El juez del CIE de Gran Canaria prohíbe nuevos internamientos para evitar la propagación de la COVID-19
El juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco, en Gran Canaria, prohíbe nuevos internamientos en el centro para evitar la propagación de la COVID-19. Arcadio Díaz Tejera ha explicado que en la actualidad hay 42 personas en el establecimiento y considera que “no se puede superar ese aforo”.
El propósito es “evitar hacinamientos perniciosos, poder mantener condiciones para hacer posible la distancia social, llevándose a cabo todo ello con el fin de evitar masivos contagios en cadena”, tal y como especifica el auto dictado por el juez.
Después de que el 25 de septiembre reabriera el CIE de Barranco Seco, hay 42 personas internadas. 29 son ciudadanos de Malí, diez de Senegal, dos de Gambia y una de Mauritania. El Centro tiene capacidad para 112 migrantes. Según Díaz Tejera, podría resultar contraindicado seguir ingresando más migrantes “por las características del modelo carcelario existente cuando se construyó el referido establecimiento”, con los consecuentes escasos y reducidos espacios para la vida comunitaria y las dificultades para mantener la distancia social.
Asimismo, al provenir de distintos cayucos y zonas geográficas de origen, a pesar de los PCR negativo, “el contagio se puede multiplicar exponencialmente si conviven hacinados”. Tal y como ya sucedió en marzo, cuando el mismo juez de control tuvo que desalojar y cerrar Barranco Seco por la propagación del virus, importado por trabajadores del exterior.
Las zonas comunes con las que cuenta Barranco Seco son dos platas de habitaciones con sus duchas y baños respectivos, y una zona de patio de esparcimiento de 200 metros cuadrados. Además, en el establecimiento también se ubica un almacén para vehículos en desuso del Cuerpo Nacional de Policía y una veintena de guías caninos de este cuerpo de seguridad. “Hace perder muchos metros de la antigua cárcel, lo que contribuye a que no se disponga de suficientes patios para la distribución de los internos durante las dos horas diarias a las que tienen derecho para estar en ellos.
En el supuesto de que se produzca algún contagio entre los internos, el juez de control adelanta que se procederá al desalojo y cierre del CIE, para evitar un contagio en cadena.
El juez de control del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Barranco Seco, en Gran Canaria, prohíbe nuevos internamientos en el centro para evitar la propagación de la COVID-19. Arcadio Díaz Tejera ha explicado que en la actualidad hay 42 personas en el establecimiento y considera que “no se puede superar ese aforo”.
El propósito es “evitar hacinamientos perniciosos, poder mantener condiciones para hacer posible la distancia social, llevándose a cabo todo ello con el fin de evitar masivos contagios en cadena”, tal y como especifica el auto dictado por el juez.