El método pilates se compone de un conjunto de ejercicios cuya finalidad es ejercitar el cuerpo y la mente, a través de la combinación de las tradiciones oriental y occidental, mejorar nuestra condición física y aumentar nuestra capacidad de control y de concentración. Por desgracia en ocasiones arrastra una fama equivocada, ya que existen muchos falsos mitos acerca de esta disciplina. Para conocer un poco más sobre el método pilates, vamos a desmentir ciertas cosas que alguna vez habréis pensado, dicho u oído.
“Es solo para mujeres”. Primer error. Sí es cierto que la mayor parte de los alumnos son mujeres, pero esto se debe al estereotipo alimentado por la ignorancia de quienes no conocen el ejercicio. El método pilates ofrece los mismos beneficios y dificultades a hombres como a mujeres, ya que se basa en el reforzamiento de los ejercicios a través de la respiración.
“Requiere mucha elasticidad”. Es algo que siempre pensamos cuando nos hablan de pilates, y no es cierto. Se trata de una práctica que, con un trabajo riguroso, aumenta la flexibilidad del alumno pero no hace falta ser una persona “muy elástica” para empezar con el método.
“Es un método de relajación”. Todo lo contrario. Como en el Yoga, hay ciertos momentos de descanso y posturas de relajación, pero lo que pretende el método con la “respiración pilates” es intensificar el esfuerzo de cada movimiento. Una de las mayores dificultades consiste en controlar el ciclo respiratorio correspondiente a cada movimiento.
“Está dirigido a personas mayores”. Tampoco es verdad. Se trata de una práctica que casi cualquier persona puede seguir, siempre y cuando se encuentre en el nivel adecuado. La mecánica de los movimientos se va haciendo más compleja y va requiriendo mayor resistencia a medida que se avanza de nivel.
- “Es para gente poco deportista”. En los niveles más bajos de la práctica de pilates no se requiere demasiada forma física ya que no se levanta peso, ni se realizan muchas repeticiones. Sin embargo, en los niveles más altos sí se realizan series breves pero concentradas, y esto es precisamente lo que hace más intenso el trabajo físico.