Arnedillo (La Rioja). Colores de caliza
El color de la caliza sirve para reconocer los más de 20 sectores habilitados tanto para la escalada deportiva como para la escalada clásica: las paredes anaranjadas, como el frontón, marcan la frontera del octavo grado y hace las delicias de los que se mueven a sus anchas en torno a la mitad superior del séptimo grado. La belleza de esta pared, no demasiado frecuentada, es una de las mejores sugerencias del lugar. Más asequibles, los sectores del característico gris de la caliza, sorprenden por la variedad de sus itinerarios así como por su graduación, no demasiado ajustada. Hay quintos que parecen sextos.
Regletas y gotas de agua
Por regla general, la fisonomía de las vías tiende hacia la verticalidad, con abundancia de regletas y gotas de agua. Se impone, así, la escalada técnica combinada con la de fuerza. Un horror para los antebrazos despistados. Para sufrir un poco menos, conviene acercarse a los vecinos sectores de ‘El Collado’ o ‘Caballo loco’: en el primero abundan las vías de quinto grado mientras que en el segundo, los sextos deparan notables sorpresas.
Arnedillo está ‘en obras’, dado su enorme potencial y el trabajo de equipamiento, la escuela puede reforzar aún más si cabe su prestigio en La Rioja.
Las termas
Aunque en los alrededores de Arnedillo se puede practicar senderismo y BTT, la cita obligada nos lleva a las termas naturales, junto al río y la piscina. Son dos pequeñas pozas de agua caliente, auténtico ‘reposo del guerrero’. Su uso es gratuito. Donde se paga, y merece la pena, es en el Balneario de Arnedillo: el poder terapéutico de sus aguas y lodos o el descanso con mayúsculas explican el éxito de estos complejos.
Merece la pena recorrer en BTT la vía verde Arnedillo-Calahorra, apenas 34 kilómetros de paseo relajado por una pista excelente.
