el que en esos momentos era portavoz parlamentario, Rafael Palacios, y la líder de Somos Oviedo, Ana Taboada, ambos afines a la dirección del partido. Desde ese momento los enfrentamientos internos no han hecho más que intensificarse, con una candidata opuesta a la jefatura de la formación tanto autonómica como nacional.

Denuncias de silencio y expedientes

Tan solo dos meses después de las primarias, en enero, en el Consejo de Coordinación de Podemos Asturies se abrieron los tres expedientes disciplinarios a Daniel Ripa, Andrés Fernández Vilanova y Jorge Fernández Iglesias, el número cuatro de la lista, que terminaron con su expulsión del partido. Se les acusaba de agredir pública e internamente a la organización y de incumplir reiteradamente las normas democráticas dedicándose a “actuar de forma destructiva” contra el partido. 

En el caso del integrante de la lista electoral señalaban que había “agredido verbalmente a distintas compañeras tanto en chats como en reuniones presenciales, persistiendo en actitud extremadamente irrespetuosa y difamadora a pesar de múltiples amonestaciones”. Fernández Iglesias lamentaba la deriva que estaba tomando la situación interna y hacía un llamamiento a “caminar juntos”. 

Un mes después, en febrero, la Comisión de Garantías Democráticas Estatal propuso suspenderle a él de militancia y expulsar del partido a Daniel Ripa y al ex secretario de organización, Andrés Fernández Vilanova. Los tres, impulsores de la candidatura a la presidencia del principado de Covadonga Tomé. Los tres recurrieron. Fernández está suspendido de afiliación por seis meses y temporalmente “del derecho a participar en los círculos activos, plenario, consejo de círculos, en órganos legalmente constituidos conforme a los estatutos, áreas, grupos o equipos de trabajo por un periodo de dos años”.

Bajas y cambios en la dirección

Mientras se sucedían los expedientes y las acusaciones de ataques “injustificados” entre ambas partes, la dirección oficial cambió de manos. La líder del partido en Asturias y portavoz adjunta en el Congreso, Sofía Castañón, se tomó una baja médica temporal, y su número dos, la secretaria de organización, Alba González, que perdió las primarias, abandonó la dirección del partido con esa carta abierta y pública que recoge el informe del comité, en la que acusa públicamente a sus compañeros de partido de calumnias, difamaciones y ataques.

Desde mediados de enero y por decisión del Consejo Ciudadano, a propuesta de Castañón, el que era portavoz parlamentario, Rafael Palacios, asume la coordinación política, y al frente de Organización y finanzas se sitúa Olaya Suárez, candidata en las municipales a la alcaldía de Gijón. 

La parte crítica no aceptó estos nombramientos y denunció el sistema de elección. Esos mismos actores han exigido desde entonces una asamblea ciudadana para la elección de los puestos de dirección, con una tensión interna que ha derivado en el mensaje público de este martes, con la candidata a las autonómicas del partido denunciando una expulsión por parte de la dirección nacional que hoy por hoy, y según la información que ha recogido este diario, no se ha producido.

El entorno de Tomé asegura que el procedimiento ha sido el mismo con sus compañeros. Primero un preinforme y luego un expediente de expulsión. El problema, según defiende la dirección del partido en Asturias, es que las expulsiones tanto de Ripa como de Vilanova no vinieron precedidas de una investigación del comité de Salud, sino que fueron actuaciones directas del comité de garantías del partido, igual que en el caso de Jorge Fernández. En esta ocasión se trata de una investigación todavía iniciada de oficio por un órgano diferente y que de momento no ha tenido mayores consecuencias orgánicas.

Lo que se mueve de fondo es una pelea entre una dirección regional enfrentada a la saliente, que volvió a ganar las primarias para la candidatura. El sector crítico denuncia una campaña de desprestigio por parte del partido a su propia candidata, a la que no promocionan en las redes sociales y a la que niegan financiación para los actos de la precampaña, según afirman. La dirección regional del partido considera que sus antecesores no supieron asumir la derrota en las primarias de diciembre después de años de “patrimonialización” del partido. Un embrollo para la formación a apenas dos meses de las elecciones y uno solo de que arranque la campaña electoral.

Para los ayuntamientos, Podemos tiene a día de hoy cerradas 14 candidaturas en Asturias, menos de la mitad de las que tenía en los comicios de 2019, 34. Este 28 de marzo, 16 representantes municipales pedían en rueda de prensa a la dirección nacional que interviniese para la pacificación interna porque advierten de que los resultados futuros de la formación se pueden ver comprometidos de mantenerse la situación y piden respeto a la candidatura autonómica y el cese de expedientes. La dirección regional no tardó en desautorizarlos y asegurar que no representaban a la militancia. Este lunes, el exdiputado regional y exportavoz de Podemos Asturies Enrique López ha puesto en marcha una recogida de firmas para la celebración de una asamblea ciudadana extraordinaria que ratifique a la candidata y elija una nueva coordinación autonómica.

Los últimos acontecimientos se han dado además en medio de una disputa nacional a raíz de la confluencia entre Podemos y Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz. Este domingo Ripa asistió al acto de lanzamiento de candidatura de la vicepresidenta segunda en Madrid, un evento al que no pudo asistir Tomé por la situación de los incendios que afectan a la provincia, aunque mostró su apoyo al proyecto de Díaz en las redes sociales.