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¡Sorpresa! El Cabildo de Tenerife comienza la privatización en el ITER
Tal y como llevo tiempo anunciando, hay varias cuestiones importantes que hay que recordar y conocer sobre la gestión del ITER y voy a hablar sobre mis sospechas de que se pretende privatizar la empresa. Este 29 de julio el Cabildo Insular de Tenerife ha anunciado en los medios que “el ITER externaliza la gestión para poner en uso sus 24 viviendas bioclimáticas”. Sólo puedo decir, “vaya, ¡qué Sorpresa!, ya comienza la privatización”. Es triste, pero hay que reconocer que no han tardado en darme la razón.
Recordemos que las viviendas bioclimáticas han sido multitud de veces objeto de titulares, por diferentes razones: se encuentran cerradas desde hace 4 años, pero algo importante es que en estos momentos hay una licitación de 120.000 euros publicada para adecuar 11 de estas viviendas. Mis preguntas antes de este anuncio por parte del Cabildo eran ¿por qué no se han mantenido durante estos años?, ¿cuál es el objeto de esta obra?, ¿será el ITER quien las vuelva a explotar o se va a utilizar dinero público para dejar preparadas 11 viviendas que son de todas (porque el ITER es una empresa pública de la Isla) para que venga una empresa privada del sector turístico a gestionarlas? Una de las preguntas ya está contestada, ha llegado la privatización al ITER, para el resto vamos a ver si tenemos suerte y la empresa responde. Recordemos que dentro del objeto social de esta empresa pública entra en su apartado h, la explotación de las denominadas casas bioclimáticas del ITER S.A, como establecimiento alojativo de turismo, así se recoge en sus Estatutos.
En resumen, tenemos 24 viviendas que rentaban para una empresa pública, que al parecer se declara incapaz de hacer su gestión y por ello la van a privatizar, eso sí antes con nuestro dinero van a mejorar 11 de ellas, para que le salga más rentable a la empresa del sector turístico que las explote.
Considero una situación inaceptable que con el dinero de todas las ciudadanas se rehabiliten unas viviendas que van a dejar de producir beneficios en una empresa pública, además de que son unas viviendas construidas con dinero público, está claro, una vez más que los y las que nos gobiernan trabajan al servicio de las patronales. Esas 24 viviendas pueden ser utilizadas para generar ingresos que a su vez se pueden invertir en la emergencia habitacional o ser usadas para cubrir dicha situación, también se pueden utilizar para la acogida de menores sin referentes familiares, por el contrario, se van a utilizar para que el sector que está participando activamente en la degradación del territorio y la explotación laboral de nuestra gente obtenga aún más beneficios en nuestra Isla, mejore su oferta y gestione un bien público.
Esta situación sobre la gestión de las viviendas es vergonzosa, por ello creo necesario seguir hablando de esta empresa pública del ITER y sus proyectos inacabados. Voy a poner la mirada más allá del estado general de las instalaciones (vimos en un artículo anterior las fotografías de las plantas fotovoltaicas de Solten y su estado de decadencia y abandono), recordemos que es una entidad con una inexistente gestión técnica en los últimos 5 años y que sin embargo ha sido utilizada por todos los partidos políticos que han gobernado y gobiernan en el Cabildo de Tenerife a golpe de titulares para sacar rédito político, por ello les hablo a continuación del estado y del coste para la ciudadanía de algunos de estos proyectos que se utilizaron para fines partidistas que llenaron portadas con titulares sobre las virtudes y maravillas que nos iban a aportar, pero vamos a analizar en que han quedado.
Entre ellos, el proyecto Fotobat, que se inició como un ensayo piloto de una planta de generación fotovoltaica con almacenamiento a través de baterías. La intención era presentar un modelo, en aquel momento innovador (año 2018), de cómo podían convivir la generación, el almacenamiento y las necesidades de la red eléctrica, gestionando la producción y simulando diferentes escenarios que permitieran, posteriormente, escalar este proyecto a uno mayor con el que complementar y asegurar la estabilidad entre generación y demanda eléctrica de la isla de Tenerife, estabilizando la curva de carga mediante la gestión de la energía generada y almacenada. El Cabildo se gastó 8,7 millones de euros y, desde el 2018, todo ese material licitado y adquirido se encuentra inutilizado en los almacenes del ITER, ¿quien o quienes son responsables de la gestión técnica en la empresa?, ¿a quién tiene la ciudadanía que pedir explicaciones y reparación del gasto?
Recordemos que tanto el equipo de gobierno de Coalición Canarias con PSOE en 2019 y en 2023 PSOE con Ciudadanos publicitaron este proyecto como una realidad, se puede ir a la hemeroteca en los que se daban fechas de puesta en marcha de este proyecto. Hoy, la situación de este proyecto es la que pueden ver en estas imágenes (tras este párrafo), unos terrenos donde no hay ninguna instalación. Estamos hablando de un proyecto que no ha comenzado en 2024 y que ya no tiene nada de innovador. Los paneles adquiridos han quedado obsoletos, pues los que hay en el mercado actualmente son un 50% más eficientes y, además, la interacción entre generación, acumulación y red eléctrica es algo común y que, afortunadamente, ya se practica en miles de hogares canarios.
Esos 8,7 millones de euros del Fotobat se podían haber utilizado para abastecer de energías fotovoltaicas a los edificios públicos y las empresas participadas por el Cabildo incluso para crear subvenciones directas a instalaciones particulares de este tipo para impulsar la democratización energética. Si se hubiese utilizado de esta forma se habrían conseguido resultados inmediatos y se hubiera llegado a más gente. ¿Qué va a pasar con este proyecto? ¿Pese a estar obsoleto, se acabará ejecutando? ¿Se van a exigir responsabilidades a esta presunta negligencia económica?
Como remate al Fotobat y para celebrar su resultado como lo que se puede llamar un proyecto fantasma, se pretendió continuar con las inversiones en fotovoltaicas en el año 2023 y se anunció la inversión en otro proyecto, que por cierto no llegó siquiera a poder catalogarse así, entre otras cosas porque lo denuncié en los debates plenarios y conseguí pararlo antes de que llegase a comenzar. Es necesario recordar que esta empresa estaba dirigida en ese momento por dos consejeras delegadas, ambas abogadas, y que se llegó a adjudicar la licitación de terrenos de forma presuntamente irregular, no se respetaron los pliegos de condiciones, ni tasaciones, sino que se improvisó e intentó sacar adelante a toda costa por puro interés, ¿podemos pensar que el interés era electoralista? Lo cierto es que esa compra se tuvo que paralizar. Se evitó otro desastre y otro gasto millonario de dinero de las arcas públicas en la compra de unos terrenos que aparentemente no servían para nada. Y todo esto sucedía mientras los techos de los edificios públicos siguen vacíos de placas fotovoltaicas.
Es necesario recordar que el dinero que se gestiona desde lo público se debería de invertir para favorecer a la mayor cantidad posible de personas y que debe de generar beneficios reales. Que la población tiene derecho y la obligación de pedir transparencia, una gestión eficiente y responsabilidades.
La lista a todos estos despropósitos de inversiones que se han dejado de materializar en el ITER, sigue con el proyecto SEAFUEL, destinado a la generación de hidrógeno verde que nunca llegó a ponerse en marcha y cuyo componente principal no se sabe siquiera dónde está. O la doble parada durante meses de los parques eólicos nuevos que le pueden haber costado a la empresa (y a todas nosotras) 15 millones de euros por los ingresos dejados de percibir. Todo ello desemboca en el principal objetivo que perseguí y repetí hasta la saciedad durante mis cuatro años de Consejera, tres de los cuales estuve en el Consejo de Administración de ITER: la necesidad de una cabeza técnica. Ya hablaré próximamente acerca de esto y el concurso que se ha sacado para cubrir este puesto en un nuevo artículo.
Tal y como llevo tiempo anunciando, hay varias cuestiones importantes que hay que recordar y conocer sobre la gestión del ITER y voy a hablar sobre mis sospechas de que se pretende privatizar la empresa. Este 29 de julio el Cabildo Insular de Tenerife ha anunciado en los medios que “el ITER externaliza la gestión para poner en uso sus 24 viviendas bioclimáticas”. Sólo puedo decir, “vaya, ¡qué Sorpresa!, ya comienza la privatización”. Es triste, pero hay que reconocer que no han tardado en darme la razón.
Recordemos que las viviendas bioclimáticas han sido multitud de veces objeto de titulares, por diferentes razones: se encuentran cerradas desde hace 4 años, pero algo importante es que en estos momentos hay una licitación de 120.000 euros publicada para adecuar 11 de estas viviendas. Mis preguntas antes de este anuncio por parte del Cabildo eran ¿por qué no se han mantenido durante estos años?, ¿cuál es el objeto de esta obra?, ¿será el ITER quien las vuelva a explotar o se va a utilizar dinero público para dejar preparadas 11 viviendas que son de todas (porque el ITER es una empresa pública de la Isla) para que venga una empresa privada del sector turístico a gestionarlas? Una de las preguntas ya está contestada, ha llegado la privatización al ITER, para el resto vamos a ver si tenemos suerte y la empresa responde. Recordemos que dentro del objeto social de esta empresa pública entra en su apartado h, la explotación de las denominadas casas bioclimáticas del ITER S.A, como establecimiento alojativo de turismo, así se recoge en sus Estatutos.