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Femen y el Coño Insumiso: cuando nuestros cuerpos desnudos son multados y llevados a juicio
Las tres activistas de Femen que irrumpieron en un acto que homenajeaba al dictador Franco han sido multadas por la Policía. La ley mordaza sirve a los mismos de siempre para cargar contra las habituales: el sector de izquierda y, si son mujeres, con más saña.
La policía fue testigo de cómo las tres mujeres fueron agredidas física y sexualmente por los asistentes (todas hemos visto los vídeos), pero las multadas son ellas. Que fueran con el torso desnudo será un plus para multarlas, porque las mujeres que hacen activismo antifascista son unas atrevidas y unas indomables que hay que meter en vereda, pero si encima no van debidamente tapadas, son unas indecentes y unas desvergonzadas a las que hay que dar una lección.
¿A los agresores se les lleva juicio? No, a ver, los hombres ya se sabe, les pones una teta a mano y ¿qué esperamos que hagan? Pues magrearla. Esto también es culpa de las manifestantes.
La Policía no sólo cuida de la burguesía, también del patriarcado. Mantener el statu quo es algo que hacen no sólo por un sueldo, también por ideología. Las Fuerzas del Estado están plagadas de reaccionarios que, más que velar por la seguridad de la ciudadanía, se encargan de mantenerla a raya cuando eleva la voz.
Nadie parece preguntarse en la Delegación de Gobierno de Madrid por qué se permitió en un espacio público el homenaje a un dictador como Franco, cuando todavía están sus asesinados en paradero desconocido. No. Primero se dio permiso al acto organizado por Falange (por la derogación de la Memoria Histórica) y luego su líder agredió sexualmente a una de las activistas. Meses más tarde, el Gobierno de Madrid sólo ve un problema en la manifestación de tres activistas.
También las activistas del Coño Insumiso se enfrentan a juicio por su performance política. La acusación, llevada por la asociación Abogados Cristianos, asegura que la intención de las compañeras era la de ofender a los sentimientos religiosos. Y cualquiera puede preguntarse, ¿se admite a trámite siquiera la idea de que un coño de madera pueda ofender la fe de alguien? ¿Por qué un coño tiene la capacidad de “ofender”? Volvemos a toparnos con el mismo bucle misógino que gira sin parar en las mentes de estas personas: los cuerpos de las mujeres ofenden, son indecentes, deben permanecer ocultos, y la que ose a enseñar según qué partes se enfrentará a todo tipo de correctivos: desde la censura de Instagram si enseña un pezón, hasta la acusación en un juicio de haber cometido un delito, pasando por multas de 300 euros.
Son avisos a navegantas desde el poder. Son correctivos a las mujeres que se atreven a rebelarse. Son intentos de callar nuestras voces y nuestras reivindicaciones. Es el patriarcado mismo dándonos una bofetada. Es violencia institucional y hay que acabar con ella. Y lo haremos.
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Las tres activistas de Femen que irrumpieron en un acto que homenajeaba al dictador Franco han sido multadas por la Policía. La ley mordaza sirve a los mismos de siempre para cargar contra las habituales: el sector de izquierda y, si son mujeres, con más saña.
La policía fue testigo de cómo las tres mujeres fueron agredidas física y sexualmente por los asistentes (todas hemos visto los vídeos), pero las multadas son ellas. Que fueran con el torso desnudo será un plus para multarlas, porque las mujeres que hacen activismo antifascista son unas atrevidas y unas indomables que hay que meter en vereda, pero si encima no van debidamente tapadas, son unas indecentes y unas desvergonzadas a las que hay que dar una lección.