¿Luna de miel en Las Canteras?
Las elecciones autonómicas a la Asamblea de Madrid del pasado 4 de mayo han dejado consigo algunos aspectos políticos destacables que pueden tener cierta influencia en el resto del Estado. Aparte de la abrumadora victoria del Partido Popular que tendrá su propio efecto bandwagon (subirse al carro ganador), es reseñable el sorpasso de Más Madrid (MM) al PSOE, donde la formación liderada por Mónica García consiguió, respecto a 2019, 4 diputados (24 escaños en total) y 138.988 votos más (16,97% del voto válido). Este resultado les consolida como principal oposición al gobierno de Isabel Díaz Ayuso, y les ubica como primera fuerza del bloque progresista en el sistema de partidos madrileño.
La luna de miel que todo partido político o líder obtiene después de unos buenos resultados quiere ser aprovechada por los de Iñigo Errejón para reactivar una fórmula electoral que ya intentó en noviembre de 2019. Esta se referiría a una especie de alianza federal con fuerzas de ámbito no estatal de corte progresista, como es la que mantienen actualmente con Compromís en Valencia y la Chunta Aragonesista en Aragón. En Canarias han puesto la marida en Nueva Canarias (NC), formación con la que mantuvo algunos acercamientos en 2019 pero que, finalmente, no fraguó al considerar los nacionalistas canarios que era una alianza que no aseguraba la consecución del diputado por la Provincia de Las Palmas. Por otro lado, estos días el portavoz del grupo parlamentario y coordinador territorial de NC, Luis Campos, zafó a su formación de los rumores de acercamiento declarando tajantemente: somos un partido nacionalista.
Así, las preguntas que suscitan este artículo son las siguientes, ¿qué tan diferentes son MM y NC? ¿sus bases electorales comparten aspectos comunes? ¿podría tener NC incentivos para coordinarse con MM en unas futuras elecciones generales?
Teniendo en cuenta las encuestas poselectorales del CIS de las elecciones autonómicas canarias y madrileñas de 2019, en primer lugar, y en referencia a la autocategorización ideológica (Gráfico 1), se observa que los votantes de MM mantienen una clara tendencia a considerarse progresistas (35%), socialistas (19%) y feministas (17%). Por su parte, los votantes de NC se consideran mayoritariamente liberales (35%), ecologistas (17%) y socialistas (17%). Respecto a la media ideológica en una escala de 1 a 10 (Gráfico 2), donde 1 significa extrema izquierda y 10 extrema derecha, el votante de MM se ubica en una clara posición de izquierda (2.99 de media), mientras que el de NC se posiciona en el centro izquierda (4.95 de media).
Por lo que respecta a la identidad subjetiva, los dos partidos mantienen mayoritariamente electorados con identidades duales (tan de su Comunidad Autónoma como español). En el caso de NC representa el 52%, y el de MM el 73%. Es la formación canaria la que presenta mayor nivel de identidad dual asimétrica (más canario que español) y exclusiva (sólo canario), 12% y 20% respectivamente. MM concentra apoyos entre aquellos con identidad exclusiva española (16%).
El gráfico 4 refleja las preferencias de los electores de ambos partidos según el modelo de organización territorial del Estado. Así, los votantes de NC mantienen posiciones de statu quo (65%) frente al 19% que desea mayores cuotas de autonomía para Canarias. Por su parte, los votantes de MM son más diversos territorialmente, aunque tienden a posicionarse en el statu quo (44%), y en posiciones centralizadoras de menor autonomía que en la actualidad (19%) y sin autonomías (12%).
Las respectivas variables sociodemográficas (estudios, edad, renta, población y situación laboral), nos ofrecen algunas diferencias y similitudes entre las formaciones políticas. MM presenta mayores cuotas de electores con estudios superiores (60%), jóvenes (40 años de media), con niveles de renta media-alta (39% entre 1.200 y 2.400 euros/mes), urbanitas y con trabajo. Los nacionalistas canarios mantienen un perfil de votante con estudios medios (61%), con mayor edad (50 años de media), nivel de renta baja-media (70% se concentra entre los 600 a 1.200 euros/mes), más diverso territorialmente, con trabajo (61%), pero con un porcentaje considerable de jubilados (27%).
Entonces, pues, ¿tiene NC incentivos para una alianza electoral con MM? Debemos tener en cuenta que para que un partido de ámbito no estatal como NC pueda plantearse algún tipo de acuerdo con un partido de ámbito estatal, debe calibrar las ventajas e inconvenientes de la misma. Veamos algunas.
Como ventaja principal estaría la mejora de sus resultados electorales y la consecución de representación en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, y al igual que en 2019, no parece que una alianza con MM asegure el diputado por Las Palmas y, ni mucho menos, por la provincia de Santa Cruz de Tenerife. La marca estatal de MM, Más País, no ha hecho un trabajo de implantación municipal, insular y autonómica, y no sabemos hasta qué punto NC está rentabilizando lo suficiente su posición de poder en el Gobierno de Canarias para ser el empuje principal de esa hipotética alianza.
Como inconvenientes, a NC se le presentaría una contradicción ideológica en el eje nacionalista al entablar alianza con un partido que en su propia génesis tiene un competente considerable de nacionalismo español. El que siga la política canaria enseguida se dará cuenta que la dicotomía imaginaria que cruza todos los temas políticos en el archipiélago es Madrid/Canarias como forma de reivindicación utilitarista de fondos y recursos. Ligado a esto último, otro inconveniente es la pérdida de capacidad de chantaje que mantiene un partido político subestatal en las Cortes. Como ya le ocurriese a la propia NC en 2017 cuando votó a favor de los PGE de Mariano Rajoy a cambio de beneficios para las islas, la alianza con un partido estatal genera inconvenientes a la hora de ser independientes en las estrategias parlamentarias, posibilitando fricciones y rupturas. Además, el tan marcado nicho ideológico de la alianza (ubicada claramente en el espectro izquierda), distorsiona la acción de pivote de NC, tan importante para un partido que mantiene como principal tema la defensa de Canarias. El último inconveniente estriba en la problemática de ofrecer espacio electoral a un partido que compite en el mismo espacio que el tuyo, y el riesgo de producirse una OPA hostil escalonada. Con ello nos referimos a ofrecerle cohabitación de espacio electoral a una formación que no tiene presencia territorial en Canarias, pero sí capta capacidad mediática con un líder bien identificado. El riesgo de absorción o subalternidad está presente y no es cosa menor.
Así las cosas, todo apunta a que este tipo de alianza federal progresista no es el camino más rentable para una fuerza como NC. Sus electorados son diversos, y las variables de coordinación electoral caen a favor de las desventajas. No obstante, esto no es óbice para que NC camine en una dirección similar a la de MM, recogiendo temas posmaterialistas y radicales (en el buen sentido de la palabra), con mirada autocentrada y en consonancia a la ola verde que se vislumbra por Europa. En definitiva, afianzar su espacio en Canarias antes que Errejón se de un baño en Las Canteras.
Ayoze Corujo, Doctorando y Profesor-Tutor de Ciencia Política en la UNED.
Hassanias Arencibia, Politólogo y estudiante del Máster en Análisis Político y Electoral de la UC3M.
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