Escalada deportiva, maniobras y recursos
Si queremos convivir con todos los aficionados a este deporte, con los aperturistas y equipadores de excelentes vías, tenemos que tratar las cosas con el respeto que se merecen y maniobrar de manera correcta. Igualmente debemos tratar de entender este deporte de maniobrabilidad sencilla con el cuidado que se merece, prestando especial atención a lo que hacemos y a lo que podría suceder. No dejemos que las cosas nos cojan de improviso. Por esta, y otras razones, proponemos algunos consejos para la práctica de este deporte, así como posibles incidencias que pueden ocurrir cuando uno escala.
Lo primero que hay que hacer es evaluar la vía, preparar el material que uno va a necesitar, comprobar el nudo de encordamiento (ocho por chicote), ver la correcta colocación del aparato de aseguramiento (freno automático) y comprobarlo, preguntar al compañero si ha pasado toda la cuerda y ha realizado un nudo/tope en el extremo de la misma, etc. Tras estas comprobaciones previas y alguna más, te dispondrás a escalar… ¡Perdona! ¿Llevas el casco? Si se mecanizan todas estas pautas, se evitará culpar al compañero por algo de lo que uno también es responsable. Cuando escales concéntrate en la progresión, en su técnica gestual, adminístrate para poder chaparte, y hazlo en cuanto la vía te permita.
Tras chaparse correctamente (el cierre del mosquetón inferior de la cinta exprés queda al lado contrario al de nuestra progresión) durante toda la vía, se alcanza el descuelgue donde se deberán tomar varias decisiones. Si los compañeros van a seguir escalando o quieren probar la vía en polea, se colocará un descuelgue que afecte lo menos posible el desgaste del material de los anclajes, que sea seguro y que reparta la carga entre ambos. Por ello es recomendable utilizar, en función del descuelgue, un tipo de material u otro:
- Descuelgue con dos argollas paralelas. Pondremos dos cintas exprés contrapeadas (cierres en direcciones opuestas), de las cuales al menos una estará compuesta por cinta y dos mosquetones con cierre de seguridad. De esta manera garantizaremos nuestra tranquilidad en el transcurso de la actividad y haremos un reparto de carga entre los anclajes de manera aceptable.
- Descuelgue con dos argollas a distinta altura. Colocaremos una cinta exprés en la argolla más alta y un mosquetón con cierre de seguridad en la argolla inferior, de manera que la parte inferior de ambos quede alineada y trabajen por igual. Si la cinta exprés lleva doble mosquetón de seguridad, mejor.
- Descuelgue con cadena y argolla o mosquetón. Coloca una cinta exprés en la chapa superior del descuelgue y un mosquetón de seguridad en la argolla o chapa inferior. Evita el desgaste del mosquetón del descuelgue y utilízalo solo para el descuelgue final. Entre todos podemos conservar más tiempo el material que hay en las vías.
¿Qué hacer para recuperar el material del descuelgue y cambiar a otra vía?
Una vez llegado al descuelgue debemos estar sujetos a dos puntos: uno mediante la cuerda y una cinta exprés, y al otro punto con un cabo de anclaje (si es regulable en altura nos facilitará la maniobrabilidad). Comunicaremos a nuestro compañero lo que queremos hacer y le pediremos que nos dé un par de metros de cuerda. Ésta la pasaremos en doble por los dos puntos del descuelgue y seguidamente realizaremos un ocho doble, el cual uniremos a nuestro anillo ventral con un mosquetón de seguridad (recuerda que siempre tiene que estar enroscado).
Una vez realizada esta operación nos podremos desencordar del ocho del principio (deshacer el nudo), pasar el cabo suelto por las argollas y enrollarlo en nuestra cintura para que no nos moleste al bajar. Después de recuperar el material y tras haber supervisado la maniobra y asegurarnos que todo está correctamente, le pediremos a nuestro compañero que se disponga a bajarnos quitándonos el cabo de anclaje. Si el descuelgue tiene mosquetón, la maniobra es mas sencilla. ¡Ojo que algunos descuelgues están demasiado desgastados o en mal estado como para descolgarnos de ellos!
¿Cómo abandonar una vía?
Son muchas las razones por las que debemos saber cómo abandonar una vía de manera segura y sin dejarnos costoso material en ella. La dificultad de una vía, el cambio de tiempo, la falta de anclajes, el dudoso estado del material, son factores que influyen en esta decisión. Para realizar la maniobra lo mejor es tener siempre preparado un maillón, que esté homologado y tenga una abertura lo suficientemente ancha para pasar la cuerda, más un aro de cordino de 6mm y unos 30 cm anudado con el nudo de pescador doble. Colocaremos el cabo de anclaje en la chapa y quitaremos la cinta exprés para dejar más espacio. Cogeremos el maillón y lo introduciremos primero en la cuerda y luego en la chapa, de manera que quede por debajo del cabo de anclaje, para que cuando tengamos que quitarlo nos cueste mucho menos. Antes de disponernos a bajar tendremos que hacer un nudo Prusik con el cordino sobre la cuerda ascendente (la que viene del asegurador). Éste lo engancharemos al anillo ventral mediante un mosquetón de seguridad.
Avisaremos al compañero, quitaremos el cabo de anclaje y para abajo. Con este tipo de maniobra, en caso de caída por rotura del anclaje/descuelgue, nos quedaremos colgados de la última cinta que tengamos puesta, evitando caer directamente al suelo. Por cierto, conviene acordarse de deslizar el nudo Prusik cuando nos baje el compañero.
En una ocasión vi como el asegurador se desmayaba a plomo en una vía de escalada, tras varios minutos al sol y mirando hacia su compañero. El escalador entró en cólera sin saber que hacer, menos mal que no se encontraba solo ese día.
¿Qué hacer si al asegurador le ocurre algo y no puede bajarnos de la vía?
Por raro que parezca, puede que en alguna ocasión el compañero, o uno mismo, sufra un desmayo, la caída de una piedra o material, una insolación o bajada de tensión, etc. Como nunca sabemos lo que nos puede suceder, lo mejor es estar preparado y actuar con rapidez y sobretodo tener claro lo que estamos haciendo. Si nuestro compañero sufre algún tipo de percance y deseamos bajar para ayudarle, la maniobra será algo difícil y peligroso si no se ha previsto con anticipación. No siempre habrá alguien que nos pueda echar una mano.
El material a emplear es similar al anterior (maillón y cordino) más un descendedor o sistema de descenso (nudo dinámico o medio ballestrinque). Tras preguntar a nuestro compañero y evaluar la situación te dispondrás a abandonar la vía. Primero colocarás el cabo de anclaje en la chapa, realizarás un nudo de ocho doble, y lo fijarás mediante un maillón a la chapa por debajo del cabo de anclaje. Seguidamente colocarás un descendedor el la cuerda fija, unido mediante una cinta exprés con doble mosquetón de seguridad al anillo ventral (si no tienes utiliza un mosquetón de seguridad sin más). Por debajo de éste coloca un nudo Prusik unido al anillo ventral, no solo por si salta el seguro de descuelgue, si no por si soltamos el descendedor y al final tenemos los dos heridos. Tras realizar esta operación desencuérdate, quita el cabo de anclaje y desciende.
Si no tienes maillón para fijar la cuerda puedes emplear el ocho doble de encordamiento sobre la chapa.
No te preocupes por la cuerda, cuando tu compañero se encuentre mejor, o con ayuda de otro escalador, podrás subir por el otro extremo de la cuerda, deshacer lo que habías hecho y recuperar todo el material
Seguramente esta maniobra es algo inusual, pero nunca se puede predecir lo que va a ocurrir y conviene estar preparado. Presta siempre atención a cada maniobra que realizas y ten claro por qué la realizas. Practica de vez en cuando para que no se te olvide y si no lo tienes claro fórmate o pregunta a alguien que pueda asesorarte o explicártelo mejor. Si no estás acostumbrado a escalar o maniobrar con cuerdas y material lo mejor es que te apuntes a algún curso con profesores titulados que te garanticen la correcta utilización del material y te formen adecuadamente ya que son muchos más los puntos a tener en cuenta a la hora de practicar este deporte.