Esquí de montaña en el Valle de Ansó
El Valle de Ansó, que forma parte de la comarca de la Jacetania, es el más occidental de los de la provincia de Huesca, y limita con el valle del Roncal, ya en Navarra.
La zona de montaña del valle, o más bien de Alta Montaña, está incluida en el Parque Natural de los Valles Occidentales y, sin duda, merece una visita, o varias, para poder contemplarlo en todo su esplendor.
El Parque Natural de los Valles Occidentales, con una extensión de 27.073 hectáreas se localiza en el extremo noroccidental del Pirineo Aragonés, colindando al Norte con Francia y al Oeste con Navarra. Ocupa las cabeceras de los ríos Veral, Aragón Subordán, Osia, Estarrún y Lubierre. Las altitudes del Parque van desde los 900 metros en las zonas de valle hasta los 2.668 metros del pico Bisaurín, techo del mismo.
El modelado glaciar que dejó el hielo durante las glaciaciones nos permite ahora ser testigos de los afilados picos que, a buen seguro, nos sorprenderán por su verticalidad, y están presente en los valles glaciares y los ibones, siendo fácilmente reconocibles con las típicas estructuras geológicas que deja ese tipo de erosión. Los fenómenos kársticos presentes en la zona tampoco son desdeñables, y las típicas “foyas”, hoyas o depresiones, irán apareciendo con relativa frecuencia.
Respecto a la masa vegetal, los hayedos son lo más característico, pudiendo encontrar bosques en los que perderse es más fácil que encontrarse.
La fauna presente es variada, y pese a la desaparición recientemente del último oso autóctono, parece ser que se han realizado en los últimos meses avistamientos de alguno que se asoma desde la vecina Francia.
Linza
En el Plano de la Casa, en los alrededores de la Fuente de Linza, a 25 kilómetros de Ansó, y rodeado de bellas montañas, nos encontraremos el refugio del mismo nombre, que nos servirá de base para nuestras excursiones por esa zona del valle.
Construido en el año 1989, por el Ayuntamiento de Ansó, es propiedad municipal, y no depende de la Federación de Montaña. Los precios que encontramos, de hecho, son prácticamente similares para federados que para los demás.
Abre todo el año, y se accede en vehículo hasta la misma puerta. Se encuentra a 1.340 metros de altura, factor a tener en cuenta en invierno, cuando la nieve hace acto de presencia, y los accesos pueden estar temporalmente cerrados o en proceso de apertura.
En los alrededores se encuentra el Circuito de Esquí de Fondo de Linza, actividad complementaria, que se puede combinar con nuestras actividades, o usar como alternativa los días en los que el viento en altura o el alto peligro de aludes hagan poco aconsejable aventurarse por las montañas.
Los recorridos que propondremos de esquí de montaña en este artículo salen y llegan a la misma puerta del Refugio de Linza, resultando perfectos para realizar en las cortas jornadas del comienzo del invierno, o cuando se buscan zonas seguras en lo que a peligro de aludes se refiere. Al ser una zona boscosa en gran parte, y con bastante zona de “lomas”, buscar las vertientes adecuadas nos permite aventurarnos, con relativa seguridad, con nuestros esquís incluso tras grandes nevadas.
A pesar de lo anteriormente apuntado hemos de tener en cuenta que todas las montañas de la zona presentan cortados en alguna de sus vertientes, algunos de varios centenares de metros. Además, para los tranquilos recorridos de esquí de montaña que proponemos, la zona es todo un compendio de empinadas laderas con nieves cambiantes, pudiendo encontrar en sus entrañas desde actividades de alpinismo en corredores de nieve, hielo y mixto a vertiginosos descensos de esquí por pendientes superiores a los 50º.
Como de costumbre recordaremos el material de seguridad que siempre debemos llevar cuando nos dispongamos a realizar actividad en terreno nevado. Arva, pala y sonda, el trinomio inseparable. Y saber cómo usarlo. Tan importante es el llevarlo como conocer su funcionamiento y haberlo practicado en “seco” con anterioridad.
Como ya hemos dicho, este número propondremos tres recorridos asequibles, dos de iniciación, y otro un poco más complejo, pero apto para cualquier esquiador de montaña que tenga un mínimo nivel de esquí fuera de pista. Así mismo, para los más fuertes, o con menos tiempo disponible, es posible la combinación de dos picos, incluso los tres, saliendo siempre de Linza y con llegada al mismo punto.
RUTAS DE ESQUÍ DE MONTAÑA
Refugio de Linza – Petrechema – Refugio de Linza
+1.100m/-1.100m
1.3 E1
4-6 horas
El Petrechema, o Ansabere , de 2.371 metros de altura, pese a ser una esbelta esfinge, con el lomo formado por un espolón con precipicios hacia el Norte, y moderadas pendientes hacia el Sur, se ve quizás relegado a un segundo plano debido a que es la segunda cota del cordal, en el que la Gran Aguja de Ansabere, con solo 6 metros más de altura, pero con increíbles paredes hacen que sea inalcanzable para el común de los mortales.
La salida del itinerario propuesto parte de la misma puerta del refugio de Linza, a 1.340 metros, en dirección NE, camino del Collado de Linza.
A unos 1.520 metros de altitud, a la altura de una evidente vaguada que viene del norte, debemos remontarla hasta la cota 1.600, donde nos desviaremos hacia el Este buscando el itinerario menos expuesto y seguro. Este tramo, entre los 1.700 metros y los 1.930 metros del Collado de Linza, es la zona más delicada en lo que a peligro de aludes se refiere. Así mismo, en caso de nieve dura, la caída es fea, y nunca está de más evaluar las condiciones y decidir el material a usar antes de aventurarse en las palas.
Una vez en el Collado de Linza, el camino es muy evidente, y dependiendo de la cantidad y condiciones de la nieve, podremos elegir el ascenso más seguro y cómodo.
El descenso se puede realizar por el mismo camino de subida, o esquiar la pala Sur hasta las Foyas del Ingeniero, bajando por el barranco del Petrechema hasta Linza. Este último descenso coincide con el del Mallo Acherito.
Refugio de Linza – Chinebral de Gamueta – Refugio de Linza
+1.100m/-1.100m
1.2 E1
4-6 horas
El Chinebral de Gamueta, de 2.329 metros de altura, es desde el Oeste una amplia loma, contrastando fuertemente con los precipicios de su cara Norte. Asimismo, en su cara Sur tiene una apetecible pala, que va a dar a la Plana de Diego, y es una opción muy recomendable si las condiciones de la nieve y nuestro horario nos lo permiten.
Desde la misma puerta del Refugio de Linza nos hemos de fijar en una marcada brecha de roca que hay enfrente del mismo (Sur) en la divisoria boscosa. Se llama el Paso del Caballo, y es punto de paso obligado para cruzar el espolón que nos separa de la otra vertiente.
Hemos de cruzar la zona de pista de esquí de fondo, buscando un puente que nos permite cruzar el río, un poco a la izquierda del itinerario, y siguiendo la pista hasta dejarla cuando vayamos intuyendo el Paso del Caballo.
Puede ser, si hay poca nieve, que tengamos que descalzarnos los últimos metros, ya que hay bastante roca abrupta. Una vez lleguemos al collado iremos realizando un flanqueo por el bosque buscando la loma izquierda, en franca dirección Este.
Poco después llegaremos al collado del Paso del Onso, donde encontraremos el Refugio del mismo nombre unos metros más abajo, de construcción metálica. En años de gran innivación puede ser que sólo se vea la chimenea, ya que al estar en la cabecera de la vaguada recoge mucha precipitación.
Una vez superado el refugio no hay mayor misterio que seguir la loma por el sitio más favorable, dependiendo de cantidad y calidad de nieve, hasta el collado bajo la cima, donde probablemente haya que descalzarse para realizar los últimos metros al encontrarnos en una arista totalmente expuesta a los vientos dominantes.
Seguramente nos fijemos en la pala Sur una vez en la cima. Si las fuerzas nos acompañan, y está asentada la nieve, no es ninguna tontería pegarse una bajadita por la misma, unos 200 metros desnivel, que habrá que sumar a los 1.100 de origen una vez remontados.
El descenso es común al ascenso hasta el refugio del Paso del Oso. Una vez ahí, podemos optar por bajar al refugio por el Paso del Caballo, o bien bajar por la vaguada al Sur hasta la fuente de los Clérigos, desde donde foqueando por la cuneta, un kilómetro más o menos, llegaremos a Linza.
Refugio de Linza – Mallo Acherito – Refugio de Linza
+1.100m/-1.100m
2.1 E1+
4-6 horas
El Mallo Acherito , con 2.374 metros, es una de las cimas principales de este sector del Pirineo Oscense. Las vistas desde la puntiaguda cima son increíbles, y la pala cimera, que sin ser extrema sí que es inclinada, merece la visita de los esquiadores de montaña que estén por la zona.
El itinerario de ascenso es común hasta la cota 1.900 con el itinerario del Chinebral de Gamueta.
Desde la misma puerta del Refugio de Linza nos hemos de fijar en una marcada brecha de roca que hay enfrente del mismo (Sur), en la divisoria boscosa. Se llama el Paso del Caballo, y es punto de paso obligado para cruzar el espolón que nos separa de la otra vertiente.
Hemos de cruzar la zona de pista de esquí de fondo, buscando un puente que nos permite cruzar el río, un poco a la izquierda del itinerario, y siguiendo la pista hasta dejarla cuando vayamos intuyendo el Paso del Caballo. Si hay poca nieve posiblemente tengamos que descalzarnos los últimos metros debido a la roca abrupta. Una vez en el collado iremos realizando un flanqueo por el bosque buscando la loma izquierda, en franca dirección Este.
Poco después alcanzaremos el collado del Paso del Onso, donde encontraremos el Refugio de construcción metálica unos metros más abajo. En años de gran innivación puede ser que sólo se vea la chimenea, ya que al estar en la cabecera de la vaguada recoge mucha precipitación.
Una vez superado el refugio hemos de continuar por el espolón del Chinebral hasta la cota 1.900, donde en una especie de “falso collado”, o pequeño llano, tendremos que desviarnos a la vertiente Norte de la loma, tomando la evidente vaguada que en dirección Este nos va llevando bajo los tajos de la vertiente Norte del Chinebral hacia el Collado del Acherito.
Esto nos supondrá perder unos metros de altura respecto a nuestro itinerario anterior, pero como recomendación personal, en caso de mínima duda en la diagonal, o si la nieve está dura, ir al fondo de valle directamente, puesto que es mayor el beneficio que el perjuicio una vez abajo a la hora de avanzar.
A unos 2.030 metros debemos irnos un poco a la derecha en el sentido de la marcha, al Sureste, para dirigirnos hacia el Collado del Huerto de Acherito y evitar ir al collado que da a las Foyas del Ingeniero, al Norte de nuestra posición, y descenso posterior.
Una vez en las inmediaciones del Collado del Huerto, sobre los 2.180 metros nos desviaremos hacia el Noreste, con la vista ya puesta en la pala Suroeste del Mallo Acherito, la cual atacaremos, dependiendo de las condiciones, con los esquís o con crampones.
La llegada a la estrecha cima es un deleite para los sentidos, sin duda, aérea y con ambiente alpino.
El descenso lo hemos de tomar con tranquilidad y respeto, al menos en la pala que acabamos de subir. Evidentemente, el hecho de bajar por donde acabamos de subir nos facilita la evaluación del manto nivoso y la toma de decisiones, pero no debemos subestimar la inclinación, pese a ser moderada. En caso de duda descender con piolet y crampones es lo más sensato, al menos hasta sobrepasar la zona cimera que es la que presenta más pendiente y mayor exposición.
Una vez en el llano bajo el Acherito debemos buscar un pequeño collado al Noroeste que da acceso a las Foyas del Ingeniero donde, por unas espléndidas palas con la inclinación justa para que cualquier esquiador de montaña con un mínimo nivel de esquí fuera de pista disfrute, iremos enlazando las diferentes trazadas hasta desembocar en el barranco de Petrechema. Desde allí, y sin pérdida posible, apareceremos en las inmediaciones del Plano de la Casa.
MATERIAL NECESARIO:
Arva, pala y sonda. El propio del esquí de montaña añadiendo piolet y crampones. Material de orientación (Plano, brújula, altímetro, GPS). Casco y teléfono con batería cargada.
MEJOR ÉPOCA:
De mediados de diciembre a finales de marzo, aunque en años de buena innivación se puede realizar desde principios de noviembre hasta mediados de abril.
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