La alpinista francesa Elisabeth Revol ya está a salvo. La odisea que ha vivido estos últimos días ya ha llegado a su fin gracias a la milagrosa intervención de Adam Bielecki y Denis Urubko, quienes acudieron en su ayuda al recibir la noticia de que tanto ella, como su compañero de expedición, el polaco Tomek Mackiewicz, se encontraban atrapados en el Nanga Parbat tras hollar la cima. Tras varios intentos fallidos por parte del helicóptero de acercar a los alpinistas al Nanga Parbat para iniciar el rescate, debido a las adversas condiciones climáticas, por fin el sábado Adam Bielecki y Denis Urubko, junto a Jarek Botor y Piotr Tomala sobrevolaron hasta los 4.900 metros del Nanga Parbat, desde donde comenzaron la ascensión en busca de Elisabeth y Tomek. Tras un esfuerzo titánico, Adam y Denis alcanzaron a Elisabeth, quien llevaba horas descendiendo en solitario, y tras descansar un par de horas a la intemperie para recuperar fuerzas, procedieron a descenderla hasta un campo inferior donde les aguardaban Jarek y Piotr para atenderla. Sin embargo, en esos momentos los miembros de este improvisado equipo de rescate comprendieron que llegar hasta donde creían que se encontraba Tomek Mackiewicz (a unos 7.280 metros) sería inviable.
Algo que más tarde confirmarían los pilotos ya que la situación empeoraría debido a una fuerte tormenta que se esperaba los próximos días lo que les impediría a ellos volar por encima de los 6000 metros y a ningún otro alpinista intentar ascender hasta el lugar donde se encontraba Tomek.
Elisabeth Revol fue inmediatamente trasladada a Islamabad desde donde viajará a Francia para ser tratada de las congelaciones que sufre en manos y pies. Por su parte, Adam Bielecki y Denis Urubko, junto a Jarek Botor y Piotr Tomala regresaran al K2 donde continuaran con su preparación para ascenderlo en invierno.
En estos momentos es un difícil conocer todos los detalles de lo ocurrido con Elisabeth y Tomek, pero lo que si sabemos ya es que la francesa sigue viva gracias a la indescriptible gesta de Adam Bielecki y Denis Urubko, junto a Jarek Botor y Piotr Tomala, que llevaron un rescate relámpago al límite de las fuerzas humanas en una de las montañas más peligrosas del planeta en pleno invierno.
Fue, sin duda, increíble la inmediata respuesta de los tres alpinistas polacos y el nacionalizado kazajo Urubko, quienes no dudaron ni un instante a la hora de abandonar su preparación para salir en busca de los dos desaparecidos y hacer lo que el propio Bielecki describió en un primer instante como “imposible”: rescatarles. Elisabeth ya está a salvo. Y pese a que no pudieron llegar hasta la tienda (la francesa se la preparó antes de emprender su propio descenso) donde se encontraba Tomek a 7.280 metros, los pensamientos de toda la comunidad montañera están con el polaco de 43 años Tomek Mackiewicz, quien deja mujer y tres hijos. Su gran sueño había sido hollar el Nanga Parbat en invierno, y lo consiguió, aunque el coste ha sido demasiado alto.
Descanse en paz.