Barbijaputa es el seudónimo de la articulista que encontrarás bajo estas líneas. Si decides seguir leyendo darás con artículos y podcasts sobre el único feminismo sensato que existe: el radical.
Las disculpas de Gran Hermano
- Dos años después y con una treintena de anunciantes menos, Zeppelin (productora de 'Gran Hermano') se disculpa con Carlota Prado y promete una “revisión de protocolos”
Dos años después y con una treintena de anunciantes menos, Zeppelin (productora de 'Gran Hermano') se disculpa con Carlota Prado y promete una “revisión de protocolos”.
El cuerpo del comunicado comienza así:
Ni la presión social, ni un juicio por medio, ni saber que han hecho sufrir a una mujer lo que sólo ella sabe. No. Lo que ha obligado, dos años después, a Zeppelin a emitir unas disculpas (muy radical esto, pedir perdón: ¡tiembla patriarcado!) ha sido la pérdida de (hasta ahora) treinta marcas. El capitalismo demuestra por enésima vez -para los incrédulos que queden- que es incompatible con el feminismo. El capital obedece a sus propios intereses, por eso jamás podrá albergar la lucha por la liberación de la mujer.
Una mujer no puede “haber tenido relaciones sexuales no consentidas”, una mujer puede “haber sido violada”. ¿En qué consiste ese refuerzo a sus equipos y esos protocolos de los que hablan si ni siquiera saben llamar a las cosas por su nombre?
Cuando la productora asegura que “fue un error la primera comunicación con Carlota en el confesionario” se refieren, no lo olviden, a que le mostraron las imágenes donde ella “puede haber tenido relaciones sexuales no consentidas”. Es decir, le plantan la escena con sonido incluido, sin psicólogos ni ningún apoyo, esas imágenes por las que José María López está a punto de ser juzgado.
Ella pide que le quiten esas imágenes, pero las dejan. Ella insiste, pero le dejan el sonido. Ella ruega que le quiten también el sonido, dice en varias ocasiones que quiere marcharse del confesionario. Lo consigue por fin, no sin antes recibir un mensaje de GH: “Carlota, este tema, por José María y por ti, por el bien de ambos, no debe salir de aquí”.
Después de estas maniobras deleznables, el comunicado hecho dos años después reza:
La privacidad del confesionario no es el problema. Es lo que sucedió dentro de esa privacidad entre el programa y Carlota. El problema es que en la privacidad fue revictimizada y traumatizada. Pero no pasa nada, porque GH asegura que no va a dar más alcohol a sus concursantes. Ah, bueno. El mensaje entonces es que el alcohol es un detonante para que se produzcan hechos como los que se están juzgando. No el machismo, no, el alcohol.
Nada nuevo bajo el sol: el alcohol siempre se ha usado socialmente para atenuar los actos de ellos y para culparnos a nosotras de lo que ellos nos hacen. Es “curiosa” la forma en la que la ingesta de alcohol siempre los beneficia: cuando beben ellos se resuelve que no estaban en sus cabales, que de no haber estado borrachos no lo habrían hecho. Cuando las mujeres se emborrachan y son agredidas, se resuelve que no hubo violencia porque el alcohol las anulaba para resistirse a los ataques.
Es “curioso” también que cuando nosotras bebemos nunca nos da por violar a los hombres. Por no hablar de cómo actuamos cuando son ellos los que han bebido. ¿Se imaginan que nosotras aprovecháramos constantemente la indefensión de hombres completamente ebrio para agredirlos sexualmente? No se lo imaginan porque en la realidad no tiene sentido darle la vuelta a los roles.
La realidad de lo que pasa en la calle es que ellos pueden beber hasta quedar inconsciente en un banco de cualquier calle. ¿Cuántas veces se han topado con jóvenes tendidos en portales un sábado noche, por ejemplo? ¿Han visto alguna vez a alguna mujer? Nosotras no podemos permitirnos ese lujo: sabemos que esperar tendida en un banco es un riesgo para nuestra integridad física. Por eso entre nosotras siempre intentamos cuidarnos, acompañarnos a casa, protegernos, y aseguramos de que nuestra amiga, la que se ha “pasado” una noche con el alcohol, acabe en su casa en su cama, tapada y a salvo. Y también tus amigas lo hacen contigo cuando la que se “pasa” eres tú. Es una práctica tácita, aprendida, consensuada sin palabras.
En este sistema patriarcal, no hay lugar donde no puedas ser agredida sexualmente, incluso puede pasarte en la casa más vigilada del mundo. Sólo allí donde no hay hombres podemos disfrutar de un entorno seguro. Esta es la realidad. Nuestra realidad. Pueden verla o no verla, pero no dejará de ser la verdad.
Escucha el último programa de Radiojaputa
Cada lunes, una nueva entrega de Radiojaputa, en eldiario.es.
Sobre este blog
Barbijaputa es el seudónimo de la articulista que encontrarás bajo estas líneas. Si decides seguir leyendo darás con artículos y podcasts sobre el único feminismo sensato que existe: el radical.