Espacio de opinión de Canarias Ahora
Victoria Rosell y el Sanedrín
El salón del Hotel Santa Catalina estaba expectante cuando Victoria Rosell comenzó a hablar y exponer sus ideas sobre libertades y seguridad ciudadana, y algunas cosas más. El Sanedrín grancanario de empresarios, jueces, fiscales, políticos, militares, policías (estos también de paisano), muy atentos a la disertación de la candidata de Podemos en la circunscripción de Las Palmas. Había un cierto morbo por ver a tanta gente de la sociedad profunda grancanaria escuchando y hasta oyendo a la candidata de una formación de izquierda aunque con vocación centralizadora, pero no centralista. Victoria Rosell dejó a un lado su habitual postura profesional de jueza, y se vistió dialécticamente de política progresista disertando con soltura, seguridad y buena dicción que todo esto es importante para llegar a los oyentes, a todos los asistentes, y fijándome en algunos empresarios comprobé que la atención era plena, fiscalizadora, pero totalmente específica, fija, escudriñando las palabras que ofrecía la oradora con inusitada firmeza.
Fue muy clara al señalar la necesidad de más medios, de mas “inteligencia”, información, para combatir el terrorismo yihadista, de más coordinación de toda Europa en esta materia, y que se podía conseguir más seguridad sin coartar las libertades, y se mostró contraria al pacto del PP y del PSOE, señalando que entre otras cosas el endurecimiento de las penas no disuade a unos fanáticos que creen que suicidándose van al cielo, y están dispuestos a morir. Criticó la anulación de la justicia universal, que era una buena herramienta para combatir el terrorismo, pero se detuvo poniendo el acento en lo importante que es acabar con la exclusión social que sufren muchas ciudades europeas, caldo de cultivo del radicalismo terrorista. Afirmó que el terrorismo necesita una respuesta conjunta, eficaz, pero a partir de los instrumentos del estado de derecho, y en ese sentido puso de relieve la pérdida de libertades en España que se ha producido a consecuencia del pacto antiterrorista y de la denominada Ley Mordaza, que simplemente ofrece sensación de seguridad a cambio de menos libertades. El Sanedrín que se dio cita en el Hotel Santa Catalina siguió con mucho interés las ideas expresadas por la candidata de Podemos.
Al final me tropiezo con sorpresa con la vecina del quinto, y encima acompañada con varias amigas, y va y me coloca un disco con filípica. “Si teníamos alguna duda, hoy la he disipado, y mis amigas también. No conocía a la señora Rosell, pero me ha encantado, y es un orgullo para nosotras las mujeres que las dos primeras de la lista de Podemos sean la jueza y Meri Pita, van a ser un tándem fenomenal para enfrentarse a dos hombres del PSOE, Chano Franquis y Pedro Quevedo, ¡que ignorancia!, dos hombres primeros en la lista, muchas mujeres que hasta ahora han votado PSOE me dicen que ahora ni de coña, parece una provocación en contra del género femenino. ¿Ha visto como aplaudía el empresario (me da el nombre que no cito, of course), estaba entusiasmado”. Y se marchó con sus amigas dejándome con la palabra en la boca.
El salón del Hotel Santa Catalina estaba expectante cuando Victoria Rosell comenzó a hablar y exponer sus ideas sobre libertades y seguridad ciudadana, y algunas cosas más. El Sanedrín grancanario de empresarios, jueces, fiscales, políticos, militares, policías (estos también de paisano), muy atentos a la disertación de la candidata de Podemos en la circunscripción de Las Palmas. Había un cierto morbo por ver a tanta gente de la sociedad profunda grancanaria escuchando y hasta oyendo a la candidata de una formación de izquierda aunque con vocación centralizadora, pero no centralista. Victoria Rosell dejó a un lado su habitual postura profesional de jueza, y se vistió dialécticamente de política progresista disertando con soltura, seguridad y buena dicción que todo esto es importante para llegar a los oyentes, a todos los asistentes, y fijándome en algunos empresarios comprobé que la atención era plena, fiscalizadora, pero totalmente específica, fija, escudriñando las palabras que ofrecía la oradora con inusitada firmeza.
Fue muy clara al señalar la necesidad de más medios, de mas “inteligencia”, información, para combatir el terrorismo yihadista, de más coordinación de toda Europa en esta materia, y que se podía conseguir más seguridad sin coartar las libertades, y se mostró contraria al pacto del PP y del PSOE, señalando que entre otras cosas el endurecimiento de las penas no disuade a unos fanáticos que creen que suicidándose van al cielo, y están dispuestos a morir. Criticó la anulación de la justicia universal, que era una buena herramienta para combatir el terrorismo, pero se detuvo poniendo el acento en lo importante que es acabar con la exclusión social que sufren muchas ciudades europeas, caldo de cultivo del radicalismo terrorista. Afirmó que el terrorismo necesita una respuesta conjunta, eficaz, pero a partir de los instrumentos del estado de derecho, y en ese sentido puso de relieve la pérdida de libertades en España que se ha producido a consecuencia del pacto antiterrorista y de la denominada Ley Mordaza, que simplemente ofrece sensación de seguridad a cambio de menos libertades. El Sanedrín que se dio cita en el Hotel Santa Catalina siguió con mucho interés las ideas expresadas por la candidata de Podemos.