Las Palmas y Valencia, dos equipos con los deberes casi hechos y en busca de un premio extra, que sería entrar en plazas europeas, se miden este sábado en el Estadio de Gran Canaria en un choque muy atractivo por la propuesta de juego de ambos contendientes.
El equipo amarillo podría alcanzar en la tabla a su rival en caso de conseguir la victoria y certificar prácticamente la permanencia, el objetivo prioritario que se marcó antes del comienzo del curso, aunque su entrenador, García Pimienta, no quiere ni escuchar la palabra Europa como una meta complementaria a la gran temporada realizada.
Después de dos partidos sin ganar, ante Real Madrid (1-2) y Granada (1-1), el conjunto isleño espera reencontrarse con el triunfo en el día en que recuperará a varios de sus efectivos.
Julián Araujo, después de cumplir su castigo de cuatro partidos por su expulsión en la Copa del Rey ante el Tenerife, y Javi Muñoz, tras su partido de sanción por acumulación de tarjetas, vuelven a estar disponibles para un Pimienta que asegura que no conviene tocar mucho lo que funciona.
Con la vuelta del lateral derecho mexicano Araujo y la del central Saúl Coco tras su participación en la Copa de África, el técnico catalán tendrá que valorar si introducir cambios en la zaga o apostar por la de los últimos encuentros.
Será baja el guardameta suplente Aarón Escandell tras ser expulsado en Los Cármenes por protestar, y sancionado con dos encuentros, que cumplirá ante Valencia y Atlético de Madrid.
Enfrente tendrá a un Valencia que pese a llegar mermado por las bajas, también lo hace reforzado por las cinco victorias en los últimos seis encuentros de Liga, una dinámica que le ha servido para auparse a la séptima posición y pelear por unas plazas europeas que a principio de temporada parecían no corresponderle por el mal curso anterior.
Ganar en Las Palmas supondría dejar a seis al equipo insular y alejar a al menos cinco al noveno clasificado y reducir así la lista de candidatos a pelear por ese premio.
No obstante, las ausencias de Thierry Rendall, André Almeida y sobre todo Diego López, que fue intervenido esta semana de una fractura en el pómulo izquierdo cuando estaba en un gran momento -había anotado un tanto y dado cinco asistencias en siete partidos-, lastran a los de Rubén Baraja.
El vallisoletano se tendrá que reponer a ello con el regreso a la convocatoria del extremo Sergi Canós, que vuelve tres semanas después de su lesión en el isquio izquierdo aunque no está para los noventa minutos, y con la vuelta al centro de la zaga de Mouctar Diakhaby, que previsiblemente volverá a ser titular junto a Cristhian Mosquera tras disputar la Copa África.
Pero la preocupación del técnico no parece tanto la defensa, como sí el ataque por la baja de Diego López, uno de los pilares para el 'Pipo'. Javi Guerra, que fue titular ante el Almería como extremo diestro, puede ser el sustituto del joven asturiano en la banda izquierda, mientras que la plaza que ocupó en el último partido puede ser para Fran Pérez.
Delante, si continúa con el 4-4-2, Baraja podría volver a ubicar al ucraniano Roman Yaremchuk, que anotó ante el Almería, junto a Hugo Duro. No obstante, Baraja también podría ubicar a Peter Federico o a Selim Amallah en la banda izquierda y poner a Javi Guerra como enganche, por detrás de Hugo Duro.
En cualquier caso, el partido en Las Palmas, donde el Valencia no gana en Liga desde 2002, es una gran oportunidad para los de Baraja de afianzarse en las posiciones europeas y, a la vez, de soltar en la clasificación al equipo amarillo, del que el entrenador valencianista destacó su nivel pese a ser un recién ascendido.
“No solo tiene la pelota con criterio, sino que te atrae, te obliga a saltar a la presión y transita rápido. Además, por fuera tienen velocidad y definición... es un equipo en forma y es muy meritorio lo que están haciendo”, incidió el vallisoletano.