El voto y las constantes vitales del Náutico

0

Hace unos diez días -hoja del calendario arriba, hoja del calendario abajo- un amigo me recordó que tocaba votar, de nuevo, en el Náutico. El acontecimiento de nuestro Club lo tenía ya en el radar, pero aún así su aviso me sobresaltó: estos tres últimos años -pandemia, guerra en Ucrania y otros sucesos mediante- han pasado demasiado deprisa. Esa reflexión sobre lo rápido que va el reloj cuando ya tienes cierta edad, me llevó -como el que une dos puntos con una línea en el típico dibujo infantil para dar forma a un animal- casi sin querer a otra consideración: ahora que la normalidad retorna todo vale, bajo el paraguas de la COVID, para justificar o avalar ciertas decisiones -propias, ajenas o interesadas-.

Prevenido por el proceso, me acerqué a las elecciones a la presidencia del Náutico, confieso, con cierta expectación. Di mi primer paso hacia un lugar llamado incertidumbre. Y ahí, en ese contexto, me topé con las tres únicas vías de escape posibles para resolver mi movimiento final en esta historia: dar mi voto a la actual presidenta, Maica López; apostar por el aspirante, Kiko Trujillo; o emplear una jornada de viernes en otros menesteres más placenteros y no votar. Ante esa duda, curioso que soy, opté por prestar más atención de lo habitual a la campaña para elegir nuevo equipo rector del Club.

A lo largo de estos días he seguido por las redes sociales -ahora parece que todo se decide y se agita en ese cajón de sastre- las propuestas de unos y de otros, he analizado a los compañeros de viaje de ambos, he dejado que sus afines me dieran argumentos y me he llevado más de una decepción con el tono y mensajes de WhatsApp que están muy lejos de la categoría que tiene nuestra entidad. 

A Maica López y su equipo, que han trabajado con la mejor intención para que a nuestro Club le fuera bien, no le ha tocado afrontar un momento fácil. Es de ley reconocerlo. Se han encontrado con una pandemia. Pero el Náutico se ha movido, estos tres años, en una especie de limbo donde no ha sucedido nada -o lo que ha pasado ha sido trivial-.

En todas estas jornadas he reconocido al Kiko Trujillo que conozco: serio, metódico y profesional, elegante y cuidadoso en cada uno de sus pasos. Con una idea clara de Club -que conoce a la perfección desde que era un niño-. Ha radiografiado al detalle al Náutico sin necesidad de levantar la voz, nos ha explicado a la perfección en qué estado se encuentra el proceso para la desafectación de parte de los terrenos que ocupamos y que están en concesión de la Autoridad Portuaria, ha retratado buena parte de los problemas que sufrimos los socios y ha propuesto soluciones para revitalizar la institución.

Con todo, espero que este viernes muchos socios y socias del Náutico hayan descartado, como yo, la opción de dedicarse a menesteres más placenteros y vayan a votar. Ese sería el mejor síntoma sobre las constantes vitales de nuestro Club.

Etiquetas
stats