Ayuso ha arrasado. Le ha funcionado a la perfección su apuesta por alimentar los deseos de libertad en una sociedad atenazada por el virus, las restricciones y el ahogo económico. “La libertad, mal entendida aunque bien empaquetada, se ha convertido en uno de los eslóganes de campaña más frívolos y efectivos que se recuerdan”, escribe Neus Tomàs.
No es una mayoría absoluta, pero como si lo fuera. El PP suma solo más escaños que toda la izquierda junta. Eso le va a permitir sacar adelante muchas iniciativas sin depender de Vox, quien además ya le ha garantizado el voto de investidura y no parece que vayan a entrar en el gobierno. Si te quieres aferrar a algo, ahí tienes algo.
El PP ha sacado más del doble de escaños que en 2019. Y no es por una baja movilización de la izquierda: es que la derecha también se ha movilizado. La participación ha sido la más alta de la historia madrileña.
Aquí puedes ver el mapa del voto por municipios y distritos. Y aquí un análisis demográfico de los resultados. Pero de todos los gráficos que puedes ver en elDiario.es, este es el que me llama más la atención:
Lo que estás viendo en la columna titulada “Var. 2019” es cuánto ha subido el apoyo a cada bloque, izquierda o derecha, desde 2019. No hay prácticamente ningún municipio ni distrito de Madrid donde el resultado de la izquierda sea mejor que en 2019. El porcentaje de voto a la derecha sube en todos. Puedes verlo con más detalle aquí.
Hace un mes y medio era vicepresidente del Gobierno y ahora se va del todo: “Dejo todos mis cargos, dejo la política institucional”.
Podemos se queda en 10 escaños en Madrid, que son tres más que en 2019 pero lejos de la revolución que se suponía al efecto Iglesias cuando anunció su candidatura. Pablo Iglesias llegó a la carrera de Madrid como un chute de adrenalina para la izquierda y ha terminado reconociendo que su propia figura ha sido utilizada para movilizar a la derecha: “Ya no sumo y me han convertido en un chivo expiatorio”.
Nos quedan muchos días por delante para analizar esta noticia, que vuelve a cambiar radicalmente el panorama de la izquierda española.
Mientras, Más Madrid ha recogido los frutos de haber encabezado la oposición a Ayuso durante la gestión de la pandemia y logra superar al PSOE de Ángel Gabilondo, que se hunde 13 escaños respecto a 2019. Es su peor resultado en Madrid.
La única perspectiva positiva para un votante de izquierdas: esto durará solo dos años. En Madrid, los adelantos electorales no resetean el ciclo; en 2023 volveremos a votar. Y a este ritmo, ya veremos cómo estamos para entonces.
Ahora que ya por fin han pasado las elecciones de Madrid, podemos hablar del estado de alarma sin que sea un asunto de campaña.
Entramos en la recta final previa a que decaiga, tan pronto como el próximo domingo 9 de mayo. Para ser exactos, a las 00.00h de la noche del sábado al domingo.
El Gobierno ha aprobado un decreto para que el Tribunal Supremo tenga la última palabra en la validación de las restricciones que impongan las comunidades. Está pensado para que los gobiernos autonómicos puedan recurrir al Supremo en el caso de que un tribunal autonómico les tumbe las medidas aprobadas. Se supone que el Supremo facilitará que el criterio sea el mismo para todas las comunidades. Más detalles.
Veremos si los partidos recomponen sus estrategias y hay algún tipo de novedad, más allá de los instrumentos judiciales, en los próximos días.
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Ayuso ha arrasado. Le ha funcionado a la perfección su apuesta por alimentar los deseos de libertad en una sociedad atenazada por el virus, las restricciones y el ahogo económico. “La libertad, mal entendida aunque bien empaquetada, se ha convertido en uno de los eslóganes de campaña más frívolos y efectivos que se recuerdan”, escribe Neus Tomàs.