Fuerteventura. Renovables SÍ, pero NO así

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Lo que está ocurriendo con las renovables en Fuerteventura nos parece grave. Ahora que ha llegado el protagonismo de las tecnologías del sol y el viento, tan abundantes en esta isla, estamos siendo testigos de su privatización a manos de multinacionales y fondos de inversión donde, los que tiene la responsabilidad democrática de defender el interés general, el territorio como soporte de patrimonio natural y cultural se han convertido en los colaboradores necesario de semejante expolio.

Se trata de una reflexión sobre la situación energética de Fuerteventura a través de los principales problemas que ha tenido en la última década: Central térmica insular de Las Salinas del núcleo costero de El Charco en Puerto del Rosario, las prospecciones petrolíferas, la repotenciación del tendido eléctrico que recorre la isla de norte a sur y la proliferación por la geografía insular de aerogeneradores y parques fotovoltaicos sin planificación territorial ni urbanística. Desde la perspectiva de abordar las alternativas en el contexto de una transición, desde el empoderamiento de las administraciones locales y la ciudadanía, hacia un nuevo modelo energético insular descentralizado que respete el patrimonio natural y el interés general.

Ahora que el protagonismo para cubrir la demanda eléctrica insular lo van a tener las fuentes renovables que están en la isla, lo que estamos observamos no está bien. Un sembrado de aerogeneradores y placas fotovoltaicas sin la más mínima planificación territorial, un impacto medioambiental y paisajístico considerable en una isla que vive del turismo y tiene la obligación de preservar su biodiversidad como uno de los principales valores de su patrimonio natural.

¿Hacia dónde han estado mirando los responsables de la política energética que han dejado escapar la oportunidad de convertir el aprovechamiento y desarrollo de los recursos renovables en una fuente de riqueza y empleo local para la diversificación de la economía insular?

Claro, de qué nos vamos a extrañar a estas alturas, cuando Canarias no tiene actualmente planificación energética propia. En 1990 se aprueba en el parlamento autonómico el primer PECAN que, después de algunas revisiones, llega a su última edición el PECAN (2007-2015) donde termina su horizonte temporal para la consecución de sus objetivos y que, en cuanto a las renovables, era el de llegar al 30%, cuando hoy el porcentaje de renovables en las islas está por un 10%.

Posteriormente, ya en la etapa de la consejera Francisca Luengo (2011-15) que intenta abordar la planificación energética con el Documento de Ordenación Sectorial de la Energía (DOSE) que se queda en la tramitación parlamentaria sin aprobación definitiva, le sigue en el cargo de la consejería de industria y energía, Pedro Ortega, con Fernando Clavijo de presidente, que también pone en marcha otro nuevo documento “Estrategia Energética de Canarias 2015-25” que le ocurre lo mismo que el anterior, se queda en la fase borrador y, actualmente, nos encontramos con el Pacto de las Flores y el consejero del sector, José Antonio Valbuena, al frente de la consejería con una nueva denominación, Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, que ha pasado ya el ecuador de la legislatura y el compromiso de abordar la elaboración de un conjunto de normativas contextualizadas en el marco de la transición energética y la lucha contra el cambio climático en territorios insulares. En estos momentos, la normativa más avanzada es la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Canarias que todavía no ha llegado a su aprobación definitiva.

Luego nos encontramos que en el marco insular de Fuerteventura no hay un plan territorial especial de infraestructuras energéticas, por lo tanto, para sacar adelante los expedientes de los proyectos de los parques eólicos y fotovoltaicos, ante la ausencia de planeamiento territorial, se recurre al procedimiento excepcional de la declaración de interés general, de utilidad pública, donde en el mismo expediente de autorización administrativa del proyecto se activa el procedimiento de expropiación forzosa a los propietarios de los terrenos donde los promotores quieren ubicar sus aerogeneradores, incluso, algunos de estos proyecto no se les exige la evaluación de impacto ambiental para agilizar su tramitación y entren dentro del plazo con derecho a subvención.

Llevamos ya en Fuerteventura, en la última década, un largo debate energético en torno a diferentes temas puntuales y donde, casi siempre, ha estado por medio proyectos de grandes infraestructuras con un importante impacto territorial y medioambiental: el traslado de la central térmica de Las Salinas en El Charco (Puerto del Rosario) que se encuentra junto a las viviendas, las prospecciones petrolíferas, el tendido eléctrico de alta tensión que recorre la isla de norte a sur y, por último, los parques eólicos y fotovoltaicos por toda la geografía insular.

Las luchas del movimiento ciudadano y las administraciones locales han estado focalizadas en el no a dichas infraestructuras y el objetivo inmediato de su paralización o modificación, infraestructuras que representan la continuidad del viejo modelo energético que quiere, ahora, prorrogarse con las renovables. A las eléctricas no le interesa la participación ciudadana ni de las administraciones locales en el nuevo modelo energético. El negocio lo quieren solo para ellos, aunque se carguen la isla.

Por eso es imprescindible que el movimiento ciudadano de Fuerteventura y las administraciones locales, desde el rechazo a lo que se está haciendo, hablen del modelo de transición que quieren para la isla, puesto que, el proceso de cambio energético ha de ser de abajo hacia arriba, si queremos que se respete el territorio y su patrimonio natural como principales contenidos del paisaje de una isla que vive de su imagen.

La central térmica de Las Salinas. – Esta central insular convencional lleva en funcionamiento desde 1975 con turbinas diésel que se han ido incorporando más con el incremento de la demanda. Situada muy cerca de las viviendas con una potencia instalada de 187MW que representa el 83% del total de la potencia instalada, contaminante y ruidosa. Los vecinos de El Charco, Puerto del Rosario, llevan unos 15 años pidiendo su traslado lejos de las casas. Es evidente que hay que sacarla de ese entorno urbano, pero si el modelo de transición energética al que vamos es hacia un sistema descentralizado, ¿necesitamos en otro punto de la isla una central insular que concentre la mayoría de generación eléctrica que demanda la isla? Pues, parece que, cuando menos, es cuestionable, porque el modelo energético más sostenible es el de la generación distribuida a través del autoconsumo compartido y priorizando el ahorro y la eficiencia. No queremos continuar encerrando la generación eléctrica en un punto, queremos dispersarla por toda la geografía insular. La construcción de una central térmica insular semejante a la actual no tiene cabida en el marco del nuevo modelo energético con renovables de generación distribuida.

Las prospecciones petrolíferas (2012-2015). – Sin lugar a duda, una de las mayores movilizaciones medioambientales de Canarias. Ciudadanía y administraciones locales de todas las islas pero, especialmente de Lanzarote y Fuerteventura, en contra del proyecto de prospecciones exploratorias de Repsol frente a las costas de las islas orientales, que tenía como lema principal “Prospecciones NO, renovables SÍ” y de fondo el rechazo pleno de las islas a los combustibles fósiles en general, como quedó demostrado en la encuesta de la ULL por encargo del gobierno de Canarias, en sustitución del referéndum que pretendía Paulino Rivero y que no le autorizó Madrid.

Afortunadamente, el proyecto de las prospecciones quedó definitivamente parado a principios de 2015 pero, lo verdaderamente curioso ha sido observar el cambio de la petrolera Repsol al entrar de lleno en el sector eléctrico a través de las renovables, apostando por la comercialización 100% renovable, el autoconsumo y las grandes inversiones en parques eólicos y fotovoltaicos. En cierto sentido, parece paradójico que hayan asumido el lema de las movilizaciones del SÍ a las renovables y NO a las prospecciones. 

¿Por qué este cambio en la multinacional petrolera Repsol que era el blanco de las movilizaciones ciudadanas hace unos siete años en las islas orientales? Porque ha triunfado en la política sectorial la estrategia de las eléctricas en la transición energética, consiguiendo convertir el desarrollo de las renovables en su negocio. Por eso estamos viendo lo que estamos viendo en Fuerteventura con los aerogeneradores.

La repotenciación del tendido eléctrico de alta tensión. – Proyecto de repotenciación de la línea de transporte con 324 torres de alta tensión de 50 metros de altura desde Corralejo hasta Morro Jable, sin planificación territorial y sin debate sobre el modelo energético que conviene a la isla. Otra expresión más del protagonismo de las grandes infraestructuras en la consolidación del viejo modelo energético que es el mismo que necesitan los grandes aerogeneradores para evacuar su producción para el mercado eléctrico. Condicionando así el futuro modelo energético de Fuerteventura en contra de los ciudadanos y sus administraciones locales.

Hay otro modelo donde la transición energética que conviene a la isla es la de un sistema de generación distribuida, donde se prioriza el ahorro, la eficiencia y el autoconsumo compartido. Donde la generación se produce lo más cerca posible del consumo y esto es, en buena parte, posible usando los techos de todas las edificaciones, como ha comprobado la profesora de la ULPGC Julieta Schallenberg, para reducir a la mínima expresión los impactos territoriales.

¿Se está pensando en Fuerteventura cuando se habla de las interconexiones submarinas? Cuando las tecnologías de generación renovable, almacenamiento y digitalización de las redes han madurado tanto creemos oportuno que se realicen los correspondientes estudios de coste de oportunidad de cada proyecto de interconexión en las islas.

En el proyecto de Intermacan (2010-14) se estudió las interconexiones submarinas entre las islas orientales y Marruecos.

Un estudio de infraestructuras de interconexión eléctrica para la maximización de Energías Renovables Marruecos-Canarias. Con el objetivo general de colaboración entre Marruecos y Canarias para la realización de estudios de viabilidad técnico-económica de infraestructuras e interconexiones eléctricas que permitan una mayor integración de energías renovables en la red.

Cuando en los sistemas insulares se prioriza la gestión de la demanda basada en el máximo nivel de generación distribuida y almacenamiento, el papel de las redes de transporte cambia sustancialmente con respecto al modelo energético convencional. Estos nuevos diseños alternativos para los sistemas insulares, viables con la madurez de las tecnologías de almacenamiento y la digitalización de la energía, no se han estudiado porque no garantizan la continuidad del negocio para las eléctricas.

Por lo tanto, en un sistema insular descentralizado, donde se va a producir una reducción significativa de la energía a transportar, no tiene lógica ni justificación una repotenciación de las líneas en Fuerteventura, en todo caso, si un buen mantenimiento de las líneas actuales, por lo tanto, desde esa perspectiva ese proyecto de 324 torres de 50 metros de altura atravesando toda la isla no es necesario, a menos que se esté pensado en aprovechar una de la mayores islas del archipiélago para sembrarla de aerogeneradores pensando más en la exportación que en la demanda insular que debería ser el objetivo prioritario.

La invasión territorial con aerogeneradores y fotovoltaica. – Cuando frente a Repsol hace unos años decíamos “Prospecciones NO”, renovables SÍ“, nunca llegamos a pensar que el incremento de las renovables en la isla llegara a ser un problema. El hecho de la reconversión verde de Repsol, otras petroleras y las eléctricas a las renovables ya nos indica que, aunque estemos también a favor de las renovables, estamos hablando de dos modelos energéticos diferentes, uno, el modelo centralizado, para el negocio de las multinacionales y fondos de inversión para el que son imprescindibles las grandes infraestructuras de generación y transporte que es lo que estamos viendo en estos momentos en Fuerteventura y, el otro, el de la generación distribuida, el ahorro, la eficiencia, el autoconsumo compartido y las comunidades energéticas locales que es el modelo cuyo desarrollo se encuentra más abandonado como lo demuestran los datos de la Dirección General de Energía del gobierno canario, la potencia instalada de autoconsumo en Fuerteventura hasta abril del 2021 es de 0,540MW, mientras que la potencia de los parques eólicos y fotovoltaicos, en funcionamiento y tramitándose, es de 460MW cuando el perfil de consumo de la isla, antes de la pandemia, se situaba entre 50-100MW (horas valle y punta).

No es verdad que ahora estemos en contra de las tecnologías limpias, no, estamos en contra de una política sectorial que ha facilitado una transición energética favorable a los intereses de las eléctricas, los datos no mienten ni son neutrales, privatizando el sol y el viento a través de los grandes parques eólicos y fotovoltaicos, de forma salvaje, insostenible, con un impacto territorial, medioambiental y paisajístico sin precedentes. Sin escuchar a la ciudadanía ni a las administraciones locales que, en el caso del tendido eléctrico ha tenido la oposición de los seis ayuntamientos de la isla y el cabildo. Renovable SÍ, pero NO así.

Sugerencias a modo de propuestas. – En Fuerteventura se ha ido produciendo en los últimos años, un movimiento de oposición ciudadana y de las administraciones locales a cada uno de estos problemas puntuales, a los que hemos hecho referencia en este artículo con el objetivo de relacionarlos entre sí y establecer una contextualización de las estrategias de solución en el nuevo modelo energético que queremos para la isla.

Es, en este sentido, en el que creo que, además, de las propuestas de soluciones que se están trabajando en cada uno de ellos, es necesario ir más allá y diseñar un espacio de encuentro plural para debatir y concretar el rumbo que debe seguir la transición energética en la isla. A partir de ahí, con un relato propio de transición, debemos, en coordinación con las administraciones locales, elaborar un plan insular de transición como expresión de la voluntad democrática de la isla para que tengamos un aprovechamiento sostenible del territorio y sus recursos generando, además, riqueza y empleo local que contribuya a la diversificación de la economía es que uno de los retos pendientes de Canarias.

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