ATI-CC y la libertad de información

Días atrás, la agencia emitió informaciones sobre el caso del intento de secuestro de una concejala del PP en el Ayuntamiento de La Laguna, Raquel Lucía Pérez, aireado por Interviú, y sobre todo lo que concernía a los bajos fondos de ATI en La Laguna y a las dificultades que les pusieron a los promotores de una urbanización en Valle Tabares, zona conocida como La Caracola. Los empresarios grabaron a una persona de confianza de ATI en La Laguna, Nicolás Baute, que se movía por el Ayuntamiento como un funcionario más. Todo lo que publicó esa agencia lo hizo con soporte documental; la entonces jefa de prensa de Ana Oramas recorría un sábado las sedes de los periódicos para desmentir la información de ese día. Desde la sede de la agencia se envió copia de la documentación publicada a todas las redacciones. Ejercía como asesora de Ana Oramas en La Laguna la esposa de Paulino Rivero, Ángela Mena.

Ha sido una fórmula muy empleada por altos cargos de ATI-CC en Tenerife: llamada al propietario de la empresa, petición de acabar con las informaciones molestas e incluso, si es precio, aislar al mensajero y, a ser posible y en función de la recompensa o compensación recibida a cambio del 'sacrificio', castigarlo con una degradación de categoría o con el despido.

Podría escribir varias situaciones a modo de ejemplo, incluyendo vetos a nombramientos para cargos directivos en diarios regionales, que Martín J. Marrero, jefe de gabinete de Paulino Rivero, conoce a la perfección.

Ahora leo que Carolina Déniz defiende la 'rigurosidad' del procedimiento para adjudicar las licencias de la TDT y no salgo de mi asombro cuando critica las declaraciones del todavía secretario general del PSC-PSOE, Juan Carlos Alemán, que cuestiona la adjudicación de las licencias regionales por tener un tufo político. Según Carolina Déniz, las declaraciones de Alemán “se sitúan al margen de la propia Constitución, que en su artículo 14 establece la prohibición de cualquier acto de discriminación por razón de opinión”. Seguro que lo que no se ha leído la señora Déniz es el artículo 20 de esa misma Constitución, porque el Gobierno de Canarias y altos cargos de ATI-CC en distintas administraciones lo vulneran a diario.

Es realmente asombroso: se va a producir el cierre de emisoras de radio y televisión cuando existe tecnología suficiente para que todas las empresas del sector obtengan una licencia y operen y que sean los ciudadanos los que decidan lo que oyen o ven. Si estuviéramos en Venezuela la mayoría de los medios pondría el grito en el cielo, se montarían campañas alucinantes sobre recortes a la libertad de expresión y de información y Reporteros Sin Fronteras, financiados por el Departamento de Estado USA, elaboraría un informe sobre vulneración de derechos humanos. Pero estamos en Canarias, un paraíso fiscal y neoliberal.

Aquí se adjudica a la cadena de la Iglesia Católica una televisión regional de TDT y tenemos que creernos que es la mejor oferta, cuando en muchos casos ni contratan a los trabajadores, y cuando se dedica básicamente a reproducir los mensajes de la derecha, que políticamente representan el PP y CC. Pero ellos sí pueden ejercer su libertad de opinión de forma masiva.

Dice la señora Déniz que el Gobierno respeta a todos los periodistas y eso ya es el colmo del cinismo. Su presidente, el señor Rivero, tiene antecedentes como censor: ha pedido que se retirara los servicios de una agencia de noticias canaria al responsable de ediciones regionales del diario ABC, el único de papel que en Tenerife publicó la operación mediática montada por Hermoso contra Román Rodríguez, el único que publicó documentación sobre el caso del intento de secuestro de la concejala lagunera, pese a que estaba enviada por fax a todas las redacciones.

No sé si se ha ruborizado al leer estas declaraciones el jefe de gabinete, o como se llame el cargo, de Paulino Rivero, pero producen estupor, máxime con la desfachatez de un gobierno presidido por un señor que se pasa por el arco del triunfo la libertad de información y que la cercena si hace falta. Con métodos parecidos a los empleados por otros dirigentes de ATI-CC en distintas instituciones.

Ramón Pérez Almodóvar