Espacio de opinión de Canarias Ahora
Paris siempre gana
Y es que la cárcel es la cárcel, aunque sea privada y con privilegios, como es el caso. Ese aislamiento del mundo, esa exposición a los demás, esa suerte de muerte en vida, ese saber que todos siguen adelante sin ti no es fácil de llevar para nadie. Ni siquiera para esta nancy de cabeza hueca y espíritu de chorlito.No sé si la sentencia que le han impuesto es justa o no. Estados Unidos es un país mojigato y excesivamente moralista en algunas decisiones para mi gusto. Aunque eso es lo de menos. Hablamos de una sentencia judicial y ha de ser aplicada con el mismo rigor en el Bronx que en Beverly Hills, o al menos se han de mantener las apariencias. Y lo que ha sucedido en este caso es que ni siquiera se han preocupado de conservar esas mínimas formas de cara a la galería. Así que la gente ha protestado. Y, armada de razón, de la voz del pueblo surge también el monstruo de la venganza. ÂQue se joda es la máxima, a fin de cuentas su vida consiste en una indecente exhibición de dinero, derroche y excentricidades a las que los demás asistimos con una mezcla de envidia y asco. Pero llegó el momento de la venganza para el público que vive forzado a ser testigo de la vida de Paris, aunque sea una venganza efímera, de sólo 35 días, aunque se sepa que este capítulo ella, la rubia Paris, lo convertirá en más dinero, en más fama, en una mina.Es muy extraño este circo mediático que nos envuelve. Hace sus diosecillos, pero les fabrica pies de barro, así que cuando le conviene los derriba y les deja sufrir un tiempo. A veces los abandona a su suerte y se convierten en pobres muñecos rotos, desconcertados, hambrientos de flashes y atención pública; en otras ocasiones los recupera para después volver a subirlos a los altares y ofrecerles los dones multiplicadas.Lo cierto es que Paris Hilton, tonta, rubia y tópica, es de las que no se rompe. Ha hecho vídeos porno, declaraciones ridículas, ha conducido borracha, ha tenido romances absurdos, ha grabado un vídeo hortera y un disco malísimo y ahí sigue, cada día con más éxito. Sólo el año pasado ganó unos 200 millones de dólares. Seguro que el próximo año la taquilla es mejor.
Esperanza Pamplona
Y es que la cárcel es la cárcel, aunque sea privada y con privilegios, como es el caso. Ese aislamiento del mundo, esa exposición a los demás, esa suerte de muerte en vida, ese saber que todos siguen adelante sin ti no es fácil de llevar para nadie. Ni siquiera para esta nancy de cabeza hueca y espíritu de chorlito.No sé si la sentencia que le han impuesto es justa o no. Estados Unidos es un país mojigato y excesivamente moralista en algunas decisiones para mi gusto. Aunque eso es lo de menos. Hablamos de una sentencia judicial y ha de ser aplicada con el mismo rigor en el Bronx que en Beverly Hills, o al menos se han de mantener las apariencias. Y lo que ha sucedido en este caso es que ni siquiera se han preocupado de conservar esas mínimas formas de cara a la galería. Así que la gente ha protestado. Y, armada de razón, de la voz del pueblo surge también el monstruo de la venganza. ÂQue se joda es la máxima, a fin de cuentas su vida consiste en una indecente exhibición de dinero, derroche y excentricidades a las que los demás asistimos con una mezcla de envidia y asco. Pero llegó el momento de la venganza para el público que vive forzado a ser testigo de la vida de Paris, aunque sea una venganza efímera, de sólo 35 días, aunque se sepa que este capítulo ella, la rubia Paris, lo convertirá en más dinero, en más fama, en una mina.Es muy extraño este circo mediático que nos envuelve. Hace sus diosecillos, pero les fabrica pies de barro, así que cuando le conviene los derriba y les deja sufrir un tiempo. A veces los abandona a su suerte y se convierten en pobres muñecos rotos, desconcertados, hambrientos de flashes y atención pública; en otras ocasiones los recupera para después volver a subirlos a los altares y ofrecerles los dones multiplicadas.Lo cierto es que Paris Hilton, tonta, rubia y tópica, es de las que no se rompe. Ha hecho vídeos porno, declaraciones ridículas, ha conducido borracha, ha tenido romances absurdos, ha grabado un vídeo hortera y un disco malísimo y ahí sigue, cada día con más éxito. Sólo el año pasado ganó unos 200 millones de dólares. Seguro que el próximo año la taquilla es mejor.
Esperanza Pamplona