Canarias Ahora Opinión y blogs

Sobre este blog

Los machangos de siempre

0

Hay mucha gente que cree equivocadamente que la derecha conservadora y retrógrada, esa gente tradicional de ley y orden, es más educada que la izquierda. Muchos consideran que la educación tiene que ver con el dinero, con una posición económica desahogada y pudiente, pero no es verdad.

La buena educación es algo ajeno al nivel adquisitivo. Se tiene o no se tiene, da igual que seas rico o pobre. Esos neandertales que abuchean e insultan al presidente del Gobierno de España cuando participa en un acto público en la calle o cuando celebra el desfile militar del Doce de Octubre demuestran su falta de educación, su malcriadez y su imbecilidad inherente.

Los abucheos y los insultos solo los profieren algunos ultras cuando gobierna la izquierda. Porque lo que le ocurre a Pedro Sánchez en los desfiles militares es lo mismo que le pasaba a Zapatero cuando acudía a estas paradas como presidente del Gobierno de España. 

Se sabe que los insultadores y odiadores son de derechas porque nunca han ido a abuchear al presidente del Gobierno cuando eran Aznar o Rajoy. Son los mismos tipejos de siempre. De hecho algunas televisiones y radios han recogido los insultos de este año y de años anteriores en pleno desfile militar del Doce de Octubre. Son las mismas personas que repiten como cacatúas algunas consignas que les dará algún impresentable tipo Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que tiene mucha experiencia en provocar ruido sin argumentos sólidos. 

Los patriotas de hojalata tienen un peculiar concepto del patriotismo. Estos cromañones consideran que los progresistas no pueden ser patriotas porque estiman que es un concepto destinado exclusivamente a los suyos. Pero ser patriota no tiene nada que ver con llevar una pulsera rojigualda o con gritar viva España a la vez que se condena a la mayoría de los españoles a convertirse en apátridas por no seguir a rajatabla doctrinas decimonónicas y periclitadas.

Estos cretinos consideran que el patriotismo consiste en aplaudir a la cabra de la legión a la vez que pitan al presidente del Gobierno de España y lo insultan con palabras soeces y altisonantes como “cabrón” o “hijo puta” (sic). Estos descerebrados que piden la dimisión de Pedro Sánchez no se han enterado de que cuenta con una mayoría parlamentaria que lo sostiene en la presidencia del Gobierno. Pero vete tú a pedir peras al olmo o democracia a un antidemócrata. 

Todos los ciudadanos, por supuesto, tienen derecho a criticar o censurar a sus gobernantes pero una parada militar en el Día de la Hispanidad no parece el mejor sitio para abuchear e insultar gravemente, entre himno y bandera de España, delante del jefe del Estado y de las principales autoridades del país y en medio de las fuerzas militares y de seguridad. 

Un flaco favor hacen estos mamarrachos al rey cuando lo adulan porque el monarca tiene la obligación de representar a todos los españoles y no solo a los más escorados a estribor. Felipe VI quiere ser el rey de todos y no solo de Abascal, Feijóo y Arrimadas. 

Los que creen que haciendo ruido tienen más razón son tontos en grado sumo. No hay nada que más fastidie al rey y al ejército que un grupo de patriotas de hojalata y bobos solemnes traten de sabotear un desfile militar gritando estupideces a la vez que blanden una bandera que es de todos y no de unos pocos trogloditas. Los bobos de siempre siguen haciendo mucho ruido pero aportando pocas nueces. 

Hay mucha gente que cree equivocadamente que la derecha conservadora y retrógrada, esa gente tradicional de ley y orden, es más educada que la izquierda. Muchos consideran que la educación tiene que ver con el dinero, con una posición económica desahogada y pudiente, pero no es verdad.

La buena educación es algo ajeno al nivel adquisitivo. Se tiene o no se tiene, da igual que seas rico o pobre. Esos neandertales que abuchean e insultan al presidente del Gobierno de España cuando participa en un acto público en la calle o cuando celebra el desfile militar del Doce de Octubre demuestran su falta de educación, su malcriadez y su imbecilidad inherente.