Espacio de opinión de Canarias Ahora
El PP nos amenaza
No es ninguna exageración, el PP nos amenaza a los periodistas, a los políticos, a los ciudadanos en general, a los que quiere convertir en súbditos. Amenazaron a Jordi González, por el programa “El Gran Debate” en Telecinco en el que se habló, y lo que es peor, se criticó demasiado al asunto/trasunto de Luis Bárcenas según consideraron los conservadores, que andan con la pistola dialéctica en la mano para encañonar a todo el que se atreva a criticarles por la barcenada, y dos piedras. Amenazaron al diputado socialista en el Congreso de Madrid y el amenazador fue nada menos que el ministro de Hacienda, Cristóbal Móntoro, que cuando le preguntó si había cobrado algún dinerillo del tal Bárcenas, el ministro se puso en plan policía militar encabritándose con Saura, que impertérrito y muy friamente le siguió preguntando a Montoro por el dinero “B”.En esta comparecencia el ministro de Hacienda llegó a decir que no sabía nada de Bárcenas, y además que no conocía si se había beneficiado de la Amnistía Fiscal que creò el propio Móntoro, y que para toda la oposición fue puesta en marcha para que se beneficiaran “muchos bárcenas”.
¿Bárcenas? ¿Qué Bárcenas?, me cuenta un colega amigo madrileño que fue la consigna dada por Dolores Sáenz de Santamaría, Vicepresidenta del Gobierno, en la sede genovesa del PP como respuesta a las preguntas impertinentes y ruines de los periodistas y de los políticos, como le dijo Montero a Saura en un afán cuasi militar de frenar al diputado socialista en sus preguntas que sólo trataba de clarificar el nuevo escándalo del Partido Popular. No se ha quedado atrás tampoco María Dolores de Cospear, con respuestas tajantes, miradas inquisidoras, en definitiva, actitudes poco democráticas ante preguntas que los “populares” consideran molestas. El hasta ahora dirigente andaluz Javier Arenas tampoco se ha quedado corto en sus “advertencias” a los periodistas en una evidente competencia con Dolores de Cospedal, según los expertos para dar el salto a la política nacional tras su nuevo fracaso en Andalucía a cuentas del pacto PSOE e IU. Lo cierto es que los últimos sondeos dan una pérdida de votos tremenda al Partido Popular que sin duda bate el record en el ranking de la corrupción en España, y esto tiene a los dirigentes de los conservadores muy histéricos. La dimensión de la esquizofrenia política ha llegado a tal extremo que el propio Mariano Rajoy ha dado órdenes a todos sus conmilitones del PP que no hablen de Bárcenas, y en Chile en una conferencia de prensa que dio junto al presidente Sebastían Piñera a la pregunta de que cuándo había visto por última vez al extesorero de su partido dijo “no me acuerdo”, ¿bárcenas, qué Bárcenas?, dicen enloquecidos los dirigentes del Partido Popular, e incluso la cosa llega a tal extremo que me chisman que José Manuel Soria jura y perjura que no conoce a Bárcenas, aunque está comprobado que los dos con sus respectivas y bellas esposas estuvieron de vacaciones en Anfi del Mar en el verano de 2007, cuando el extesorero del Partido Popular todavía ejercía de repartidor de sobres llenos de euros.
Volveremos a tratar sobre el asunto/trasunto, pese a las amenazas del Partido Popular.
No es ninguna exageración, el PP nos amenaza a los periodistas, a los políticos, a los ciudadanos en general, a los que quiere convertir en súbditos. Amenazaron a Jordi González, por el programa “El Gran Debate” en Telecinco en el que se habló, y lo que es peor, se criticó demasiado al asunto/trasunto de Luis Bárcenas según consideraron los conservadores, que andan con la pistola dialéctica en la mano para encañonar a todo el que se atreva a criticarles por la barcenada, y dos piedras. Amenazaron al diputado socialista en el Congreso de Madrid y el amenazador fue nada menos que el ministro de Hacienda, Cristóbal Móntoro, que cuando le preguntó si había cobrado algún dinerillo del tal Bárcenas, el ministro se puso en plan policía militar encabritándose con Saura, que impertérrito y muy friamente le siguió preguntando a Montoro por el dinero “B”.En esta comparecencia el ministro de Hacienda llegó a decir que no sabía nada de Bárcenas, y además que no conocía si se había beneficiado de la Amnistía Fiscal que creò el propio Móntoro, y que para toda la oposición fue puesta en marcha para que se beneficiaran “muchos bárcenas”.
¿Bárcenas? ¿Qué Bárcenas?, me cuenta un colega amigo madrileño que fue la consigna dada por Dolores Sáenz de Santamaría, Vicepresidenta del Gobierno, en la sede genovesa del PP como respuesta a las preguntas impertinentes y ruines de los periodistas y de los políticos, como le dijo Montero a Saura en un afán cuasi militar de frenar al diputado socialista en sus preguntas que sólo trataba de clarificar el nuevo escándalo del Partido Popular. No se ha quedado atrás tampoco María Dolores de Cospear, con respuestas tajantes, miradas inquisidoras, en definitiva, actitudes poco democráticas ante preguntas que los “populares” consideran molestas. El hasta ahora dirigente andaluz Javier Arenas tampoco se ha quedado corto en sus “advertencias” a los periodistas en una evidente competencia con Dolores de Cospedal, según los expertos para dar el salto a la política nacional tras su nuevo fracaso en Andalucía a cuentas del pacto PSOE e IU. Lo cierto es que los últimos sondeos dan una pérdida de votos tremenda al Partido Popular que sin duda bate el record en el ranking de la corrupción en España, y esto tiene a los dirigentes de los conservadores muy histéricos. La dimensión de la esquizofrenia política ha llegado a tal extremo que el propio Mariano Rajoy ha dado órdenes a todos sus conmilitones del PP que no hablen de Bárcenas, y en Chile en una conferencia de prensa que dio junto al presidente Sebastían Piñera a la pregunta de que cuándo había visto por última vez al extesorero de su partido dijo “no me acuerdo”, ¿bárcenas, qué Bárcenas?, dicen enloquecidos los dirigentes del Partido Popular, e incluso la cosa llega a tal extremo que me chisman que José Manuel Soria jura y perjura que no conoce a Bárcenas, aunque está comprobado que los dos con sus respectivas y bellas esposas estuvieron de vacaciones en Anfi del Mar en el verano de 2007, cuando el extesorero del Partido Popular todavía ejercía de repartidor de sobres llenos de euros.