El Gran Premio de Bahrein abrirá este domingo el Mundial 2010 de Fórmula 1, marcado por la presencia de Fernando Alonso en Ferrari, con la que busca recuperar una gloria perdida en los últimos años, en un campeonato con marcado acento español, con nuevas reglas en busca de aumentar los adelantamientos y el retorno del alemán y siete veces campeón del mundo, Michael Schumacher.
El 2009 fue una de los eventos más aburridos de los últimos tiempos en el gran circo. BrawnGP y su doble difusor dominaron ampliamente la primera parte y acumularon la suficiente ventaja para dormirse en el resto de campaña ante los errores de sus rivales.
McLaren y Ferrari apenas aparecieron, más las flechas plateadas, Renault fue recordada más por su sanción por el 'caso Singapur 2008', y lo más positivo fue ver el crecimiento de Red Bull como una nueva escudería dispuesta a dar batalla.
Ahora, BrawnGP es MercedesGP y defenderá título con la dupla alemana compuesta por el Kaiser Schumacher, que regresa tras tres años de parón y su fallida vuelta el año pasado con el Cavallino Rampante tras el accidente de Felipe Massa, y el joven Nico Rosberg.
Ambos deberán pelear por defender la corona que conquistó Jenson Button, que se ha marchado a McLaren para formar también un dúo peligroso con su compatriota Lewis Hamilton, campeón en 2008 y que tendrá nuevamente otro gallo en el corral como sucediese en 2007 con la presencia de Fernando Alonso, una sociedad que llegó a buen término.
Fichaje estrella
Sin embargo, vuelta de Schumacher aparte, la presencia del asturiano en Ferrari es la gran atracción de la temporada. El piloto ovetense ha pasado dos años discretos en Renault, sobre todo el segundo, y ahora, a bordo de un bólido rojo, buscará recuperar la gloria perdida y pelear por su tercer título mundial.
Alonso ha recuperado la ilusión por competir y su talento al volante y afán por mejorar los monoplazas que conduce pueden ser igualmente beneficiosos para la histórica escudería de Maranello, que ha sumado dos años de sequía, demasiados para los tifosi.
El bicampeón mundial ha ofrecido muy buenas sensaciones en los tests de pretemporada y todo invita al optimismo de cara a que esté entre los contendientes a un título que se presenta emocionante y disputado, y con cuatro campeones mundiales (Alonso, Schumacher, Hamilton y Button) en liza.
De todos modos, el asturiano podría tener al enemigo en casa. Y es que como sucediese en 2007, tendrá un compañero duro de batir y también aspirante al entorchado como el brasileño Felipe Massa. El sudamericano se ha ganado los galones en Ferrari durante muchos años, aunque habrá que ver como se encuentra tras su grave accidente el año pasado en Hungría.
Junto a todos los pilotos citados, las miradas se centran en el alemán Sebastien Vettel, de Red Bull, una escudería en franca progresión. Todos señalan al germano como sucesor de Schumi y en los últimos dos años ha dejado muestras de su talento, que tendrá que demostrar ahora ante una competencia más dura que la del año pasado.
Presencia española
Pero, además, este Mundial será el más español de la historia con la participación de tres pilotos nacionales. Junto a Alonso están Jaime Alguersuari, en Toro Rosso, que continuará con su aprendizaje, y el veterano Pedro Martínez De la Rosa, el segundo de más edad tras el Kaiser. El barcelonés, tras muchos años de probador en McLaren, ha cogido prácticamente su último tren con BMW-Sauber, un monoplaza al que puede sacar rendimiento visto lo sucedido en los tests.
Igualmente, y también por primera vez en la historia, habrá una escudería española. En una parrilla formada por 12 equipos, dos más que el año pasado y una menos de las previstas por el abandono del USF1 Team, el Hispania Racing, ex Campos Meta, pondrá brillo nacional aunque sus pilotos no sean españoles sino el brasileño Bruno Senna, sobrino del mítico Ayrton Senna, y el indio Karun Chandhok.
Bahrein abre el año
Para empezar, la primera cita será en el trazado de Sakhir, escenario del Gran Premio de Bahrein, que este año es la encargada de abrir el calendario en lugar del tradicional Gran Premio de Australia.
El trazado asiático ha sido rediseñado y ha aumentado en longitud (6,2 kilómetros) y ha vuelto un tanto más complejo que antaño, por lo que tiene parte de novedad para todos los competidores.
En sus cinco años de historia, el circuito ha sido propicio para los Ferrari, ganadores aquí en tres ocasiones con Schumacher (2004) y Massa (2007 y 2008), aunque a Fernando Alonso también se le ha dado bastante bien, con victorias en 2005 y 2006. El año pasado venció Button.
Además, habrá que ver también como afecta la nueva reglamentación que este año ha diseñado la Federación Internacional (FIA), empezando por el nuevo sistema de puntuación con 25 para el ganador, 18 para el segundo y 15 para el tercero.
También ha cambiado el sistema de repostaje, que ya no existirá, lo que podría provocar cambios en las estrategias y que ha cambiado el diseño de los coches. Así, los pilotos sólo pasarán por los boxes para cambiar de neumáticos, que tienen igualmente nueva reglamentación. El botón mágico del novedoso KERS, que ayudó a algunos en 2009, ha desaparecido.