Marlaska contradice a Mauritania y niega que los malienses deportados de Canarias vuelvan a su país
El ministro del Interior español, Fernando Grande-Marlaska, ha visitado este jueves Rabat en su primer viaje internacional tras ser nombrado al frente de dicho Ministerio por el nuevo Gobierno de coalición. Marlaska se pronunció acerca de los vuelos de repatriación de migrantes malienses que parten hacia Mauritania desde Canarias. “No van a Malí, sino a Mauritania”, explicó, añadiendo que estas expulsiones se ajustan al acuerdo bilateral que existe entre España y dicho país africano.
Sin embargo, fuentes de la seguridad mauritana han confirmado a Efe que los migrantes que llegan a la ciudad de Nuadibú son inmediatamente conducidos en autobús hacia la frontera de Mali o Senegal, según fuera el lugar de acceso al país, y entregados a la policía de esos países. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado también constató que estas personas son devueltas a Malí, un país que actualmente está en conflicto y es inseguro.
“Todos los que pisan suelo español han podido ejercitar su derecho de protección internacional, cosa que algunos han hecho y otros no”, ha subrayado Marlaska. De los más de 70 malienses que en lo que va de año han sido expulsados de España, al menos 14 expresaron su voluntad de solicitar asilo, tal y como publicó este periódico. Sin embargo, todos ellos fueron internados en el CIE de Hoya Fría y expulsados sin que el Juzgado de Instrucción correspondiente tuviera constancia.
“Los expedientes se analizan individualmente y no de forma colectiva. Son resoluciones individualizadas, y algunas pueden acabar en el poder judicial si hay recurso”, insistió el ministro.
Marlaska se jactó de que España ha sido en lo que va de año el primer país europeo por el número de solicitudes de asilo, y fue el tercero el pasado año con 115.000 solicitudes; “algo no debemos estar haciendo mal cuando representamos una garantía”, concluyó.
También reconoció que la preocupación se centra en la “vía canaria” y alabó la labor de los gobiernos de Marruecos, Mauritania y Senegal en la lucha contra la emigración clandestina, porque “dan protección y rescatan a las personas instrumentalizadas por las mafias”.
A pesar de la insistencia de los periodistas, Marlaska se negó a dar las cifras de devoluciones de emigrantes de España a Marruecos -son “un número procedente y oportuno”, dijo- pero insistió en que todas ellas son “conformes a derecho y con el debido respeto a los derechos y libertades”.
Explicó que se analiza primero si el emigrante llegado de Marruecos ha solicitado protección internacional, y en caso de que se descarte, se estudia si existe además una situación de irregularidad lo que puede terminar en un procedimiento de expulsión; son, dijo el ministro, “procedimientos ordinarios”.
Asunto diferente son las “devoluciones en caliente” -término que el ministro rechazó- pero emplazó al 13 de febrero cuando la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos falle al respecto; aseguró que el Gobierno de España cumplirá la sentencia.
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