El adiós de Jim Moran

Después de diez años vistiendo la elástica amarilla, Jim Moran abandonó el equipo, después de finalizar el contrato que le vinculaba al Granca. Se fue con la cabeza alta, habiendo conseguido los mayores logros de la historia del club claretiano, aunque se marcha con la espina de “no haber podido lograr el gran reto de superar la ronda de los cuartos en Copa del Rey, Playoff o Eurocup. Esta afición se lo merece y espero que los chicos se lo regalen pronto”, lamentó en una carta de agradecimiento dirigida a la afición, al club y a los medios.

Su estancia en Gran Canaria le hizo mejorar temporada tras temporada, aprendiendo de grandes nombres que pasaron por el equipo insular, de los que sacó provecho para seguir mejorando. Jim quiso agradecer también la entrega de los tres entrenadores que tuvo durante su década vistiendo la camiseta amarilla, Manolo Hussein, Salva Maldonado y Pedro Martínez “por todo lo que aprendí y a los que tanto debo”, además de dar las gracias “a todos sus ayudantes, al preparador físico Juanjo Falcón y a Himar Ojeda”.

Todos los aficionados que han disfrutado de los logros del Granca en estos diez años, siempre han tenido presente a Moran, un jugador casi considerado de la casa por la entrega que mostraba partido a partido y las ganas que ponía cada vez que pisaba el parquet del CID. “Estoy muy agradecido de haber podido jugar para tan buena afición, hicieron de mi carrera allí algo muy especial”, se despidió Moran.

Se marcha dejando su nombre grabado en la historia del club claretiano, conservando varios records tras su larga estancia en el equipo, algunos de los cuáles tardarán muchos años en alcanzarse. Superó a su compañero Jason Klein como máximo triplista amarillo de la historia, algo de lo que se sintió muy orgulloso, luciendo el día que batió el record la camiseta de su gran amigo.

Además, ostenta el mayor número de recuperaciones, al igual que es el jugador que más partidos y más minutos ha vestido la elástica del Gran Canaria en 49 años de historia. El norteamericano deja un gran vacío en el equipo, así como en los aficionados, recordando ese número 20 que ya nadie podrá lucir y, que siempre le rememorarán como él siempre se definió, “como un canario más”.