El ejemplo vecinal de Casa Pastores

24 de enero de 2022 12:56 h

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El pasado jueves 20 de enero, desde el ayuntamiento de Santa Lucía de Tirajana le rendimos homenaje al movimiento ciudadano de Casa Pastores de la mejor manera posible, contribuyendo con la dotación de un nuevo centro sociocultural en el barrio. Se trata de la renovación de un espacio vecinal del que podrán disfrutar todos los vecinos y vecinas de Casa Pastores y que será la sede de la histórica asociación de vecinos Teneguía.

No se podría entender el presente del Sureste de Gran Canaria sin la historia de lucha vecinal de Casa Pastores. Su desarrollo como núcleo comenzó durante los años sesenta del pasado siglo cuando aparceros que venían a hacer la zafra a las fincas de tomate cercanas, como la finca de los Yeoward, decidieron echar raíces en la zona levantando casas humildes con cuatro bloques y un techo. Poco a poco, estas familias extensas fueron tomando conciencia de las condiciones de servidumbre y pobreza estructural a la que estaban siendo sometidos en las tomateras y en los almacenes de empaquetado. Sabían que, si no tiraban entre todos, sus hijos e hijas iban a vivir en las mismas condiciones de precariedad y explotación que ellos habían vivido. Es por ello que los primeros servicios del barrio surgen de manera cooperativa, como la primera escuela, a iniciativa de Juanito Sánchez y Clarita, financiada por los propios vecinos de Casa Pastores, en un momento donde la educación era un privilegio alejado de nuestra realidad agreste.

Influidos por los cambios sociales y culturales que se viven en los años setenta, estos descendientes de aparceros y empaquetadoras empiezan a dinamizar Casa Pastores gracias al club juvenil y al teleclub a partir de 1972. La inquietud por una vida mejor para sus familias los mueve a realizar cursos de alfabetización, teatros sociales donde denunciaban la situación de subordinación presente o excursiones por la isla para una gente que no había conocido más que el trabajo de sol a sol por cuatro perras. De manera acumulada, este trabajo cultural y social entre los vecinos y vecinas va ganando fuerza favoreciendo la aparición de una actitud crítica contra la dictadura y, sobre todo, contra quienes habían ejercido históricamente abusos sobre las gentes comunes.

A un mes de la muerte del dictador, en Casa Pastores se constituye la Asociación de Vecinos y, a partir de ahí, el desarrollo de actividades sociales y políticas por el impulso de los derechos sociales, civiles y políticos, es frenética. De lleno, sus miembros se arremangan las camisas y participan activamente en la lucha por el pleno restablecimiento de los derechos y las libertades para Canarias durante los años de la Transición frente a unos poderes que querían una democracia descafeinada, donde quienes ganaran fueran los que ya venían ganando. Hombre y mujeres de Casa Pastores de todas las edades participaron en las primeras elecciones municipales de Santa Lucía de Tirajana siendo protagonistas de una experiencia política que ha permitido sacar a nuestro pueblo del “triángulo de la miseria” para colocarlo entre los municipios con mayor igualdad social y a la vanguardia de nuestra isla. El ejemplo de Casa Pastores es una demostración de la politización de un pueblo en el sentido de la palabra menos utilizado, en el que hace referencia a su implicación en la vida colectiva. Muchos han sido los que lo han puesto todo, sus brazos, su tiempo y sus recursos, en contribuir a la mejora integral de la vida.

Como ocurre en Casa Pastores, el municipio de Santa Lucía de Tirajana está conformado por una densa red social y cultural sostenida por la voluntad de miles de vecinos y vecinas que ha permitido superar momentos impredecibles como los periodos más difíciles de esta crisis sanitaria provocada por la COVID-19 que aún no termina de desaparecer. Allá donde la administración no pudo llegar, las vecinas y vecinos de Santa Lucía de Tirajana llegaron, soportando emocional y físicamente a las personas más vulnerables, siendo un ejemplo del que nos sentimos inmensamente orgullosos y agradecidos.

El actual gobierno municipal está poniendo en el centro de su actuación política favorecer la participación de la ciudadanía. Por un lado, vamos a posibilitar el trabajo de la sociedad civil organizada garantizando recursos para el despliegue de las actividades en sus respectivos ámbitos de actuación. Somos conscientes de que estos años sin poder compartir espacios físicos han mermado la capacidad de organización, pero confiamos en que 2022 sea el año del final de la pandemia y en el que Santa Lucía de Tirajana vuelva a presumir de contar con una ciudadanía participativa y comprometida. Por otro lado, nuestra vocación de gobierno es y seguirá siendo abierta y cercana con la ciudadanía, permeable a las opiniones y consideraciones de todos los vecinos y vecinas del municipio. No entendemos la política de otra forma. Durante este año vamos a hacer todos los esfuerzos posibles por facilitar y agilizar los canales de comunicación y entre el gobierno local y los vecinos y vecinas del conjunto del municipio, esperando que las demandas y sugerencias sean escuchadas y resueltas de manera efectiva. Porque para que nadie se quede atrás en este año crucial para nuestro municipio, tenemos que contar con todos y todas en esta tarea, confiando en que, con esfuerzo y buena gestión, sigamos siendo un pueblo en el que la vida colectiva sea una de sus señas de identidad.