El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
¿Por qué una apuesta segura?
La elección de Bravo de Laguna por parte de José Manuel Soria es inteligentísima. Su decisión de abandonar la política canaria en cuanto tenga la primera oportunidad le aconseja proyectar una postrera realidad que en absoluto coincide con el comportamiento que ha manifestado desde que asumió la presidencia regional del PP en 1999. Fue a raíz, precisamente, de la dimisión de José Miguel Bravo de Laguna, que en aquel momento perdía las elecciones autonómicas con un número de diputados -19- que jamás ha alcanzado su sucesor. Bravo de Laguna dimitió para retirarse discretamente a sus cuarteles de invierno, y listo y experto como es, sabe que en el declinar de la estrella de Soria está su oportunidad de reivindicar su espacio, de devolver al PP aquel estilo sosegado, civilizado y democrático que jamás debió abandonar. La apuesta por su candidatura significa una clara desautorización a los experimentos que antaño funcionaron de manera automática (Pepa Luzardo puede ser el ejemplo más palmario) y el primer síntoma de cuál será el apellido que protagonice la regeneración del PP canario.
La elección de Bravo de Laguna por parte de José Manuel Soria es inteligentísima. Su decisión de abandonar la política canaria en cuanto tenga la primera oportunidad le aconseja proyectar una postrera realidad que en absoluto coincide con el comportamiento que ha manifestado desde que asumió la presidencia regional del PP en 1999. Fue a raíz, precisamente, de la dimisión de José Miguel Bravo de Laguna, que en aquel momento perdía las elecciones autonómicas con un número de diputados -19- que jamás ha alcanzado su sucesor. Bravo de Laguna dimitió para retirarse discretamente a sus cuarteles de invierno, y listo y experto como es, sabe que en el declinar de la estrella de Soria está su oportunidad de reivindicar su espacio, de devolver al PP aquel estilo sosegado, civilizado y democrático que jamás debió abandonar. La apuesta por su candidatura significa una clara desautorización a los experimentos que antaño funcionaron de manera automática (Pepa Luzardo puede ser el ejemplo más palmario) y el primer síntoma de cuál será el apellido que protagonice la regeneración del PP canario.