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El Carajillo Party de Rajoy
Dice Mariano que le gusta el plan del primer ministro británico porque se recortan los gastos sin afectar los servicios esenciales. Ese es el quid de la cuestión. La educación no debe ser un servicio esencial porque el recorte del gobierno inglés supone una reducción de los presupuestos de las escuelas británicas, las tasas de las universidades públicas se incrementarán por tres. Además de echar a las calle a medio millón de empleados públicos, el gobierno de Cameron incumplirá su promesa electoral de mantener las inversiones públicas en Sanidad y Educación.
Pero dejemos la economía, fijémonos en los otros mensajes que Rajoy saca de la caverna. Dice el presidente del PP que aunque el Tribunal Constitucional dicte una sentencia favorable a la ley del matrimonio homosexual y a la ley del aborto, él no se compromete a respetar esas leyes. Manda Trillos. Cuando el periodista le insiste que responda con claridad si respetará la ley del matrimonio homosexual el presidente del PP dice que no, que él escuchará al Constitucional y a la gente. Podía haber aclarado: a la gente con sotana y a la gente del Opus Dei, porque todas las encuestas dicen que la mayoría de la gente respalda la igualdad de derechos de las personas homosexuales.
El director de El País recuerda que hace dos años entrevistó a Rajoy y le hizo la misma pregunta sobre los matrimonios de personas homosexuales, y el presidente del PP fue más ambiguo, dijo que no le podía concretar la respuesta. ¿Cambió Mariano de opinión? No, lo que ocurre es que hace dos años las encuestas daban todavía ganador al PSOE y hoy el PP tiene una ventaja electoral del 14 % frente al PSOE. Por eso Mariano, y Esperanza Aguirre y el alcalde de Valladolid sacan pecho.
El problema es que cuando sacas pecho te vemos los tatuajes, y los tatuajes que la derecha española esconde suenan a caverna. Quedan dos años para las elecciones generales y todavía no hemos visto casi nada. Pero este Mariano que quiere que caminemos para atrás, que quitemos unos derechos que se acaban de conseguir, esta Esperanza Aguirre que cierra filas ante el discurso sexista y pedófilo de Sánchez Dragó, ese alcalde de Valladolid que vomita machismo ante el silencio cómplice de todo su partido?
Toda esta caverna que está saliendo y que se exhibe sin pudor son la prueba de que en España no hace falta un Tea Party, ya existe este Carajillo Party dentro del PP que acoge las ideas más rancias que disfrazan de moralidad (¡o de literatura!) la homofobia, el machismo y la pedofilia. Vayamos todos a votar en masa a Rajoy o crucemos los brazos mientras lo vemos caminar a la Moncloa, que la hoguera ya está encendida: muchachitas japonesas, feministas y maricones pasen primero, el fuego está esperando.
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Juan GarcÃa Luján
Dice Mariano que le gusta el plan del primer ministro británico porque se recortan los gastos sin afectar los servicios esenciales. Ese es el quid de la cuestión. La educación no debe ser un servicio esencial porque el recorte del gobierno inglés supone una reducción de los presupuestos de las escuelas británicas, las tasas de las universidades públicas se incrementarán por tres. Además de echar a las calle a medio millón de empleados públicos, el gobierno de Cameron incumplirá su promesa electoral de mantener las inversiones públicas en Sanidad y Educación.
Pero dejemos la economía, fijémonos en los otros mensajes que Rajoy saca de la caverna. Dice el presidente del PP que aunque el Tribunal Constitucional dicte una sentencia favorable a la ley del matrimonio homosexual y a la ley del aborto, él no se compromete a respetar esas leyes. Manda Trillos. Cuando el periodista le insiste que responda con claridad si respetará la ley del matrimonio homosexual el presidente del PP dice que no, que él escuchará al Constitucional y a la gente. Podía haber aclarado: a la gente con sotana y a la gente del Opus Dei, porque todas las encuestas dicen que la mayoría de la gente respalda la igualdad de derechos de las personas homosexuales.