Pepe Mel, séptimo entrenador de la UD Las Palmas desde la marcha de Setién en menos de dos años
El madrileño Pepe Mel es desde este lunes el nuevo entrenador de la UD Las Palmas hasta el final de la presente temporada en LaLiga 1/2/3, como sustituto de Paco Herrera, y el séptimo que ocupará el banquillo insular desde la marcha de Quique Setién al término del curso 2016-2017.
Hace ahora casi dos años, el 18 de marzo de 2017, Setién anunció que no continuaría como entrenador del equipo amarillo por “diferencias insalvables” con la entidad, como él mismo argumentó.
Desde la marcha oficial del preparador cántabro, unos meses después, por el banquillo de la Unión Deportiva han pasado media docena de técnicos, el último de ellos Paco Herrera, destituido este mediodía, por lo que Pepe Mel llegará este martes a Gran Canaria como el séptimo inquilino.
Tras la salida de Setién, Las Palmas inició el curso 2017-2018 en Primera División con el catalán Manolo Márquez, entrenador del filial, en una sorprendente decisión de la entidad cuando todo hacía indicar que sería el italiano Roberto De Zerbi el elegido.
Márquez presentó la dimisión tras la sexta jornada, con dos victorias y cuatro derrotas, y meses después reconoció en una entrevista que ni el propio club isleño estaba convencido de su nombramiento.
Su sustituto fue Pako Ayestarán, con quien la Unión Deportiva presentó unos paupérrimos números -un punto de 21 posibles en LaLiga Santander- que desembocaron en su fulminante destitución en noviembre de 2017.
El entrenador vasco solo consiguió una victoria desde su llegada, y fue en la Copa del Rey, ante el Deportivo de La Coruña en Riazor (1-4), precisamente el escenario en el que debutará Pepe Mel el próximo domingo.
Ayestarán fue destituido tras el partido de vuelta ante los gallegos (2-3), pese a la clasificación para la siguiente ronda, y fue sustituido por Paquito Ortiz, antiguo futbolista y capitán del conjunto amarillo.
Aunque Paquito se hizo cargo del equipo de forma interina, finalmente estuvo en el banquillo durante cuatro partidos -una victoria, ante el Betis de Setién, un empate y dos derrotas-, hasta que en diciembre aterrizó Paco Jémez para afrontar su segunda etapa en el banquillo isleño.
Su aterrizaje también resultó rocambolesca, después de que el club canario alcanzase un acuerdo con el argentino Jorge Almirón, pero la Real Federación Española de Fútbol le denegase el permiso para entrenar en España.
Con Jémez, Las Palmas no solo no pudo enderezar el rumbo -11 puntos de 63 posibles-, sino que acabó consumando el descenso a Segunda con sus peores estadísticas en 34 temporadas en Primera: dieciséis partidos seguidos sin ganar, y récord histórico de derrotas tanto en casa (13) como totales (26).
El club isleño hizo borrón y cuenta nueva esta temporada con un nuevo proyecto, dejando de lado la cantera y optando por mayoría de fichajes foráneos, con una gran inversión económica en diecisiete fichajes para intentar lograr el retorno a Primera por la vía rápida.
Sin embargo, ni Manolo Jiménez -destituido tras la jornada 14- ni Paco Herrera -hasta la 28-, en su segunda etapa en la isla tras firmar el histórico ascenso a Primera en 2015, han logrado conjuntar a una plantilla hecha a base de talonario y que no ha respondido a las expectativas.
Pepe Mel tendrá, a partir de este martes, el reto de afrontar el último tercio del campeonato -curiosamente, también dispondrá de 14 jornadas- con el propósito de clasificar al equipo amarillo al menos para las eliminatorias de ascenso.
A corto plazo, el objetivo del técnico madrileño será hacer un equipo de una plantilla con muchos nombres y escaso rendimiento.
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