El proyecto de la nueva acería verde de Arcelor en Asturias está pendiente sólo de los “plazos de ejecución”

Las únicas “inquietudes” que pueden existir sobre el proyecto de ArcelorMittal en Asturias y el desarrollo de su acería verde están en “temas temporales de ejecución”. Así lo ha asegurado el Comisionado Especial para el PERTE de Descarbonización Industrial, Luis Ángel Colunga.

Colunga, que ha participado en la Escuela de Verano de UGT en Oviedo, ha reconocido que el gobierno está en negociaciones con la multinacional porque “hay unos plazos que cumplir” pero no existen dudas sobre las inversiones en Gijón porque “ya se ha aprobado la acería eléctrica” en Asturias.

También ha rechazado que este proceso esté marcado por “un exceso de burocracia”, ya que dar una subvención 450 millones a ArcelorMittal para la descarbonización parcial de la planta de Gijón “no se puede conceder de forma ligera, sino que necesita de muchísimos controles que llevan tiempo y trabajo a los funcionarios”.

En los mismos términos se ha pronunciado sobre el resto de proyectos de descarbonización adscritas al PERTE. El Comisionado Especial ha indicado que se han reunido con casi todas las empresas asturianas interesadas y que, en su mayoría, podrán beneficiarse de estas subvenciones, y ha añadido que las que no, tendrán otra línea de ayudas.

Para Colunga que no se haya constituido un nuevo Gobierno en España “no altera” la puesta en marcha de este PERTE y ha rechazado que exista “un exceso de burocracia” en la tramitación. Aunque sí ha querido remarcar que hay que mantener la “cautela” a la hora de dar dinero público a empresas privadas para que activen este proceso ya que las tramitaciones administrativas son “complejas, al igual que las autorizaciones por parte de la Unión Europea”.

El Gobierno aprobó un proyecto estratégico de recuperación y transformación económica (PERTE) de descarbonización industrial, dotado con un presupuesto de 3.100 millones de euros, que va a permitir movilizar hasta 11.800 millones de inversión total, que permitirán incrementar la competitividad del sector en alrededor de un 10 % y supondrá la creación de unos 8.000 empleos.

Se marca como objetivos la descarbonización de los procesos de producción y la mejora de la eficiencia energética y de la competitividad del sector manufacturero. Además promueve la seguridad energética del país y fomentae la utilización de las energías renovables, la mejora del medio ambiente y la creación de empleo de alto valor añadido.