El Deportivo de la Coruña vuelve a la carga contra la Unión Deportiva en los tribunales. El club gallego vuelve a reclamar, esta vez por lo Civil, importe de 1.143.000 euros por una deuda que tiene su origen en el traspaso de Gaby Schurrer en el año 2000 y sustenta su demanda en un acuerdo firmado en el 2004, a pesar que el Juzgado de lo Mercantil falló a favor de los grancanarios en 2011 sobre el mismo asunto. Sin embargo, el presidente del club amarillo, Miguel Ángel Ramírez, afirma estar despreocupado del asunto.
“Esto está en los tribunales desde hace tiempo y ya lo ganamos una vez, por lo que nosotros estamos centrados únicamente en el terreno deportivo, que es lo que nos concierne”, asegura el máximo mandatario de la entidad de Pío XII.
Según destapó la Cadena Ser y recogen varios medios locales, la gestión que ha propiciado el pleito tuvo lugar durante la gestión del expresidente Manuel García Navarro. Schurrer llegó en el 2000 a Las Palmas cedido, pero el contrato incluía una cláusula que obligaba al club insular a materializar su fichaje si el equipo lograba la permanencia en Primera División. Así sucedió y Las Palmas tenía que hacer frente a 3,6 millones.
La mala situación económica por la que atravesaba el club en aquel entonces impidió pagar y la cifra ascendió a 5,2 millones por los intereses. Momo y Rubén Castro salieron como moneda de cambio a raíz de un acuerdo firmado en 2004, el cual contemplaba, además, la salida de un canterano por año hasta 2010, derechos federativos de un futuro traspaso de Carmelo y 1,4 millones por ocho amistosos a celebrar en la Isla. La Administración Concursal consideró el acuerdo como abusivo y se llegó a una rebaja del mismo.
Lendoiro reclamó a Sergio Suárez a posteriori, siendo aún canterano, pero la UD lo evitó acogiéndose a las cláusulas del acuerdo, ya que lograron demostrar que ya había jugado más de cinco encuentros con el primer equipo, lo que propició un nuevo desencuentro. El club coruñés demandó a la UD en 2009 y el Juzgado de lo Mercantil falló a favor del cuadro canario en 2011. Ahora Lendoiro lo intenta por la vía Civil y presenta una nueva demanda ante el Juzgado de Primera Instancia.