Cuenca (Castilla-La Mancha). El reino de la caliza
Las hoces del Júcar y el Huécar, a los pies de la ciudad de Cuenca forman parte de la declaración de Patrimonio de la Humanidad. A este magnífico entorno le sumamos la excelente calidad de la roca, unos buenos equipamientos –falta reequipar algunas vías– y una enorme oferta. Cuenca lo tiene todo para el escalador de grado medio y alto: escalada técnica, con desplomes y agarres pequeños que hacen trabajar a tope los dedos. Si no tienes grado suficiente, no desesperes: también encontrarás alguna vía, pero no muchas. No hay que olvidar el sector de Valdecabras donde se concentran muchos séptimos y octavos. La ruta por Cuenca debe terminar por la escuela de Valeria, en la Hoz del río Gritos, donde recomendamos andar un poco para descubrir sectores menos masificados, aunque hay restricciones por nidificación.
En Cuenca merece la pena pasear por sus calles, caminar por las hoces o recorrer sus alrededores en bici. Una interesante ruta en BTT asciende por la hoz del Huécar hasta Molinos de Papel y sigue por la senda botánica hasta Palomera. Allí tenemos dos opciones, o seguir hasta el nacimiento del río Huécar en dirección a Buenache de la Sierra o hacia Los Palancares.
Patrimonio
¿Qué decir del ocio en una ciudad como Cuenca? Entre escalada y escalada es imprescindible disfrutar de sus tapas, de su casco antiguo, de la marcha nocturna... El Ayuntamiento dispone de 7 itinerarios para recorrer la ciudad. Y la última semana de agosto se celebran la feria y fiestas de San Julián y, el 21 de septiembre, las de San Mateo.