Séptimo día en el Campo Base, los truenos y la incesante lluvia en nuestras tiendas marcan la música que sonará durante la noche para recibir la mañana con humedad y nubes bajas.
Entre bostezos y cansados de las inclemencias del tiempo, desayunamos conversando entre compañeros con la misma banda sonora de estos últimos días, las gotas en la lona de plástico de nuestra tienda común, la cual está siendo testigo de camaradería, risas, debates de opinión juegos de mesa e incluso de sesiones de cine.
Ansiosos se plantean formas de entrar en el glaciar y se fantasea sobre cuando el tiempo nos dejará intentarlo.
A la tarde, una buena noticia, parece que en los próximos días el tiempo nos dará una tregua y podremos “empezar” nuestra pequeña aventura. Motivados hacemos planes, la máquina está engrasada, ansiosa por arrancar y demostrar de lo que es capaz.