Pedro González López (Tenerife, 2002) firmó este martes su contrato como nuevo jugador del FC Barcelona con la idea de convertirse en el duodécimo futbolista tinerfeño en vestir la camiseta del primer equipo azulgrana. Con apenas 16 años, el mediapunta teguestero aún tiene un largo camino por recorrer, que de momento pasa por quedar concentrado con la selección española sub 18 y, al menos hasta el mes de junio, seguir con la UD Las Palmas, conjunto con el que ya ha disputado cuatro partidos en Segunda División.
En el caso de debutar con el Barça, Pedri le daría continuidad a una relación que abrió hace casi un siglo un mito del fútbol español como Ángel Arocha y que vivió su último episodio en agosto de 2015, cuando un tocayo suyo, Pedro Rodríguez, conocido en sus inicios como Pedrito, disputó las finales de las supercopas de Europa y de España con el conjunto catalán antes de incorporarse al Chelsea. Por el camino, otros nueve jugadores tinerfeños también vistieron la camiseta azulgrana, aunque dos de ellos no llegaron a debutar el partidos de carácter oficial.
El pionero, ya se ha dicho, fue Ángel Arocha, mito del fútbol tinerfeño fallecido durante la Guerra Civil con apenas 31 años. Autor de 236 goles en 240 partidos como azulgrana en un tiempo en que los choques amistosos –en especial los internacionales– tenían gran importancia, su presencia en partidos oficiales no es desdeñable: 145 apariciones y 127 tantos, con un título de Liga (28-29), uno de Copa del Rey (1928) y cuatro campeonatos de Cataluña. Primer internacional tinerfeño, también marcó en los dos únicos encuentros que jugó con la selección española.
El éxito de Arocha hizo que el Barça 29-30 incorporara a Bernardino Semán, que marcó más de una docena de goles en los 24 amistosos que jugó, uno de ellos antológico al Red Star de París, aunque no debutó en partido oficial. Incomprendido por la grada de Les Corts, no se adaptó a la ciudad y el Barça no se opuso a que cumpliera el servicio militar en La Isla, convirtiéndose en el mayor ídolo del Tenerife durante más de una década, aunque tras la Guerra Civil jugaría unos meses en el Español de Barcelona. Falleció a los 33 años tras una enfermedad respiratoria.
Antes y después de la Guerra Civil, otros dos futbolistas tinerfeños jugaron en el Barça. El delantero Quico Tejera, leyenda del Real Unión que también falleció prematuramente (28 años), formó parte del Barcelona 33-34 aunque sólo estuvo un par de meses en la Península “por problemas de salud”. Mientras, Quique Cubas, extremo del Tenerife, probaría suerte tras la contienda: firmó un buen curso en el Español con un título de Copa del Generalísimo junto a su paisano Gabriel Jorge y fichó por el Barcelona 40-41 antes de irse al Sabadell y el Constancia.
Años después recalaría en el Barça el centrocampista Juan Mesa, Mesita, figura del Real Unión antes de la guerra civil y que tras la contienda destacaría en Málaga durante cuatro temporadas y en el Murcia tres campañas, incluyendo un ascenso a la élite. Todo ello le valió para fichar por el Barcelona 46-47, donde disputó más de una docena de amistosos... pero no debutó en partido oficial y marchó al verano siguiente al Castellón, entonces en Segunda División. Y ya en los sesenta encontró acomodo como azulgrana el lagunero Foncho, que llegaría a ser internacional absoluto.
Defensa derecho con un físico superlativo que debutó en el Tenerife con apenas 16 años, emigró pronto a la Península para brillar en Eldense y Murcia antes de recalar en el Barça con 21 años. Campeón de Copa del Generalísimo y la Copa de Ferias en sus siete temporadas en el Barcelona, disputó la primera final de la Copa de Europa de la historia azulgrana, sellada con derrota (3-2) ante el Benfica. Curiosamente, Foncho no hizo ningún gol en sus 146 partidos oficiales con el Barcelona, pero marcó en su debut con España, en cita clasificatoria para el Mundial 62.
Ya en los años setenta, otros dos futbolistas tinerfeños tuvieron un protagonismo casi paralelo en el Barça. El extremo Juanito llegó del Tenerife avanzado el curso 71-72, mientras que el ariete Barrios lo hizo desde el Granada al inicio de la campaña 72-73... y ambos se proclamarían campeones de la Liga 73-74 en un equipo liderado por Johan Cruyff. Dieciséis goles se repartieron como azulgranas, coincidiendo también a la hora de abandonar la entidad tras la conquista liguera para juntarse en el Hércules al ejercicio siguiente.
Tras la marcha de Juanito y Barrios ya no habría más presencia en el primer equipo azulgrana hasta el siglo XXI, aunque por el camino sí hubo protagonismo en el filial, donde el orotavense Tommy Duncanson llegó a disputar más de ochenta partidos. Otro futbolista norteño, el defensa realejero Mario Álvarez, rompería la sequía tinerfeña en el Barça 03-04, pero sólo jugaría dos partidos oficiales a las órdenes de Rijkaard, un técnico que también sería el encargado de hacer debutar a Jeffren –un teguestero nacido en Caracas– y Pedro.
Eso sí, en ambos casos sería Guardiola quien les daría continuidad en el Barça. Y aunque Jeffren no acabó de explotar y terminó por irse al Sporting de Portugal con 23 años, Pedro sí alcanzó un protagonismo brutal: 321 partidos y 99 goles, con un total de veinte títulos como azulgrana... amén de un Mundial y una Eurocopa con España en una colección que sigue ampliando con el Chelsea. Ahora le llega el turno a Pedri, que este martes se estrenó como azulgrana con una presentación y el sueño de poder llegar algún día a debutar con el primer equipo.