La expresidenta del Club Natación Las Palmas desmiente que se hayan querellado contra su gestión

Instalaciones del Club Natación Las Palmas.

Iago Otero Paz

Las Palmas de Gran Canaria —

La expresidenta del Club Natación Las Palmas, María Fernanda Bissoni, ha desmentido que socios se hayan querellado contra su gestión y ha afirmado que la única notificación que tiene de la misma se refiere a la que le enseñaron en la asamblea celebrada el pasado 2 de abril. “Era un papel que decía que los socios me habían puesto una querella”, dice.

Así, la expresidenta ha asegurado que, en el supuesto de que hubiese una querella, espera que le entreguen una copia de la misma “cuanto antes mejor” para proceder a su defensa.

Bissoni ha rechazado que los socios convocaran la asamblea de julio de 2013 con una recogida de firmas, ya que esta “no llegaba al 10% de los socios”, por lo que a esta reunión, en la que dimitió el secretario Manuel Santana, en ningún momento fue convocada por estos socios. En cuanto a la renuncia de este secretario, la expresidenta recuerda que esta no tiene validez “ya que hasta la fecha no la ha presentado por escrito”.

“La asamblea de julio fueron a reventarla y violentarla para que nosotros dimitiéramos, querían coaccionarnos, porque lo único que quería este grupo de gente es coaccionar. Si quieren el club que pongan una moción de censura. A lo único que se han dedicado es a coaccionar para hacerme hacer algo de lo que no estoy de acuerdo”, ha manifestado.

Además, ha recordado que no es cierto que en esa asamblea el acta firmada tenga presuntas irregularidades como comunicaban estos socios, “que son 20 o 30, no llegan al 4% de la masa social”, ya que, tras la dimisión del secretario, ella tomó el cargo de secretario accidental y cerró la asamblea porque le estaban “faltando al respeto e insultando”. Por tanto, garantiza que sí puede levantar las actas porque “ese señor estuvo ahí”, por lo que solo tiene que reformar su directiva. “Si hay personas que consideren que esto es un delito, lo que tienen que hacer es denunciarlo” y añadió que “si creen que el acta es irregular debieron impugnarla, que no lo ha sido”.

También ha aclarado por qué se negó a dar las cuentas y las actas en el año 2013 a estos socios. Bissoni explica que los socios pidieron que la documentación la pusiera en un despacho de un abogado, lo cual no se hizo “porque el abogado no es socio”. De hecho, asegura que quien le solicitó la documentación no lo realizó por los canales reglamentarios de los socios, sino que “fueron directamente a los juzgados”. No obstante, la exrepresentante del club recuerda que le entregaron todos los documentos y que lo único que no cedieron fue el libro de actas porque este “no lo habían pedido” desde el principio, aunque después se lo proporcionaron junto a la demás información requerida.

Bissoni justifica que los acuerdos en los que solo aparecen su firma y no la de la secretaria se debió a que esta había dimitido y no firmó las actas, cosa que le requirió, aunque “los demás miembros están para dar fe, si no viene a firmar el acta es bajo su responsabilidad, no la mía”.

Por otro lado, la exdirectiva ha contradicho a los socios que señalan que en esta asamblea la dirigente enseñó un superávit de 20.000 euros, ya que Bissoni declara que en la misma se reconoció un déficit de 90.000 euros. “El Power Point que hay en la web es el mismo que se presentó en la asamblea, si no entendieron esto (que la directiva dijera que había esta deuda) fue porque estaban gritando, faltándonos el respeto e insultándonos, a lo mejor no se enteraron”. Asimismo asevera que quiere ver este peritaje que han pagado los socios.

“¿Dónde demostró el perito que las cuentas no están al corriente? Demostrar se demuestra en un juzgado, no se dice. Nosotros no llevamos las cuentas, las lleva una asesoría externa, que lleva la contabilidad que mueve entre 800.000 y un millón de euros al año. Son ellos los que presentan la contabilidad y lo que hacemos es exigirles que lo hagan correctamente”, subrayó.

Los socios habían asegurado que existían ciertas irregularidades en la convocatoria del pasado 2 de abril en la que la junta directiva finalmente presentó su dimisión y que habían impugnado la misma, algo que también niega la exdirigente: “No hay impugnación, se ha convocado a todos los socios por mail y carta, y lo que hicieron fue mandarme un burofax diciendo que yo no cumplía porque solo lo había puesto en la página web del club, cosa que no es cierto”.

En cuanto a que al club no está al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones registrales, Bissoni afirma que su directiva cuenta con los miembros mínimos y que ha sido la única que ha informado al Registro de Entidades Deportivas “de todas las modificaciones de su junta directiva”. Además, cataloga esta circunstancia como “intrascendente” y precisa que la institución no tiene “ninguna obligación” con el propio registro, que solo se debe a sus estatutos

Incluso ha señalado que no es cierto que tenga 30 días para informar de los cambios en su junta, como así denunciaban los socios, sino que tiene cuatro años para presentar las modificaciones de su junta directiva, cosa que tiene confirmado “de boca de los funcionarios”.

Duda de las intenciones de la junta rectora

Duda de las intenciones de la junta rectoraBissoni también ha sido crítica con la junta rectora que se formó tras su dimisión, ya que tiene “serias dudas” de que quisiera llamar a elecciones porque la misma “puede estar hasta seis meses”. “Lo que quisieron hacer fue meter una junta rectora para hacerse con el club”, acusa la expresidenta, quien alega que por eso mandó poner la asamblea extraordinaria el 25 de abril, con el fin de convocar elecciones.

Ese 25 de abril el actual gerente del club mostró que la deuda del Club Natación Las Palmas era de más de 200.000 euros, desglosándola en 81.939,33 con la Seguridad Social, 16.635 con Hacienda (aunque está fraccionada), con Endesa de 49.288,88 euros, 14.745 euros de indemnizaciones y los más de 37.000 euros restantes corresponden con proveedores catalogados como “imprescindibles”.

“Esa deuda que dice él de 200.000 no sé de dónde la ha sacado, pero que la justifique él, a mí no me parece que sea tanto”, opinó y admitió que sí es cierto que al club le ha costado afrontar los pagos de la Seguridad Social (a diciembre de 2013 reconoce que debían unos 40.000 euros), pero que se han reunido con el gerente de la misma y han hecho un plan de pagos con el fin de no perder las subvenciones. De todas formas, no cree que la deuda sea mayor que “una desviación del 8-9% del presupuesto general”.

En esa asamblea del 25 de abril, muchos socios protestaron porque no estaban el libro de actas y el libro de juntas en la sede del club. Bissoni aclara que los tiene la junta directiva y que no están en la sede ya que “los estatutos no dicen nada de que tengan que estar en la sede”.

“De buena fe tenemos esos libros porque se están pasando las actas (atrasadas). Hay dos socios que han pedido los libros y ya se les ha dado cita para mostrárselos”, enfatiza.

En lo referido a la remodelación de los vestuarios de la piscina de 25 metros, que todavía no se han acometido, recalca que este proyecto lo hizo ella misma a contrarreloj porque la anterior gerente —despedida por baja productividad y deslealtad— “no hacía lo que tenía que hacer”, por lo que pidió la ayuda económica al propio Lucas Bravo de Laguna. Según indicó, para este 2014 se va a consignar el dinero, ya que el proyecto está en el Cabildo, donde “pasó visado y está aprobado”.

Por último, ha comentado que su dimisión se debió a que, tras realizarse una asamblea (la del 2 de abril) en la que por segunda vez no se aprobaron los presupuestos, y para evitar que la gestión se bloqueara, decidió su directiva renunciar a la representación de la institución. También denunció que estos socios estaban realizando una humillación y desprecio público desde hace tiempo, por lo que, sumado a que era año electoral y para que los nuevos dirigentes entraran al cargo en verano con la temporada por comenzar, pensó que era la mejor decisión. No obstante, espera que todos los estamentos del club acojan bien a la nueva directiva que gane las elecciones del próximo 5 de junio y que la “mimen y ayuden”.

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