La organización internacional Fundación Igualdad Animal ha investigado más de 140 granjas de producción de leche para poder mostrar a la sociedad prácticas estándar de esta industria desconocidas por los consumidores. Con los durísimos resultados de sus investigaciones (incontestables porque disponen de una ingente cantidad de pruebas gráficas recabadas en granjas de todo el mundo, también en España), Igualdad Animal publica ahora un vídeo-denuncia en respuesta a a la campaña 'Yo Bebo Leche', lanzada recientemente por Central Lechera Asturiana, esa empresa de explotación animal que en su publicidad engaña con imágenes de verdes prados y sonrosados mofletes, y no expone nunca, claro, las condiciones de vida que han de soportar la vacas utilizadas para la producción de leche y la multiplicación de dividendos.
La entidad animalista ha lanzado además la campaña #¿BebesLeche? en redes sociales para dar a conocer estas prácticas de la industria láctea y crear conciencia sobre el maltrato que padecen los animales.
Todas estas prácticas no son algo aislado, son la realidad contidiana de una industria basada en la crueldad. Una industria que cada vez se ocupa y preocupa más por adaptar su publicidad a los debates abiertos en la sociedad pero que en realidad es incompatible de raíz con la más mínima exigencia de “bienestar” animal.
Separación de vacas y terneros en las primeras 24 horas
Al igual que el resto de los mamíferos, las vacas solo producen leche tras dar a luz para alimentar a sus crías. La industria láctea tras el parto separa a las vacas de sus terneros para comercializar su leche. En España, la mayoría de las crías son separadas de sus madres en las primeras 24 horas de vida, lo que provoca un estrés extremo tanto a la madre como a la cría.
Igualdad Animal ha grabado en múltiples ocasiones a vacas madres y a sus terneros recién nacidos llamándose y buscándose desesperadamente durante horas.
Como los terneros machos no pueden producir leche y, por tanto, se consideran inútiles para la industria, la mayoría son sacrificados. Más de 40.000 terneros de menos de 8 meses son matados cada año en España, desechados o vendidos como carne de vacuno barata.
Sacrificio de vacas en avanzado estado de gestación
Cuando su producción de leche se reduce, las vacas son sacrificadas de forma prematura. Según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el 3% de las vacas utilizadas para producir leche en Europa son enviadas al matadero en avanzado estado de gestación. En España hay unas 826.067 vacas, lo que supone que 24.782 de ellas van a ser sacrificadas estando en la última etapa de embarazo.
Igualdad Animal ha documentado esta práctica, cómo los terneros nonatos son arrancados del cuerpo de sus madres, completamente desarrollados y listos para nacer. Sus cuerpos son desechados.
Mastitis y cojeras generalizadas
Debido a las condiciones antinaturales en las que se las mantiene, muchas vacas desarrollan infecciones o afecciones dolorosas. Cerca del 30% de las vacas en España padecen en algún momento mastitis, debido al ordeño excesivo, la falta de higiene o lesiones en las ubres.
La cojera es otra de las afecciones que más afecta a las vacas utilizadas para producir leche. En España la sufren hasta el 55% de las vacas.
Un sector subvencionado: 169 millones de Euros en ayudas directas
En 2022 el sector lácteo recibió más de 169 millones de euros en ayudas directas del Estado. La Fundación Igualdad Animal reclama al Gobierno que utilice las ayudas para impulsar una transición del sector hacia las alternativas vegetales, con un nivel muy inferior de emisiones y carentes de maltrato animal.
“Cada litro de leche de vaca que se produce consume 628 litros de agua y genera 3,2 kg de COâ. Incluso la bebida vegetal que requiere más agua, sólo consume el 60% de esta cantidad. El Gobierno debe dejar de mantener y subvencionar a una industria en crisis, cruel con los animales e insostenible con el medioambiente, y apoyar una transición del sector hacia las alternativas vegetales”, argumenta Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal.
El último informe del Instituto de Política Agrícola y Comercial (IATP) 'Emisiones imposibles: cómo las emisiones de la industrias cárnicas y lácteas están calentando el planeta' asegura que 15 de las mayores empresas cárnicas y lácteas del mundo están expulsando a la atmósfera tal cantidad de metano que equivale a la misma cantidad que emiten países como Rusia, Australia, Canadá o Alemania.
El consumo de leche desciende año tras año y las alternativas vegetales crecen
Por otro lado, los consumidores llevan años reduciendo su ingesta de leche por razones de salud, medioambiente o bienestar animal. El propio sector reconoce que en los últimos 10 años el consumo de leche de vaca se ha reducido en más de 10 litros por habitante y año en España. Un hecho que confirman los informes anuales de consumo publicados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. El último, relativo a 2021, refleja que la compra de leche y derivados lácteos tanto en volumen como en valor, se redujo en relación a 2020 en un 5,2%.
En contraposición, las alternativas vegetales cobran cada vez más relevancia en la dieta de los consumidores. Siete de cada diez españoles opta ya por las alternativas vegetales a los lácteos y se espera que el 42% de ellos aumente su volumen de consumo en los próximos años.